¿En qué situaciones puede la izquierda aliarse con liberales e incluso conservadores sin diluir su programa histórico? ¿Deberías hacerlo solo si tienes la hegemonía?
Por Lincoln Secco*
El período 2013-2016 marcó el final de la “Nueva República”. Las Jornadas de Junio fueron apropiadas por movimientos de extrema derecha con financiamiento corporativo interno y externo que tres años después sacaron a sus propias masas a las calles en apoyo de un golpe parlamentario.
El declive de las políticas sociales empezó con el propio gobierno del PT, que trató de calmar el enfado de la oposición con el endurecimiento fiscal, pero fue el interregno de Michel Temer el que hizo de la destrucción del Estado Social un programa estratégico. Su derrota en la reforma de las pensiones y la recuperación de la preferencia partidaria del PT demostraron, sin embargo, que el ala parlamentaria del golpe por sí sola no sería suficiente para evitar el regreso de Lula en 2018.
Lula adelantó su condena al 24 de enero de ese año y el 7 de abril fue detenido. A partir de entonces, la victoria de Bolsonaro en las elecciones se hizo bastante probable, como registró este autor incluso antes de la detención de Lula.[i]. Es cierto que la mayoría de los analistas políticos no creían esto porque la extrema derecha no tenía un respaldo reconocible en las élites ni en ningún programa. Los líderes de izquierda incluso prefirieron enfrentar a Bolsonaro en la segunda vuelta.
Es imposible saber si hubiera habido otro desenlace si se hubiera formado un frente de izquierda. La ingeniería inversa y la historia contrafáctica no funcionan bien en estos casos. Pero el hecho es que nadie se preparó para el escenario que en realidad tomó forma. La victoria del neofascismo hizo finalmente del frente opositor una necesidad, como en otros momentos de la historia.
Las situaciones históricas nunca son las mismas. Aunque hay procesos comunes, circunstancias inesperadas cambian el curso de los acontecimientos. ¿Quién puede decir qué papel jugó el cuchillo en 2018? Aún así, la historia revela problemas cuya duración va mucho más allá de su génesis. Pueden ser los mismos incluso si las soluciones no lo son. Sin conocimiento histórico no hay estrategia.
Breve historia de los frentes
Las diferencias ya comienzan en el nombre: popular, democrático, único, nacional, de izquierda, etc. Cada denominación corresponde a una estrategia diferente.
A finales del siglo XIX la cuestión Millerand[ii], en Francia, dividió a la socialdemocracia internacional sobre la relevancia de que los socialistas se unieran a gobiernos de otros partidos. Fue tan impresionante que Rosa Luxemburgo dedicó largas y brillantes páginas al tema.[iii]. En Alemania los reformistas[iv] abogaron por una política de alianzas con los pequeños propietarios (Vollmar) e incluso con el imperialismo alemán (Schippel, Auer); y abogó por limitar el programa a los reclamos sindicales (David)[V].
Los acuerdos entonces propuestos eran puntuales y encaminados a obtener reformas, posiciones o influencia en el programa de una coalición electoral. Estos objetivos tácticos constituían una alianza y no un frente. A partir de la década de 1920, la retirada de las perspectivas revolucionarias de 1917-1921 llevó a la Internacional Comunista a identificar un período de estabilización del capitalismo y a debatir un frente único que no traspasaría las fronteras de la propia izquierda, salvo en los llamados países coloniales y semicoloniales.
Solo la victoria del nazismo en Alemania en 1933 llevó a los comunistas a adoptar un frente mucho más amplio que llegó al poder en Francia, España y Chile. La formación de gobiernos de coalición de posguerra y de democracias populares de Europa del Este pareció consolidar la estrategia ratificada en el VII Congreso de la Internacional Comunista en 1935, al menos hasta el inicio de la Guerra Fría.
El Partido Comunista de Brasil (PCB) tuvo ejemplos de frente electoral en su historia, como el Bloco Operário en 1927 y al año siguiente, como bloque obrero-campesino, cuando eligió 2 concejales para el Distrito Federal. Y en 1935 la Alianza para la Liberación Nacional unió a amplios sectores de izquierda, pero pronto fue proscrita y terminó en una insurrección militar.
Es en el período 1945-1964 que el PCB implementa las alianzas electorales como una rutina política, aunque aún no como un frente. El partido siempre mantuvo uno o más representantes electos en la Cámara Federal a través de otras siglas. En un cálculo bastante impreciso[VI], entre 1958 y 1962 el partido pasó de 93 a 180 mil votos (tomando en cuenta la suma de los votos de los diputados estatales y federales, incluso los destituidos). Fue exactamente en 1958 cuando la Declaración de Marzo sentó las bases programáticas de una concepción frentista con la burguesía nacional.
MDB
En el momento del golpe de 1964, el PCB tenía alrededor de 30 miembros. Los comunistas participaron en las primeras elecciones bajo la dictadura dentro del MDB. En 1966, el PCB eligió a Fernando Perrone (posteriormente destituido) y en 1970 a Alberto Goldman para la Asamblea Legislativa de São Paulo. Las elecciones de 1974 fueron el punto de inflexión. En ellos, el PCB actuó como un efectivo operador político[Vii]. Su capilaridad social permitió que, aun reducida a unos pocos miles de afiliados, pudiera obtener más de 200 mil votos. Elegido diputado federal (revocado) y diputados estatales.
Hubo muchos casos en los que el PCB apoyó a candidatos no comunistas siempre que asumieran su programa mínimo: amnistía a los presos políticos; elecciones directas; extinción de AI5; devolución del Habeas Corpus por los delitos previstos en la Ley de Seguridad Nacional; abolición de la censura; convocatoria de una Asamblea Constituyente; fin de la intervención en los sindicatos; y derogación del decreto ley 4777[Viii].
Los datos revelaron dos características de los comunistas: una notable habilidad para mantener la estructura bajo tierra; y un desempeño político muy por encima de lo que cabría esperar de una organización de tamaño modesto (entre 6 y 15 mil militantes en 1973)[Ex]. El partido obtuvo un apoyo considerable de sectores de la sociedad civil para su programa mínimo pero no máximo (supuestamente el socialismo). ¿Por qué?
eclipsar
No se debe subestimar el papel jugado por la ideología eurocomunista en el PCB. Hizo que los partidos comunistas fueran idénticos a cualquier partido socialdemócrata, excepto por su lealtad retórica a la Revolución Rusa. El secretario general del PC italiano Enrico Berlinguer justificó la política eurocomunista en términos de un hecho sudamericano: el golpe de 1973 en Chile. La derrota de Allende dejó claro que no bastaba con ganar las elecciones, sino que era necesario hacer un frente con la Democracia Cristiana y aceptar definitivamente “la democracia como valor universal”. Expresión que usó y tuvo éxito en el debate político brasileño.
El surgimiento del PT estuvo marcado por la acusación de ruptura con la oposición a la dictadura. Estaba en desacuerdo con los grupos preexistentes en parte porque los trotskistas que participaron en su fundación se basaron en las opiniones de Trotsky sobre los frentes populares de la década de 1930.[X]. Evidentemente el factor determinante fue otro.
El PT alentó la oposición en todo el país contra las antiguas juntas sindicales y la estructura sindical prevaleciente. Los comunistas defendieron esa estructura y se mantuvieron dentro de los líderes sindicales “duros”. Obviamente, habían sido reprimidos salvajemente mucho antes de que se formara el PT. Las células de su empresa fueron desmanteladas y muchos líderes sindicales fueron arrestados y torturados. Pero eso no explica completamente su pérdida de influencia sindical. El partido estaba preocupado mucho antes por su retirada de la clase obrera.[Xi]. Y a pesar de la represión, su presencia sindical seguía siendo importante en los años ochenta.
Además de su oposición al “nuevo sindicalismo”, es innegable que el PCB optó por subordinar su organización[Xii] en un frente democrático liderado por el MDB mientras el PT crecía en medio de la radicalización obrera con un discurso de independencia de clase.
No fue fácil para los líderes comunistas que soportaron años de clandestinidad abandonar una verdadera cultura política construida alrededor de la ideología del frentismo.[Xiii], según la expresión del historiador Eduardo Chammas. Los ataques perpetrados por militares y atribuidos a la izquierda y las escandalosas acusaciones de tráfico de armas por parte de los comunistas parecían pretextos para un contragolpe político.[Xiv]. Además sectores industriales[Xv] se distanciaron tímidamente de la dictadura.
La política del PCB se apegó al programa mínimo y nadie recordaba por qué el partido seguía siendo comunista. Este fue el caso de los parlamentarios. Ya en 1979 se debatía la legalización del partido.[Xvi], pero la mayoría prefirió irse antes de que eso sucediera. Sin una fuerte vinculación con los objetivos finales, toda esa paciente construcción electoral se vino abajo en los años siguientes.
Fuerza electoral y fragilidad política
Y no era una fiesta para ser despreciada. En 1982, eligió un grupo más grande que el PT y mucho más diversificado regionalmente. El PT eligió ocho diputados federales en 1982, pero obtuvo el 72% del total de los votos en São Paulo[Xvii]. La influencia del PCB aumentó considerablemente en el período 1974-1982.
Votación de Diputados Federales del PCB (MDB) en la Dictadura Militar | |||
diputado | elecciones de 1974 | elecciones de 1978 | elecciones de 1982 |
Marcelo Gatto (SP) | 100.746 (revocado) | 54.428 | |
Alberto Goldman (SP) | 101.000 | 106.844 | |
Fernando Santana (BA) | 37.942 | ||
Modesto da Silveira (RJ) | 73.680 | ||
Jackson Barreto (SE) | 24076 | 19.992 | |
Tidei desde Lima (MG) | 35588 | 85.965 | |
Roberto Freire (PE) | 47.024 | 27.402 | |
Marcelo Cordeiro (BA) | 42628 | 41795 | |
Myrthes Bevilacqua (ES) | 46604 | ||
Domingos Leonelli (BA) | 27761 | ||
Nelson Wedekin (SC) | 49933 | ||
Marcello Cerqueira (RJ) | 45160 | ||
Total | 280.668 | 543.826 | |
Fuentes: TSE, IBGE, OESP, Portal da Câmara |
La influencia electoral puede ser una expresión de hegemonía, pero no lo contrario.
El PCB insistió en una alianza con el (P)MDB hasta 1985, cuando se legalizó. Incluso en 1989, tenía la impresionante cantidad de 128 miembros, pero nunca retomó su papel principal en la izquierda. La clase obrera se ha recuperado de su histórica derrota[Xviii]1964 con una nueva organización política.
El fracaso del PCB fue una de las causas de la supervivencia de la dictadura durante más de veinte años y, ciertamente, del modelo de transición democrática que se impuso. Con tutela militar y mantenimiento de la estructura policial del régimen anterior. No hubo sujeto político para radicalizar la “Nueva República”. Los comunistas abandonaron la escena y el PT, a pesar de su importancia social, era poco más que una esperanza.
El frente es una necesidad en la lucha antifascista, pero siempre ha sido difícil conseguir tu sincronización, su programa y su amplitud[Xix]. ¿En qué situaciones puede la izquierda aliarse con liberales e incluso conservadores sin diluir su programa histórico? ¿Deberías hacerlo solo si tienes la hegemonía? ¿O aceptar ser subordinado si la democracia está en peligro? Pero, ¿qué tipo de democracia sería en la que la izquierda no pudiera ser un poder alternativo? Este ha sido siempre el desafío histórico.
*Lincoln Secco Es profesor del Departamento de Historia de la USP.
[i]Le Monde, París, 5 de abril de 2018.
[ii]Millerand fue un socialista francés que se unió al gabinete burgués de Waldeck-Rousseau.
[iii] Luxemburgo, Rosa. Obras completas, T.III. Marsella: Smolny – Agone, 2013, pp. 91-167. Rosa ataca las falacias de la “defensa de la República”, la implementación de reformas y la concepción evolucionista del socialismo, utilizadas para justificar la adhesión de Millerand, como oportunistas.
[iv]Eran simplemente oportunistas prácticos y no revisionistas como Bernstein, ya que las discusiones teóricas no les interesaban en general: Rovan, J. Histoire de la Social-Democratie Allemande. París: Seuil, 1978, pág. 95.
[V]Droz, J. Historia General del Socialismo. V. 4. Lisboa: Horizonte, 1979, p.56. Está claro que la presencia del nacionalismo alemán en el SPD no apareció en 1914 como un rayo caído de un cielo azul.
[VI]Seco, Lincoln. La batalla de los libros. São Paulo: Taller, 2018.
[Vii]Souza, José Milton Pinheiro de. El PCB y la ruptura de la tradición: de los callejones sin salida de las formulaciones del exilio al exilio de la política en Brasil (1971-1991). Tesis de doctorado. PUC-SP, 2014.
[Viii]El Decreto-Ley 477 del 26 de febrero de 1969 “define las faltas disciplinarias cometidas por docentes, estudiantes y
empleados de establecimientos educativos públicos y privados”. Brunelo, L. “1975: El operativo policial-militar Marumbi en Paraná. Actas del XIV Encuentro Regional de Historia de Anpuh”. Campo Mourão, Universidad Estatal de Paraná, octubre de 2014.
[Ex] Según la encuesta del Departamento de Estado de EE. El número podría ser mayor porque hubo unos pocos miles de comunistas procesados y exiliados. Según Milton Pinheiro en mensaje al autor, el número de procesos en los archivos de la Justicia Militar identifica un grupo de más de 15 mil militantes, incluso después de las rupturas de la ALN, PCBR, etc.
[X]Hobsbawm, E. “Cincuenta años de frentes populares”, en: Estrategias para una izquierda racional. Río de Janeiro: Paz e Terra, 1991, p.133.
[Xi]El PCB implementó el Placcompe (Plan de Construcción y Consolidación del Partido en Empresas). Ricardo Rodríguez Lima, El PCB Vive y Trabaja: De la Crisis del Estalinismo a un Nuevo Ciclo de Lucha Clandestina contra la Dictadura (1956-1976). UFG, Tesis Doctoral, 2014.
[Xii]IDENTIFICACIÓN ibídem. Sobre el transformismo del PCB ver: Paula, Paulo Winicius Teixeira de. La trayectoria del PCB entre la amnistía y la legalidad a través del periódico Voz da Unidade (1980-1985), UFG, 2014.
[Xiii]Eduardo Chammas considera la hipótesis de que hubo un frenesí y no un frente. En otras palabras, una propuesta que no fue implementada. Llamas, Eduardo. A El tejido del Frente Democrático: el MDB, los Intelectuales y la Izquierda en la década de 1970. São Paulo, USP, Informe de Calificación de Doctorado, 2019.
[Xiv]El Estado de S.Paulo, 19 de marzo de 1981.
[Xv]Véase Lessa, C. “El descubrimiento del Estado Totalitario”, Gaceta Mercantil, 29/4/1980. La comunidad empresarial industrial no se había vuelto democrática. Su destitución fue parcial, táctica e incluso regresiva, pues se centró en criticar el papel económico del Estado. Más grupos de izquierda en la década de 1970 criticaron al PCB por concebir el capitalismo “como un factor predominantemente nacional”, lo que resultó en la creencia errónea de que “la democracia se puede fundar en la lucha contra el enemigo extranjero”. Apud Chammas, Eduardo. El Tejido del Frente Democrático: el MDB, los Intelectuales y la Izquierda en la década de 1970. São Paulo, USP, Informe de Calificación de Doctorado, 2019.
[Xvi]Ramos, Carlos Alejandro. La Cuestión Democrática y el cambio de “voces” en el Partido Comunista Brasileño, http://www.semacip.ufscar.br/wp-content/uploads/2014/12/A-Quest%C3%A3o-Democr%C3%A1tica-e-a-Mudan%C3%A7a-de-%E2%80%9Cvozes%E2%80%9D-no-Partido-Comunista-Brasileiro..pdf . Consulta em 11 de dezembro de 2019.
[Xvii]Anuário Estatístico do Brasil 1983. Rio de Janeiro: IBGE, 1984. Agradezco la ayuda del historiador Milton Pinheiro para identificar algunos nombres. La responsabilidad por cualquier atribución errónea ciertamente es solo mía.
[Xviii] Arcary, Valerio. “¿Hemos sufrido una derrota histórica o no?”. https://revistaforum.com.br/rede/sofremos-ou-nao-uma-derrota-historica/ Consultado el 10 de febrero de 2020.
[Xix]Incluso la caracterización del gobierno y del régimen dificulta la formación de un frente. Bolsonaro es fascista, pero el régimen no lo es.