La extrema derecha en América Latina

Imagen: Hernán Nikolajezyk
Whatsapp
Facebook
Twitter
Instagram
Telegram

por FRANCISCO LOUÇA*

Milei, en estilo, es una imitación superlativa de Trump y Bolsonaro; en su contenido, es portador de un liberalismo abrumador. Al final, es una prueba de que el liberalismo se ha convertido en la extrema derecha en Los Ángeles.

Anarcocapitalista, dice. Javier Milei es el sorprendente –y distante– ganador de las elecciones primarias de Argentina y podría ser su próximo presidente. En su estilo, es una imitación superlativa de Donald Trump y de Jair Bolsonaro, a quienes dice admirar: exhibicionista, histriónico, afirma tener poderes salvíficos (¿no fue Jair Bolsonaro aclamado como el "Mesías"?), hizo carrera en la televisión , y ese es el camino al éxito en estos tiempos.

En su contenido, es portador de un liberalismo devastador, anuncia que acabará con los Ministerios de Salud, Educación y Desarrollo Social, cerrará el Banco Central, abolirá la moneda nacional y adoptará el dólar y promoverá la libre venta de armas. Lo que pregunto es ¿cómo llegó el liberalismo a ser extrema derecha en América Latina?

Los chicos de Chicago

Una primera respuesta se encuentra en la historia reciente. América Latina fue una de las regiones con mayor involucramiento de las instituciones norteamericanas en la formación neoliberal de las élites, fue parte de la Guerra Fría. A principios de los años 1960, Chile no tenía más de 120 economistas; En dos décadas, la Universidad de Chicago creó la columna vertebral de una nueva política económica. Arnold Harberger, el académico que dirigió este proceso de transformación de la educación y selección de personal en Chile y América Latina, se jactaba de haber formado a 300 líderes, entre ellos 70 ministros y 15 presidentes de bancos centrales. “La buena economía llega a América Latina” es el modesto título de una de sus publicaciones.

Éxito notable: formó a Sergio Castro, ministro de Economía (1974-76) y más tarde de Finanzas (1977-82) bajo la dictadura de Pinochet; En el Ministerio de Planificación fue otro de sus alumnos, y no fueron los únicos. El resultado es bien conocido: se vendieron empresas públicas (excepto las minas, que se ofrecieron a los generales) y se privatizó la Seguridad Social (quebró unos años después y hubo que nacionalizarla).

En esto contaron con el apoyo entusiasta de los gurús del liberalismo europeo y norteamericano. Friedrich Hayek visitó dos veces el Chile de Pinochet y elogió la dictadura, y Milton Friedman, a sólo unos meses de recibir el Nobel, estaba allí para cuidar al dictador. Fueron recibidos con celebración por sus discípulos que estaban en el gobierno. Arnold Hagerberg, sobre el terreno, aseguró que no había motivos para preocuparse por los derechos humanos, dado que la embajada de Estados Unidos, que había ayudado a preparar el golpe militar, le había dicho que había “cero desapariciones”. El liberalismo contra las libertades era un buen negocio.

En Argentina, el programa de Chicago tuvo más dificultades. Pero la dictadura también necesitaba la misma receta: Martínez de Hoz, el ministro neoliberal de la Junta Militar (1976-81), siguió una estricta política monetarista y congeló los salarios, ganándose el apoyo del FMI. Un gobierno peronista liberal, el de Carlos Menem, dio un nuevo impulso a este programa: buscó al presidente del Banco Central durante la dictadura, Domingos Cavallo, y le dio el Ministerio de Relaciones Exteriores primero y luego el Ministerio de Economía.

Domingos Cavallo dolarizó el país, lo que ahora promete Javier Milei, arruinando salarios y pensiones, entregó la petrolera nacional a Repsol, Aerolíneas Argentinas a Iberia y la compañía telefónica a France Telecom y la española Telefónica. En Chile como en Argentina, el avance del liberalismo destruyó economías y enriqueció a intermediarios, ministros e inversionistas.

El mercado en su esplendor

Javier Milei, de corta carrera política y un partido insignificante, depende exclusivamente de su poder para aprovechar los vacíos creados por la crisis social y la decadencia de los partidos tradicionales. Y he aquí una segunda respuesta a esta extrema derecha del neoliberalismo latinoamericano: se convierte en tragedia social.

Todos los ingredientes están puestos: el expresidente Mauricio Macri (2015-19) negoció con el FMI un préstamo de 44 mil millones de dólares con condiciones drásticas, y el efecto es 100% de inflación, más una devaluación del 22% de la última semana, las tasas de interés al 118% y los salarios desapareciendo. El gobierno peronista que siguió no quiso revertir este caos y el descontento popular explotó.

Ahí aparece Javier Milei. Cabalga el resentimiento con frases sencillas: “Considero al Estado como un enemigo; Los impuestos son un sello distintivo de la esclavitud. El liberalismo fue creado para liberar al pueblo de la opresión de los monarcas; en este caso, el Estado”. Promete, por tanto, el desmantelamiento del Estado y la liberación del mercado. Admite la venta de órganos humanos (el cuerpo es propiedad), ya ha sugerido la venta de niños (los padres son sus dueños) y propone medidas más simples, como la liberalización total de los despidos.

Liberal pero no tanto: defiende la prohibición del aborto, recientemente legalizado en el país, es un negacionista del clima, “el calentamiento global es otra de las mentiras del socialismo”, y odia al Papa Francisco, un “jesuita que promueve comunismo”, la mezcla que ya se ha descubierto en otros nuevos políticos liberales y autoritarios.

Quien lea estas líneas no encontrará extraños los temas. En el mercado de extravagancias, en Portugal, la extrema derecha ya propuso en 2019 el fin de los servicios públicos en Educación y Salud, y el representante nacional de Chega defendió la liberalización del trabajo infantil y la compra y venta de votos. Quizás Argentina vuelva a recordar que todo es posible en la oscuridad de la desesperación social.

*Francisco Louça Es economista, fue coordinador del Bloque de Izquierda en Portugal (2005-2012). Autor, entre otros libros, de La maldición de Midas: la cultura del capitalismo tardío (Alondra).

Publicado originalmente en el sitio web izquierda.net.


la tierra es redonda existe gracias a nuestros lectores y seguidores.
Ayúdanos a mantener esta idea en marcha.
CONTRIBUIR

Ver todos los artículos de

10 LO MÁS LEÍDO EN LOS ÚLTIMOS 7 DÍAS

Ver todos los artículos de

BUSQUEDA

Buscar

Temas

NUEVAS PUBLICACIONES

Suscríbete a nuestro boletín de noticias!
Recibe un resumen de artículos

directo a tu correo electrónico!