por LUIZ RENATO MARTÍN*
Primera parte de un artículo sobre la situación e impactos del golpe de Estado que derrocó al presidente chileno Salvador Allende
Gracias por el acto de acogida y fraternidad de confiar a un latinoamericano el primer momento de este examen por un colegio internacional de investigadores del capítulo más traumático de la historia moderna de Chile.[i] Vengo como hermano, lo que no excluye la dificultad: – ¿Cómo hablar ante una tragedia y, más aún, si hoy se confunde con la apariencia serena de una nueva rutina? ¿Cómo y desde qué lugar puedo dirigirme a vosotros?
Llevo 33 años [en 2015] trabajando como profesor universitario e investigador. Pero también les hablaré desde el corazón de alguien que tenía veinte años en septiembre de 1973. Recuerdo bien la mañana gris y fría en São Paulo (como también la tuve en Santiago) cuando escuché en la radio del auto que La Moneda estaba siendo bombardeado por aviones de la Fuerza Aérea.
Vivíamos, en Brasil, bajo la dictadura desde hacía casi diez años. Entonces comenzó mi segundo semestre en la USP. Pocas semanas después de haber ingresado a la universidad, un líder estudiantil (Alexandre Vanucchi Leme, 1950-1973) había sido arrestado, torturado y asesinado por la policía…
Las bombas lanzadas sobre La Moneda y las andanadas que destrozaron a Allende (1908-1973) también me alcanzaron a mí –así como a amigos y compañeros de generación– y me arrancaron pedazos del corazón. Tengo en mi memoria las huellas de aquellas bludgers.
Desde entonces, he buscado convertir tales sentimientos en una reflexión histórica sistemática, integrada en un proceso mayor. Pero incluso hoy, cuando lo veo de nuevo, como lo vi en tu extraordinario Museo de la Memoria[ii] – los videos del atentado, y escuchando el registro del último discurso del presidente en Radio Magallanes, instantáneamente los siento como hechos internos e inmediatos, antes que históricos y objetivos. Una lágrima se abrió entonces en mi percepción del mundo. Yo no era el único.
Estoy agradecido por esta nueva oportunidad de recordar y reelaborar estos recuerdos traumáticos y desgarradores, no como una oportunidad individual, sino para convertirlos en un aprendizaje histórico.
Neoliberalismo y subjetividad
Me ocuparé aquí de lo que Pierre Dardot y Christian Laval llaman subjetivación capitalista. Me centraré en él en relación con los modos de implantación del neoliberalismo. Dardot y Laval son dos investigadores contemporáneos, de extracción foucaultiana, a quienes debemos estudios sistemáticos sobre las formas del discurso neoliberal.[iii]
La pregunta de Foucault
Pero antes, permítanme un paréntesis preliminar: mi objeto no es el pensamiento de Foucault (1926-1984), sino el neoliberalismo. Por lo tanto, no entraré en los méritos de los argumentos, incluso si son plausibles y fundados, como los del estudio de Serge Audier sobre la perspectiva original de Foucault sobre el neoliberalismo, en su curso de 1979. Esto, según Audier, era ambiguo y posiblemente interesado. – a diferencia de la posición de los “neofoucaultianos”, entre los que se encuentran Dardot y Laval.
Para Audier, los “neo-foucaultianos” provienen de una nueva generación de investigadores, formada después de la publicación, en 2004, de las notas de curso de Foucault de 1979. Veinticinco años separan los dos eventos. Así, los “neofoucaultianos” derivan, dice Audier, de la segunda generación de “estudios gubernamentales”, provenientes de las interpretaciones anglosajonas de la edición póstuma de los apuntes en cuestión.
Dardot y Laval son hitos de la nueva corriente intelectual, frontalmente opuesta (Audier Dixit) al neoliberalismo. Esta corriente desciende de Judith Butler (1953) y Wendy Brown (1955), las dos investigadoras-activistas de la Universidad de Berkeley, California, que traducen la “gubernamentalidad neoliberal”, destaca Audier, como un “proceso de 'desdemocratización' de democracias actuales”.[iv]
Al final, Audier concluye: “Contrariamente a la visión dominante, ni siquiera es seguro que Foucault fuera totalmente hostil al liberalismo e incluso al neoliberalismo”.[V] Dicho esto, dejo esta disputa y sus polémicas puntuales a los exegetas de Foucault.
contra el neoliberalismo
Más bien, me interesa discutir la mutación de la subjetividad, bajo el impacto de los choques neoliberales; y comparar, añado, las distintas críticas construidas en confrontación con el neoliberalismo.
"Qué hacer" contra el diktat ¿neoliberal? Aquí es donde comienza la pregunta fundamental que nos une, y es también desde este punto que la contribución de los escritos de Dardot y Laval puede distinguirse mejor.
Para resaltar la novedad y complejidad del dispositivo neoliberal, Dardot y Laval comienzan evocando una boutade ironía de Michel Foucault, sobre el cliché actual sobre el neoliberalismo: “c'est toujours la même escogió et toujours la même escogió en pire";[VI] Quiero decir, algo así como [nada más que lo mismo de siempre, y lo mismo de siempre empeorado].
Alrededor de un epigrama
El epigrama de Foucault tiene su propio sabor y es ciertamente irónico. Pero, ¿cuál es el propósito de la ironía de Foucault? Caricatura de la posición de quienes sostienen que el neoliberalismo consiste en una reproducción o sustitución actualizada del liberalismo original.[Vii]
En este sentido, cuando Foucault alega una dicotomía entre el neoliberalismo y el liberalismo “clásico” –y con ello exalta la novedad y singularidad de su objeto frente al precedente–, Foucault cosifica sus características y oscurece así la dinámica de la transición histórica que implantó el regímenes neoliberales.
Pero, ¿cómo y dónde encontrar formas sociales independientes de su proceso de implantación? ¿Es esto, después de todo, un punto ciego o una estrategia metodológica de Foucault, obviamente con implicaciones retóricas y políticas?
Contrariamente a la taxonomía de Foucault, de trasfondo positivista, la dinámica dialéctica de fuerzas y clases subsiste en la transición en cuestión. Vamos a ella. Prefiero, por tanto, tomar a contrapelo la frase irónica de Foucault, y, en lugar de la intención original, retomar la sugerencia de la mirada dialéctica, que esboza dos puntos de vista simultáneos: el que distingue "lo mismo de siempre" y , al mismo tiempo, tiempo, ya que esto cada vez es peor.
Así, partiendo de la sugerencia de continuidad, consideraré el neoliberalismo (ciertamente ahora en ausencia de Foucault) como un momento en los procesos de “modernización acelerada”.
modernización acelerada
¿Por que hacerlo? ¿Por qué tomar el neoliberalismo como un modo contemporáneo de modernización acelerada? Porque así será posible pensarlo históricamente. La reflexión podrá entonces combinar críticamente las devastaciones actuales sin precedentes con las devastaciones anteriores, típicas de los ciclos tardíos de modernización, que son característicos principalmente de las economías periféricas.
También podemos tener estudios críticos de casos anteriores de modernización acelerada. Por ejemplo, el ensayo de Marx (1818-1883) sobre el golpe de estado que constituyó el Segundo Imperio Francés y el modelo bonapartista de Estado, ligado a cierto ciclo, acelerado y tardío, de modernización.[Viii]
Y también podemos contar, entre las herramientas, con el estudio de Benjamin (1892-1940) sobre los desarrollos urbanizadores modernizadores del golpe en cuestión: la estrategia de choque de las reformas de París durante el II Imperio; reformas que expropiaron viviendas y lugares de trabajo, transformando a artesanos y ciudadanos en una simple mano de obra sin raíces ya la deriva.[Ex]
Tratamiento de choque
Para discutir el ciclo reciente de la modernización global, además de los análisis de Dardot y Laval, también contamos con otros constructos críticos, en este caso, contemporáneos a los inicios del proceso. Así, el economista alemán y ex alumno de la Escuela de Chicago André Gunder Frank (1929-2005) escribió dos cartas abiertas a Milton Friedman (1912-2006) y sus seguidores, sobre el proyecto monetarista implementado en Chile tras el golpe.[X]
Frank extrajo del discurso de Friedman la noción de “tratamiento de choque (económico)” y la transformó dialécticamente en un arma crítica.[Xi] Así, correlacionó “genocidio económico” y “shock”. El gesto de Frank inspiró la investigación de Naomi Klein treinta años después.[Xii] El resultado demostró el parentesco histórico entre el método del “tratamiento de choque económico” y la aplicación de electroshock en sesiones de tortura, que fueron planificadas para desencadenar brotes de regresión y depresión, con el fin de romper la resistencia de las víctimas.
El beneficio crítico así obtenido permitió a Naomi Klein no sólo elaborar dos nuevos constructos críticos, la “doctrina del shock” y el “capitalismo del desastre”, sino también sintetizar –en una única lógica sistémica– las operaciones neoliberales, entendiendo la unidad subyacente entre las operaciones realizadas en economías periféricas y las que se realizan en economías centrales (como EE.UU.) cuando están sometidas a la presión de una guerra o una catástrofe, es decir, un “shock”, en la terminología de Klein.
Bajo tal síntesis, se hicieron evidentes las conexiones entre las ideas neoliberales y la gestión de la guerra. En pocas palabras, se aclaró la unidad entre las estrategias de reorganización económica y la lógica del choque, que trajo operaciones de exterminio y manejo masivo de traumas a escala industrial.
Las primeras alertas
Así, habiendo instalado microscopios y telescopios para examinar de cerca y de lejos el capítulo de la modernización tipificado como neoliberal, debo decirles que pretendo aquí principalmente examinar una arqueología crítica distinta. Reside en la obra cinematográfica y periodística de Pier Paolo Pasolini (1922-1975) y, en particular, en su última película: Saló o le 120 Giornate di Sodoma (1975)[Xiii] completado poco antes de que fuera asesinado.
Dichos trabajos se centran en el impacto de la modernización italiana tardía y acelerada en los años sesenta y setenta.milagro economico) Italiano".
Pasolini no fue el único, pero ciertamente fue uno de los primeros, después del 68, en notar la inversión de las expectativas revolucionarias y libertarias. Entonces, incluso antes del golpe en Chile, advirtió sobre una revolución de derecha, en marcha desde 1971-72, dijo.[Xiv]
Es cierto que en 1973 predominaban las dictaduras en América del Sur, mientras que en Chile, mucho antes de septiembre, ya salían a la luz presagios y preparativos para el golpe.[Xv] Sin embargo, en la Europa de entonces, a muchos -incluidos los sectores conservadores- les parecía que la derecha estaba al borde de perder el poder. Así, en países como Inglaterra, Francia e Italia, y luego en Portugal, al año siguiente –1974–, se planteó concretamente la posibilidad de un triunfo de la izquierda y que esta se irradie a otros países.[Xvi]
A su vez, ¿en qué se basaba el pesimismo disonante de Pasolini? ¿De qué y con qué criterios distinguió una revolución de derecha (supuestamente en marcha desde 1971), denunció un genocidio en Italia (en ejecución desde 1961) y advirtió contra “una forma completamente nueva de fascismo e incluso más peligroso”, que “barre una esponja”, afirmó Pasolini, “sobre el fascismo tradicional, que se basaba en el nacionalismo o el clericalismo”.[Xvii]
Genocidio
Los temas del genocidio y el nuevo fascismo son inseparables de la crítica de Pasolini a la modernización acelerada en Italia y la revolución de derecha en curso. Echemos un vistazo más de cerca a esta articulación crítica.
Ciertamente, la prominencia otorgada al tema del genocidio por Pasolini (desde 1974) y por Gunder Frank (más precisamente desde su carta de 1976) es resultado de la discusión sobre el genocidio iniciada por Sartre (1905-1980) en el ámbito de la Russell Court., que se formó en 1966 para abordar los crímenes de guerra estadounidenses en Vietnam.[Xviii]
Así, desde 1967, Sartre había comenzado a abordar la cuestión del genocidio, en conexión intrínseca con un par de conceptos, a saber: por un lado, “la guerra imperialista total” –que Sartre distinguía de la tradicional guerra colonial–; y por el otro, por el contrario, “la guerra popular”.[Xix] El genocidio y la tortura constituían, según Sartre, las modalidades ejemplares de la guerra imperialista total, a la que se oponía la guerra popular de liberación, entonces en curso en varios continentes.
Sin embargo, cuando Pasolini y Frank retoman la noción de genocidio de Sartre –entre seis y diez años después–, lo hacen de una forma nueva. Ambos sitúan el uso del genocidio en el seno del orden social y lo acercan a las prácticas administrativas, presentándolo así como un acto rutinario de clase, es decir, como una nueva técnica de gestión y planificación, es decir, de gobierno.
En cuanto a Pasolini, comenzó a utilizar insistentemente el término como categoría crítica, desde una intervención oral en la Festa do Jornal la unidad, en Milán, en el verano de 1974.
En este sentido, Pasolini comenzó a emplear la noción de genocidio, en un sentido antropológico y cultural, como “la destrucción y sustitución de valores en la sociedad italiana actual [que] conducen, incluso sin matanzas masivas ni fusilamientos, a la supresión de grandes sectores de la sociedad".[Xx]
Gunder Frank, por su parte, comenzó a utilizar (en abril de 1976) el concepto de genocidio económico, en su segunda carta sobre las medidas monetaristas en Chile.[xxi]
Se podría decir que este nuevo prisma de examen del capitalismo incluye el concepto del escritor argentino Rodolfo Walsh (1927-1977) de “miseria planificada”. Walsh lo lanzó en marzo de 1977 en su carta abierta dirigida a la junta militar argentina.[xxii]
nueva racionalidad
En síntesis, según las observaciones de Pasolini, Frank, Walsh y Oiticica –destacadas mediante el uso del significante maximizado de genocidio– se implantó una nueva racionalidad capitalista que, a su vez, asumió, ante la dinámica desigual de los mecanismos del mercado, el desarrollo exacerbado de una guerra interna, es decir, civil o de clase. En otras palabras, la lógica en cuestión contemplaba actos violentos, de acumulación originaria –o “desposesión”, como prefiere decir hoy David Harvey (1935). [xxiii] –, antes o durante los actos habituales (desiguales, pero formalmente contractuales) de compra y venta de fuerza de trabajo y otros bienes.
Pasolini volvió sobre el tema del genocidio en varios textos, y en uno de ellos, el 8.10.1975/1961/1975 -tres semanas antes de ser asesinado- precisa: “Entre XNUMX y XNUMX cambió algo esencial: hubo un genocidio. Una población fue destruida culturalmente. Es precisamente uno de esos genocidios culturales que precedieron a los genocidios físicos de Hitler.[xxiv]
Discrepancias y cuestiones de método
Dicho esto, dada la precocidad de tales advertencias e intentos críticos sobre un reordenamiento genocida del capitalismo, preguntémonos: ¿Qué implica el hecho de que Dardot y Laval fechan el inicio de la ola neoliberal a fines de la década de 1970 y años posteriores?[xxv]
Sin duda, Dardot y Laval, al realizar tal datación, tenían en mente la investidura de Thatcher en 1979 y la de Reagan en 1981, cambios que imprimieron ambas en las políticas gubernamentales del Reino Unido y de los Estados Unidos.[xxvi] Pero, preguntémonos entonces: – ¿Dardot y Laval, por su parte, y los críticos del capitalismo genocida, por otra, estarían hablando de fenómenos diferentes?
Antes de precipitarnos en una respuesta, examinemos las implicaciones y conexiones de lo que dice Pasolini. De entrada, las advertencias y apuntes de Pasolini comienzan antes del golpe de Estado en Chile, sin contar sin embargo con críticas, ni de Frank, al monetarismo aplicado por la Junta Militar, ni de Foucault, que se ocupará de las raíces del discurso neoliberal recién a partir de su obra de 1978. -9 cursos [xxvii] en el Collège de France, eso es al menos tres años después de la película Salo.
¿Qué distingue, en tales circunstancias, las premisas analíticas de Pasolini sobre el contenido genocida de la modernización capitalista, frente a las demás críticas mencionadas aquí?
Comencemos comparando perspectivas. Todos ellos –desde el de Frank, pasando por el de Foucault, hasta el de Dardot y Laval– se centran en la planificación, la discusión de la “gubernamentalidad” o “técnicas de poder”, como diría Foucault; o, para decirlo en términos de Pasolini, centran la discusión en asuntos palaciegos.[xxviii] La excepción, por no hablar de la posición de Pasolini, examinada a continuación, la da el libro de Naomi Klein, cuyo periodismo radical y reflexivo va y llega donde otros no llegan.
En cuanto al libro de Dardot y Laval,[xxix] puede tomarse como paradigma para el examen taxonómico de los discursos de poder, tomados en estado de objetivación. Así, comienza con un estudio de la “racionalidad neoliberal”, remontándose a los orígenes intelectuales del liberalismo en los siglos XVII y XVIII. Al final de casi quinientas páginas, los autores abordan la “subjetivación capitalista” en unas cincuenta páginas,[xxx] para luego, en los últimos cuarenta, situar “el agotamiento de la democracia liberal”.[xxxi]
desde abajo
Em Saló…, por el contrario, Pasolini examina la sujeción de los expropiados. Desde ahí, es decir, colocado entre los de abajo, en términos de Gramsci (1891-1937), observa de cerca la situación y perspectiva de los dominados. En definitiva, es desde abajo, y no desde arriba (a partir de relatos palaciegos), que analiza histórica y dialécticamente la modernización, sus gestores y las relaciones de clase que los llevaron a posiciones de mando y planificación.
La fecha de inicio de la obra de Pasolini en cuestión -es decir, finales de 1973- sobre el texto DAF de Sade, Les 120 Journées de Sodome ou l'École du Libertinage (1785)[xxxii] que sirve de base para la Saló…, es determinante. Veremos por qué y cómo.
11.09.1973
De hecho, la fecha no es en absoluto accidental. Al comparar las perspectivas, pronto se advierte que otro parteaguas, en el conjunto de análisis, es el holocausto en Chile. En las dos cartas de Frank, de 1974 y 1976, y en el libro de Naomi Klein de 2007,[xxxiii] la tragedia de Chile aparece como la piedra angular de la nueva ola capitalista.
Ya en Nacimiento de la biopolítica, el libro al que se hace referencia al principio, que transcribe el curso de Foucault en el período 1978-79, no se menciona el golpe ni siquiera se nombran registros de Pinochet y Chile.
Asimismo, Dardot y Laval, en sus casi quinientas páginas, sólo hacen dos menciones indirectas e irrelevantes a Pinochet.[xxxiv] De hecho, Dardot y Laval, adoptando la perspectiva de Foucault, buscan establecer el neoliberalismo esencialmente como una “nueva lógica normativa” y, por lo tanto, se puede concluir, como un resultado casi inevitable del proceso económico.[xxxv]
En efecto, ¿qué papel podrían tener el genocidio y el shock (factores no discursivos y extraeconómicos) inherentes a la ruta de Pinochet en el curso abstracto (según supuesto) de la llamada “lógica normativa”?
Divergencias y puntos ciegos
Por tanto, llegados a este punto y antes de continuar, debemos señalar tanto las importantes convergencias y aportes críticos como las divergencias en métodos y límites, así como los puntos ciegos, a mi juicio, del posestructuralismo foucaultiano y sus derivados, en particular : (1) ausencia de investigación histórica extradiscursiva; (2) ausencia de una perspectiva sistémica sobre el capitalismo; (3) ausencia de una perspectiva dialéctica ligada a la lucha de clases, en particular, por los moldes “extracontractuales” en que se desarrolla más allá del espacio europeo –aun cuando se aleguen vínculos, como en el caso de Dardot y Laval, con la crítica al capitalismo de Marx.[xxxvi]
Dos aspectos críticos
Finalmente, nos encontramos ante dos vertientes de examen crítico de la evolución capitalista en los últimos años del gran ciclo expansivo posterior a 1945, como veremos más adelante, y en particular de las mutaciones a través de las cuales el capitalismo, como sistema global, reaccionó ante la crisis económica 1967; Esta crisis se vería acentuada por el alza de los precios del petróleo por parte de la OPEP en 1973, pero que, antes de ese episodio, se vio fundamentalmente exacerbada entre 1971 y 1973 por la crisis estructural del dólar y su independencia del patrón oro –que implicó el fin de el sistema de Bretton Woods.
Cabe señalar que, en medio de todo esto, se estaba gestando la crisis política o de hegemonía, que estalló a escala mundial en 1968. Esta crisis, sin embargo, no cesó de inmediato, a pesar del aplastamiento de los levantamientos en varios (EE.UU., Francia, Alemania, Checoslovaquia, México, Brasil, Grecia, etc.) – ya que en otros (Chile, Portugal, Vietnam, Italia, etc.) se prolongó hasta mediados de la segunda mitad de la década de 1970.
Por un lado, entonces, tenemos a quienes se enfocan en las “técnicas de poder” y el discurso neoliberal. Y, por otro lado, los que versan sobre el proceso histórico real: es decir, las clases sociales, la lucha de clases, las transiciones históricas de régimen y el tema del genocidio como índice de una nueva racionalidad. Y, en este punto, en particular, me refiero a los que se ocupan de la intersección que reunió elementos de todos los aspectos anteriores, es decir, me refiero a la centralidad del problema del “caso chileno”,[xxxvii] como piedra angular y muestra condensada, emblemática y sangrienta del contenido del nuevo ciclo capitalista.
Dos respuestas al golpe
La obra de Pasolini, sin duda, se inserta paradigmáticamente en la segunda vertiente. ¿Qué papel jugó el holocausto chileno en su investigación?
De hecho, a pesar de que fue un polemista muy activo en el marco del Partido Comunista Italiano (PCI) -del que era miembro- Pasolini no entró en el debate del partido sobre Chile, en el que el golpe contra el gobierno de la Unidad Popular fue, pues, tomado como pretexto para proponer una alianza de clases, denominada “compromiso histórico”, en una serie de tres artículos de Enrico Berlinguer (1922-1984) que comenzó a aparecer dos semanas y media después del golpe. [xxxviii]
Por el contrario, se puede observar que la respuesta de Pasolini –quien nació al mismo tiempo que Berlinguer– fue comenzar a trabajar con sus colaboradores en el argumento y el guión de Saló…[xxxix] Es decir, Saló… de las circunstancias de su génesis, si bien resulta, en términos amplios, de un proceso reflexivo sistemático sobre la acelerada y tardía modernización italiana, también responde como obra puntual y específica -tomando esto como hipótesis- a políticas impactantes y contemporáneas. hechos a su apariencia. A saber: por un lado, responde al golpe civil y militar en Chile; y al mismo tiempo, por otro lado, cuestiona el argumento del “compromiso histórico”, en el marco de un debate interno del PCI.
Por lo tanto, dados los escritos antecedentes de Pasolini, Saló… se configuró como el corolario sintético del mapeo crítico sistemático de la modernización, pero no sólo eso. Su aparición se produjo, al mismo tiempo, como reacción inseparable a la luz macabra de Santiago (que permeó el inicio, como hemos visto, de la elaboración del guión de Salo…). Del mismo modo, constituyó una respuesta crítica de Pasolini a la estrategia del PCI a favor de la modernización y, de allí, la alianza de clases –es decir, el llamado “compromiso histórico”…
La Escuela de Salò y su laboratorio viviente
En efecto, sin la orquestación premeditada del crimen cívico-militar de septiembre de 1973; sin los siniestros ritos semifranquistas o semiprusianos del terror; sin los grotescos pronunciamientos de la junta militar; Es, Por último, pero no por ello menos, sin la lógica de choque dos chicos de chicago, ¿cómo llegó Pasolini a imaginar tanto el experimento pedagógico en villa – protegido externamente por las tropas nazis – ¿cuánto por el cuarteto de maestros planificadores y sus jóvenes asistentes?
Por tanto, la cronología de los hechos y la coherencia y sistematicidad de su probable traducción escénica y crítica, en términos de guión, permiten suponer que la trama de Saló… ser, de alguna manera, imaginariamente modelado a partir de Chile después del golpe. De ser así, Pasolini lo habría elaborado como una parábola trágica y como demostración de una tesis. ¿Pero qué tesis? Realmente la premisa, una negación, como demostración sintética y absurda, del “compromiso histórico” y de la modernización para este fin.
¿Que quiere decir eso? En resumen, eso Saló… consiste en una alegoría de Chile, bajo la Junta, pero no sólo. Saló… alude también, como respuesta simultánea y crítica a la alternativa del “compromiso histórico”, a todo el universo del consumo, es decir, a lo que Pasolini designaba, en un texto de marzo de 1974, como “una nueva forma de civilización y un largo futuro”. de 'desarrollo' programado por el Capital”.[SG] Largo desarrollo económico, permítanme insistir y reiterar, que consistió en el objetivo declarado del “compromiso histórico”, como agenda política sumada a un programa de austeridad y expansión económica capitalista.[xli]
Contra el “compromiso histórico”
Por ello, es necesario profundizar y precisar el enfrentamiento entre Salo y los términos del “compromiso histórico”. ¿Pero como hacerlo? De hecho, tenemos las críticas anteriores de Pasolini,[xlii] así como sus denuncias públicas de los actos delictivos de los líderes de la Democracia Cristiana (DC).[xliii] Por otro lado, no tenemos la experiencia concreta del modelo, ya que el “compromiso histórico” no se materializó, con tal nombre, en Italia –aunque, en el Parlamento, el PCI ha apoyado a la DC en ocasiones decisivas; por ejemplo, a favor de medidas de austeridad económica durante el gabinete IV Andreotti (1919-2013), de marzo de 1978 a enero de 1979.
Sí tenemos, sin embargo, experiencias históricas concretas para las que la propuesta de Berlinguer fue abiertamente válida como sistema y paradigma, a saber, las fructíferas alianzas de gobierno que se produjeron en España y Portugal.[xliv]
La falacia del eurocomunismo
De hecho, el programa del eurocomunismo[xlv] unificó las estrategias y los programas generales de los partidos comunistas de Europa occidental. Así, a partir de la propuesta de Berlinguer del programa modelo, en septiembre-octubre de 1973, el conjunto de PC eurooccidentales se reorganizó según parámetros similares: proclamaciones de convivencia y cumplimiento de los hitos de la OTAN y autonomía de Moscú; también se basó en programas que renunciaban a los conceptos revolucionarios ya la convivencia con el capital extranjero; así como a través de llamados a frentes políticos con fuerzas burguesas, en torno a programas de reconciliación nacional y desarrollo capitalista.[xlvi]
El Partido Comunista Portugués (PCP) adoptó tal programa y desempeñó un papel relacionado en 1974-75, después de la caída del salazarismo. Pero el caso paradigmático, y el más exitoso, sin duda lo consistió en la llamada Transición Española, en la que Santiago Carrillo –entonces secretario general del PCE, y, entre todos, el secretario notoriamente más cercano a Berlinguer– empezó a negociar directamente, desde diciembre de 1973, con la dirección militar franquista. Carrillo ejerció así, al principio, el papel de líder de la Oposición, ya que el futuro líder de la “Transición”, el Partido Socialista Obrero Español (PSOE), entonces muy minoritario, tenía todavía muy poca influencia.
un engaño programado
No hay tiempo ni espacio para detallar aquí el desarrollo del proceso, ni para resumir aspectos y momentos del pacto decisivo entre el PCE y la dirección franquista, cuyo papel en dicha Transición fue estratégico. En su conjunto, el proceso fue planificado y dirigido en la sombra por el jurista Torcuato Fernández de Miranda (1915-1980), sucesor interino del presidente del Gobierno Carrero Blanco (1904-1973) y tutor del príncipe Borbón. En aras de la economía, me referiré aquí solo a fuentes y documentos para aquellos interesados en esta transición en el laboratorio,[xlvii] que se convirtió en un modelo de referencia para las transiciones negociadas posteriores, como la brasileña y la chilena.[xlviii]
Entretanto, aludirei a três lembranças por si ilustrativas do processo: primeira, o discurso do ditador Francisco Franco em 30 de dezembro de 1969, em que anunciou na TV – então sob a direção do promissor Don Adolfo Suárez (1932-2014) – que deixava las cosas "atado y bien atado [atado y fuertemente atado]”.
En segundo lugar, los pactos multipartidistas de La Moncloa, en octubre de 1977, de congelación de salarios y cosas por el estilo.[xlix] Y, en tercer lugar, la última escena del complot palaciego, que culminó en diciembre de 1978 con la farsa de la pseudoconstitución española, redactada por tan solo siete diputados de distintos partidos, apodados así “Los padres de la constitución [Los Padres de la Constitución]”: Gabriel Cisneros (1940-2007), José Pedro Pérez Llorca (1940) y Miguel Herrero (1940) por la Unión de Centro Democrático (UCD); Manuel Fraga (1922-2012) por Alianza Popular (AP); Jordi Solé Tura (1940-2009) por el PCE; Gregorio Peces-Barba (1938-2012) por el PSOE, y Miquel Roca (1940) por la Minoría Catalana.
“Desarrollo y modernización”
Por otro lado, algo que vale la pena y que puedo citar aquí íntegramente -más aún porque establece vínculos instigadores con el proceso chileno- es la declaración de un editor de Bilbao, en el prefacio de las dos cartas de Frank, sobre Chile. , en septiembre de 1976 (por tanto, trece meses antes de los Pactos de La Moncloa). Afirmaba en la nota del editor, que presentaba los textos: “en momentos en que, ante nuestros ojos, aquí en España, los exponentes de los partidos obreros, hasta ayer perseguidos, aparecen alarmantes preconizando medidas y políticas orientadas -según dicen- a el desarrollo de la 'nación', medidas que no tendrían por qué tener enemigos ('ni entre los capitalistas ni entre los trabajadores'), ya que estarían encaminadas a 'restablecer la confianza de empresarios e inversores', en un momento de tanta confusión, en que este tipo de personas pasan por 'comunistas', 'socialistas' etc…, la lectura de estos textos [cartas de AGF sobre Chile] puede ayudar a refrescar la memoria y aclarar el entendimiento (…)”. [l]
Ahora bien, ¿qué sospechaba entonces el editor anónimo de Bilbao? ¿Qué terminaría bajo el llamado del PCE (reproducido parcialmente a continuación) para liberar las “posibilidades de desarrollo y modernización”, y dirigido, entre otros, al llamado “sector empresarial protagonista de la nueva sociedad industrial”?[li] ¿Habrá algo en común con las medidas genocidas implementadas en Chile? ¿Por qué la comparación evocada por el editor?
Finalmente y en definitiva, ¿qué unidad sintética combinaría dos procesos de “modernización acelerada y tardía”, cuyas orientaciones políticas parecían tan diferentes a primera vista?
Ingeniería genética
Sin embargo, en el amplio arco de diferencias políticas que se extiende entre las dos respuestas desiguales, la del golpe sangriento y la de la transición a puertas cerradas, hay una situación que contiene, en estado embrionario y como en una probeta, la combinación de las dos estrategias políticas aparentemente antitéticas: la de Santiago (1973) y la de Moncloa (1977-78).
Esta es la salida estratégica encontrada para la vasta crisis de hegemonía que constituyó el Mayo del 68 francés, y que llevó incluso a De Gaulle (1890-1970) –ante la impotencia del aparato policial y la cercana disolución, en términos prácticos, de su poder de mando- desaparecer del palacio presidencial el 29 de mayo, para buscar protección en los cuarteles militares, de los que salió fortalecido al día siguiente.[lii]
En tales circunstancias, la crisis francesa tuvo un desenlace conservador por los efectos combinados de tres factores que, tomados aisladamente, no habrían sido suficientes frente a la furia y magnitud de las protestas obreras y estudiantiles.
Tales factores fueron: primero, los llamados “Acuerdos (salario) de la rue de Grenelle” (25 – 27.05.68), firmados entre el gobierno y las organizaciones de empleadores con los sindicatos controlados por los llamados líderes comunistas, es decir , afiliado a la Confédération Générale du Travail [Confederación General del Trabajo] (CGT), y otros. Tales acuerdos redujeron las demandas prerrevolucionarias del movimiento obrero -desde cambios sustanciales en la organización del trabajo y del poder- hasta aumentos salariales; y así fueron rechazados por el movimiento (fue precisamente en medio del amplio repudio a los llamados “acuerdos Grenelle” que De Gaulle desapareció).[liii]
En segundo lugar, la clara amenaza de intervención militar inminente, presentada por De Gaulle en su pronunciamiento del 30.05.1968 – justo después de las consultas realizadas en el cuartel el día anterior.[liv] De Gaulle estuvo así a punto de repetir, casi 100 años después, la respuesta genocida del gobierno burgués refugiado en Versalles, en 1871, a la Comuna de París.
Y, en tercer lugar, el otro elemento disuasorio decisivo fue la orden emitida por la CGT para que los trabajadores se retiraran de las calles; orden que arrojó a la deriva y al desconcierto a las demás fuerzas políticas de las que ya se ocupaba, con los nombres de Mendès-France (1907-1982) y Mitterrand (1916-1996) adelantadas, abiertamente, a la constitución de un gobierno provisional.
Dos o tres cosas sobre la contrarrevolución del 1968 y sus secuelas
En resumen, el pragmatismo y la heterodoxia de la “solución” gaullista –típicamente bonapartista, según los moldes señalados en el 18 brumario de Marx, al diseccionar la conducta estratégicamente ambigua de Louis-Napoleon- logró combinar dos líneas de acción: por un lado, la función de la ambivalencia contrarrevolucionaria del PCF y la CGT, empleada como medio de disuasión y retorno al orden ; por otro, la función represiva del aparato militar se dispuso, en Francia, a la guerra total de clases – con el anuncio de que, si no se aplicaba el acuerdo Grenelle (para poner fin a las huelgas y ocupaciones de fábricas), y si De Si no se hiciera caso de la amenaza de Gaulle, el movimiento obrero y sus aliados serían enfrentados militarmente por la burguesía y el Estado (como, de hecho, lo fueron después en otros países), es decir, serían tratados no como opositores políticos, sino como enemigos internos a liquidar. [lv]
Cabe recordar, por cierto, que al otro lado del Canal de la Mancha, el gabinete laborista del primer ministro Harold Wilson (1916-1995), como él mismo declaró a dos periodistas de la BBC tras su prematura dimisión en marzo de 1976, había sido de dos intentos fallidos de golpe de Estado:[lvi] la primera en mayo de 1968 y la segunda en 1974, ambas orquestadas por el servicio secreto británico MI-5 y por sectores militares fascistas, vinculados a la represión en Irlanda.[lvii]
Serpientes: de dónde y cómo vienen; su proliferación
La acción concertada y sistemática de los PC de Italia, Portugal y España siguió los mismos pasos que el PCF de 1968: es decir, se caracterizó por una actitud colaboracionista con el Capital. Así, incluso ante azares políticos concretos, como ocurrió en Francia en mayo de 1968, la estrategia eurocomunista, priorizando el camino de la institucionalidad y la “democracia progresista”, en expresión de Togliatti (1893-1964), se definió por la negativa a derrocar en Europa occidental entre 1973 y 1978 los regímenes burgueses, empero, abatidos por la crisis económica y ya políticamente descompuestos.
Esto sucedió después del genocidio en Chile y precisamente cuando empollaban los huevos de serpiente del avance político neoliberal. En cada contexto nacional, los frentes políticos interclasistas (construidos por los eurocomunistas) funcionaron como medios de contención de la lucha de clases y factores de reproducción del orden –tal como lo denunció explícitamente Pasolini, en marzo de 1974, cuando señaló quiénes servían a la “Histórica Compromiso".[lviii]
Como resultado, como “partes de orden” y factores en la “restauración de la confianza empresarial e inversora”,[lix] Los partidos eurocomunistas pagaron el precio más alto, como sabemos hoy, que un partido político puede pagar: el costo de su propia desaparición o irrelevancia para las generaciones venideras.
La otra vía, la de la guerra total de clases o genocidio mediante el uso de las fuerzas armadas contra los movimientos obreros y estudiantiles, esbozada y sugerida en los conflictos de mayo de 68 en Francia, Inglaterra, Alemania y Estados Unidos, y ya efectivamente aplicada, poco después, en octubre en México, contra una asamblea de ocho mil estudiantes,[lx] fue adoptado rápidamente en Brasil en 1969, en Chile en 1973, en Argentina en 1976 y en América Latina en general. Pero también se siguió globalmente en nombre del orden y la preservación de las relaciones productivas en Rusia, China, la Sudáfrica de la posguerra.segregación racial etc., cada vez que se exasperaban las crisis sociales.
De esta forma, el genocidio civil (mediante la conversión de las fuerzas armadas en dispositivos de lucha de clases –tras su reactivación como fuerza de represión clasista interna, anunciada por De Gaulle en mayo de 68–, y así lanzada agresivamente sobre su propio territorio y población ) llegó a ser rutinizado y adoptado internacionalmente como una estrategia de contrainsurgencia en la transición al nuevo ciclo capitalista.
De hecho, una línea directa -desde el punto de vista de las prácticas gubernamentales frente a los dictados de la reestructuración de las relaciones económicas y laborales- vincula el genocidio en Chile a las medidas de Thatcher en 1984 contra la huelga de los mineros británicos, y se extiende a la confiscación genocidio de bienes y derechos de la población griega, en cuestión en el plebiscito de julio de 2015 (cuyo mandato fue falsificado y traicionado por el primer ministro Tsipras), siempre encaminado a “restaurar la confianza de inversores y acreedores”.
Así, como editor de Bilbao (autor anónimo de la nota editorial que presentaba los textos del AGF a la opinión pública española), las medidas proexpansión y el “restablecimiento de la confianza de los inversores” y acreedores del Estado se han combinado desde entonces con la promulgación de estados de guerra interna, o a las “estrategias de choque”, como escribe Naomi Klein.
unidad dialéctica
Pero, ¿qué unidad dialéctica sería capaz de sintetizar la relación desigual, de dispositivos políticos aparentemente opuestos, pero, sin embargo, siempre combinados en los resultados – invariablemente alegados como modernizadores, y en nombre de los mismos principios gerenciales y competitivos?
Creo que la investigación de Marx sobre Louis-Napoleon ofrece pistas decisivas para revelar tales dispositivos políticos. sui generis, en el que la política, como modo civilizador de lucha y enfrentamiento entre intereses contrapuestos, es desplazada o eclipsada –“a veces por la pluma, a veces por la espada”, según el cliché–, pero siempre por los principios de la eugenesia empresarial y competitiva. , de liquidación de los vencidos.
Sin embargo, cuando se trata de política sui generis, no hay necesidad de volver aquí a la investigación precursora de Marx, porque son precisamente las mismas preguntas que Saló… trata, en otra clave (igualmente sarcástica, pero ciertamente más pesimista)- trayendo, además, importantes desarrollos específicos sobre las modernizaciones tardías en las economías periféricas, con apoyo, como veremos, en las reflexiones de Gramsci sobre el fenómeno de la revolución".
* Luis Renato Martín es profesor-asesor del PPG en Historia Económica (FFLCH-USP) y Artes Visuales (ECA-USP); y autor, entre otros libros, de Las largas raíces del formalismo en Brasil (Haymamercado/HMBS).
Referencias
Pier Paolo PASOLINI, Saló o le 120 Giornate di Sodoma, 35 mm, 117 minutos, color, vo, en italiano, Italia y Francia, 1975; Versión en DVD consultada: ídem, copia del British Film Institute, ;
________________, Guión Corsari, Milán, Garzanti, 1975; edición Brasileño: Escritos corsarios, trad. María Betânia Amoroso, São Paulo, Ed. 34, 2020;
________________, Letras Luthériennes/Petit Traité Pédagogique (carta luterana, Turín, Einaudi, 1976), trad. Anne Rocchi Pullberg, París, Seuil, 2000;
AF de SADE, Les 120 Journées de Sodome ou l'École du Libertinage, prefacio de Annie Le Brun, Le Tripode/ Méteores, 2014.
Agradezco las deferencias de todos los organizadores del evento, en las personas del prof. Esteban Radiszcz (Dpto. de Psicología/ Facultad de Ciencias Sociales) y Margarita Iglesias Saldaña (Cátedra Michel Foucault). Gracias también al prof. Gabriela Pinilla (Univ. Distrital Francisco Caldas, Bogotá) por traducir el texto al español, y por colaborar con la recopilación de imágenes y documentos históricos de: Natalie Roth, Rafael Padial y Gustavo Motta (a quien también agradezco por revisar y actualizar bibliografía) .
Notas
[i] “La Era de los Genocidios” se presentó el 04.05.2015 como conferencia inaugural del seminario Estado(s) del neoliberalismo/ IX Escuela Chile-Francia – Cátedra Michel Foucault, Universidad de Chile (04 – 06.05.2015).
[ii] Museo de la Memoria y los Derechos Humanos (2010), diseñado por los arquitectos: Mario Figueroa, Lucas Fehr y Carlos Dias. Para datos y recopilación acceda a: https://web.museodelamemoria.cl/sobre-el-museo/#menu1.
[iii] Véase, entre otros, Pierre DARDOT y Christian LAVAL, La nueva razón du Monde/ Essai sur la Société Néolibérale, París, Éditions La Découverte/Poche, 2009/10; trans. Brasileño: La nueva razón del mundo / Ensayo sobre la sociedad neoliberal, trad. Mariana Echalar, Sao Paulo, Boitempo, 2016.
[iv] Cf. Sergio Audier, Pensar le 'Néolibéralisme'/ Le Moment Néolibéral, Foucault et la Crise du Socialisme”, Lormont, Le Bord de l´Eau, 2015, p. 32. Para más detalles sobre la visión de Audier sobre los «neo-foucauldianos», véase la introducción «La question du néolibéralisme et la dégradation idéologique du foucauldisme». En el mismo texto, Audier designa la orientación política de Foucault como perteneciente a lo que llama la “segunda izquierda”deuxieme torpe)”, una corriente que reunió a posgaullistas como el ex Primer Ministro (1969-72) del gobierno Pompidou (1969-74), Jacques Chaban-Delmas (1915-2000), y exponentes del Partido Socialista como Jacques Delors (1925) y Michel Rocard (1930-2016), así como el exprimer ministro británico Tony Blair (1953). Para ver ídem, págs. 7-64. Para detalles sobre el “segundo a la izquierda” y sobre los contactos de Foucault con el sindicato CFDT, ver ídem, nota 2, en la pág. 48. De ahí, según Audier, vendría el “gran interés” de Foucault por los aportes del neoliberalismo, entre los cuales, las ideas de “una ética social de la empresa” y del “yo como empresa”, y también, posiblemente , su preocupación por rescatar el neoliberalismo de la matriz del liberalismo clásico. Para ver ídem, págs. 24-5. Para el contraste, según Audier, entre las opiniones de Foucault y Bourdieu (1930-2002) sobre el neoliberalismo, véase ídem, Pp 29-30.
[V] Ver ídem, P. 41.
[VI] Cf. Michel FOUCAULT, «Leçon du 14 février 1979» en ídem, Naissance de la Biopolitique/ Cours à Collège de France (1978-1979), París, Seuil/ Gallimard, 2004, pág. 136; trans. brasileño : Nacimiento de la Biopolítica, trad. Eduardo Brandão, São Paulo, Martins Fontes, 2008, p. 180. Véase también P. DARDOT et C. LAVAL, “Néolibéralisme et Subjectivation Capitaliste”, en G. Campagnolo, C. Ramond et J. de Saint-Victor (coord.), « Capitalisme: en Sortir? », Ciudades 41, París, PUF, 2010, pág. 36.
[Vii] Cf. P. DARDOT et C. LAVAL, “Neolibéralisme…”, op. cit., P. 36.
[Viii] Véase Carlos MARX, El Dieciocho Brumario de Luis Bonaparte, trad. Terrell Carver, en M. COWLING y J. MARTIN (ed. por), El “Dieciocho Brumario” de Marx/ Interpretaciones (Post)Modernas, Londres, Pluto Press, 2002, págs. 19-109; trans. brasileño: K. MARX, El 18 de Brumario y Cartas a Kugelmann, trad. Paz e Terra revisada por Leandro Konder, presentación de Octavio Ianni, Rio de Janeiro, Paz e Terra, 1969, en adelante abreviado por 18B…
[Ex] Véase Walter BENJAMIN, “Paris, capitale du XIX siècle/ Exposé (1939)”, en ídem, Escritos franceses, introducción y notas de Jean-Maurice Monnoyer, París, Gallimard/ Folio Essais, 2003, pp. 373-400; ver también, ídem, París, Capitale du XIX Siècle/ Le Livre des Passages, trans. Jean Lacoste d'après l'ed. originale établie par Rolf Tiedemann, París, Les Éditions du Cerf, 1993; trans. Brasileño: « París, capital del siglo XIX / Exposé de 1939 », en Pasajes, trad. Cleonice Paes Barreto Mourão e Irene Aron, Belo Horizonte / São Paulo, Ed. UFMG / Prensa Oficial, 2007, pp. 54-67.
[X] Véase André GUNDER FRANK, Capitalismo y Genocidio Económico / Carta Abierta a la Escuela Económica de Chicago y su Intervención en Chile, colección “Lee y Discusse”, serie V, número 67, Bilbao, Zero, 1976.
[Xi] La prescripción de someter a la economía chilena a un “tratamiento de choque”, hecha por Friedman en una carta (21.04.1975) a Pinochet (1915-2006), siguió al viaje del primero a Chile y al encuentro de ambos el 21 de marzo de 1975 De hecho, la carta solo reiteraba la prescripción anterior y refrendaba lo que ya había sido desencadenado por el golpe, según el plan económico subsidiado por la CIA y titulado El Ladrillo (alrededor de 500 páginas), elaborado por un grupo de economistas de la Universidad Católica, Santiago, egresados de la Universidad de Chicago y ex alumnos de Friedman. apud ídem, PAG. 60-1. Véase también Esteban RADISZCZ, “Presentación/ 9 a. Escuela Chile Francia 2015; Estado(s) del Neoliberalismo” (cf. 04.05.2015, doc. del acta de la referida reunión). Para detalles sobre El Ladrillo, véase Naomi Klein, La doctrina del choque: el surgimiento del capitalismo de desastres, Nueva York, Picador, 2007, págs. 86-7; trans. Brasileño: La doctrina del shock/El surgimiento del capitalismo del desastre, trad. Vania Cury, Río de Janeiro, Nova Fronteira, 2008, pp. 87-8. Véase también, por cierto, la película de Carola Fuentes y Rafael Valdeavellano, Chicago Boys, digital, color, Chile, 2015, 85', disponible en: .
[Xii] Véase N. KLEIN, El susto…, op. cit., especialmente los capítulos 1-4, pp. 29-143; La Doctrina…, op. cit., pp. 35-142.
[Xiii] De aquí en adelante abreviado aquí simplemente por Saló… El subtítulo deriva de la libre adaptación del guión de la novela. Les 120 Journées de Sodome ou l'Ecole du Libertinage [1785], de DAF de Sade (1740-1814). Ver DAF de SADE, Les 120 Journées de Sodome ou l'École du Libertinage, prefacio de Annie Le Brun, Le Tripode/ Méteores, 2014; trans. Brasileño indicado a continuación. Para otros escritos de Pasolini considerados aquí, véase Pier Paolo PASOLINI, Guión Corsari, Milano, Garzanti, 1975 (traducción al brasileño: Escritos corsarios, trad. Maria Betânia Amoroso, São Paulo, Ed. 34, 2020); y lo mismo, Letras Luthériennes/Petit Traité Pédagogique (carta luterana, Turín, Einaudi, 1976), trad. Anne Rocchi Pullberg, París, Seuil, 2000.
[Xiv] Véase ídem, “15 de julio de 1973. La prima, vera rivoluzione di destra”, en ídem, Guion…, op. cit., pág. 24; ídem, “La primera verdadera revolución de derecha (15 de julio de 1973)”, en Escrito…, op. cit., pág. 47. Ver también ídem, “Marzo 1974. Gli intellettuali nel '68: Manicheismo e ortodossia della 'Rivoluzione dell'indomani'”, pp. 35-7; ídem, “Los intelectuales en el 68: Maniqueísmo y ortodoxia de la 'Revolución del día después' (marzo de 1974)”, pp. 57-9.
[Xv] Véase Patricio Guzmán, La batalla Desde Chile: La Lucha de un Pueblo sin Armas (I – La Insurrección de la burguesía, 1975, 97′; II – El golpe de Estado, 1977, 88′; III – El Poder Popular, 1979, 80′), Chile, Cuba, Francia, Venezuela, Equipo Año Tercero (Patricio Guzmán), Instituto Cubano del Arte e Industrias Cinematográficas (ICAIC), 1972-79, 265′; véase también Armand Mattelart, Jacqueline MEPPIEL y Valérie MAYOUX, La Espiral: La preparación del golpe de Estado, Francia, Les Films Molière, Reggane Films, Seuil Audiovisuel, 1976, 138´.
[Xvi] Un síntoma concreto de la preocupación de los sectores conservadores de Europa Occidental, Japón y América del Norte fue la constitución en 1973 de la Comisión Trilateral y el encargo del informe de Michel J. CROZIER; Samuel P. HUNTINGTON; Joji WATANUKI, La Crisis de la Democracia: Informe sobre la Gobernabilidad de las Democracias a la Comisión Trilateral, New York, New York University Press, 1975, disponible en: < https://archive.org/details/crisis_of_democracy/page/n1/mode/2up> (traducción al español disponible en línea en:https://revistas.um.es/sh/article/view/165241>).
[Xvii] Cf. PP PASOLINI, «El genocidio», en ídem, Guion…, op. cit., pág. 285; “Genocidio”, en ídem, Escrito…, op. cit., pág. 266 . Análogamente, al año siguiente, al observar en junio de 1974 el curso inicial de la revolución del 25 de abril, Pasolini concluye (con menos de dos meses del nuevo régimen) en la corriente encabezada por el general Spínola (1910-1996), la primera para liderar la transición al post-salazarismo, que: “este […] sería […] un fascismo aún peor que el tradicional, pero no sería precisamente fascismo. Sería algo que en realidad ya estamos viviendo (…)”. Cf. ídem, “10 de junio de 1974. Studio sulla rivoluzione antropologica in Italia”, en ídem, Guion…, op. cit., pág. 56; ídem, “Estudio sobre la Revolución Antropológica en Italia (10 de junio de 1974)”, en ídem, escritos…., op. cit., pág. 77.
[Xviii] Véase Jean-Paul SARTRE, « Genocide » (« Le Génocide », en Los tiempos modernos, 259, París, Presses, diciembre de 1967, pp. 953-71), en Nueva revisión a la izquierda, nº 48, Londres, marzo/abril de 1968, pp. 13-25.
[Xix] Sobre el concepto de «guerra total», véase ídem, «Genocidio», op. cit., págs. 14-5; sobre el « genocidio cultural », véase ídem, p. dieciséis; sobre la "guerra popular" y el genocidio y la tortura como respuestas imperialistas a esta última, véase ídem, pág. 16
[Xx] Cf. PP Pasolini, «El genocidio», op. cit., PAG. 281; ídem, "El genocidio", op. cit., pags. 263)
[xxi] La aplicación efectiva del concepto de genocidio economico, de Frank, apareció en AG FRANK, “Segunda carta abierta a Milton Friedman y Arnold Harberger/abril de 1976”, en idem, Capitalismo…, op. cit., págs. 57-92. De hecho, y mirando retrospectivamente, se puede notar la primera aparición del término –pero todavía coloquialmente y sin valor de construcción conceptual, si no me equivoco– en la penúltima línea de la primera carta abierta sobre Chile. Véase ídem, “Carta abierta sobre Chile a Arnold Harberger y Milton Friedman/ 6 de agosto de 1974. Día de Hiroshima”, en ídem Capitalismo…, op. cit. pag. 53.
[xxii] Véase Rodolfo WALSH, Carta Abierta de un Escritor a la Junta Militar (24 de marzo de 1977), Buenos Aires, Centro Cultural de la Memoria Haroldo Conti/ Serie Recursos para el Aula, Ministerio de Justicia, Seguridad y Derechos Humanos de la Nación, 2010, p. 11. En el ámbito legal, a su vez, el término genocidio ha sido tipificado por magistrados argentinos desde septiembre de 2006 en sentencias contra el terrorismo de Estado, con base en un artículo de 1946 de la convención de la ONU sobre genocidios. A petición de Stalin (1878-1953) este artículo fue suprimido por la ONU dos años después. Sobre la discusión jurídica de la noción de genocidio adoptada por la justicia argentina, con base en la primera definición inscrita en la carta de la ONU, ver N. KLEIN, El susto…, op. cit., págs. 124-5; ídem, La Doctrina…, op. cit., págs. 126-7. En la misma línea, también vale la pena señalar que, un año después de la carta de Walsh, el artista brasileño Hélio Oiticica (1937-1980), al regresar a Río de Janeiro después de residir fuera (N. York) durante unos siete años, notó algo crucial y declaró a un periodista: “¿Sabes lo que descubrí? que hay un programa genocidio, porque la mayoría de las personas que conocí en la Mangueira (Escuela de Samba) son arrestadas o asesinadas” (cursivas mías). Cf. H. OITICICA, en “Um mito vadio”, testimonio de Jary Cardoso, en el diario Folha de São Paulo, 5.11.1978, rep. en César OITICICA Filho, et. al. (eds.), Hélio Oiticica – Encuentros, Río de Janeiro, Azougue, 2009, págs. 215-6. Para una carta de Oiticica relacionada con el tema y el protocolo preliminar (aunque escrito a mano y en borrador) para una instalación de Oiticica llamada La ronda de la muerte, véase ídem, obra (documentación) expuesta en la 34ª Bienal de São Paulo, Pabellón de la Bienal, Parque de Ibirapuera, São Paulo, 4ª serie. – 5 de diciembre 2021; ver reproducción en Elvira Dyangani OSE (ed.), Jacopo Crivelli VISCONTI et al. (canalla.), 34 Bienal de São Paulo / Está oscuro pero yo canto, catálogo de la exposición, São Paulo, Bienal de São Paulo, 2021, p. 196.
[xxiii] Cf. David HARVEY, “El 'nuevo' imperialismo: acumulación por desposesión”, Registro Socialista, No. 40, 2004, pág. 63-87, disponible en línea: https://socialistregister.com/index.php/srv/article/view/5811/2707.
[xxiv] Cf. PP PASOLINI, « Lunes acatone à la television après le génocide », en idem, Letras…, op. cit., pág. 182 (cursivas mías).
[xxv] Tal y como afirman: « Esta inflexión se produjo a finales de la década de 1970 y principios de la de 1980, no por ningún 'complot', sino como efecto de múltiples y convergentes procesos que lograron al mismo ritmo la 'globalización' de los mercados y la generalización de los competencia. Debido a los fenómenos de encadenamiento y espiral, se encontró que la acumulación de capital se aceleró considerablemente. La creciente influencia de los oligopolios transnacionales con las autoridades estatales, así como la expansión de los circuitos financieros off-shore favoreció la multiplicación de 'micro-decisiones' políticas favorables a su expansión (…) las empresas transnacionales aparecieron como 'modelos' de actuación, capaces de sostener altos niveles de productividad y rentabilidad debido a la extensión planetaria de sus actividades. En estas condiciones, la política gubernamental sufrió una importante reorientación: el Estado se comprometió con el apoyo logístico, fiscal y diplomático, cada vez más activo a favor de los oligopolios, asociándose a ellos en la guerra económica global. Esto explica que el Estado se haya convertido en un mecanismo de presión de la competencia global, especialmente como agente directo de la 'reforma' de las instituciones públicas y de los organismos de protección social, en nombre de la competitividad 'nacional'. " Ver P. DARDOT et C. LAVAL, “Neolibéralisme…”, op. cit., Pp 39-40.
[xxvi] Para un estudio crítico detallado de la inflexión de las políticas culturales del Reino Unido en el período, véase Chin-Tao Wu, Privatizando la cultura: la intervención del arte corporativo desde la década de 1980, Londres, Verso, 2002; trans. Brasileño: Privatización de la cultura: intervención empresarial en las artes desde la década de 80, trad. Paulo Cesar Castanheira, São Paulo, Boitempo Editorial/ Edições SESC, 2006.
[xxvii] Véase M. FOUCAULT, renacimiento…, op. cit.; ídem, Nacimiento…, op. cita..
[xxviii] Ver PP PASOLINI, “Hors du Palais” (Corriere della Sera, 1 de agosto de 1975), en ídem, Letras…, op. cit., pp. 107-14.
[xxix] Véase, entre otros, P. DARDOT et C. LAVAL, La Nueva..., op. cit. ; ídem, La nueva razón..., op. cit.
[xxx] Ver P. DARDOT et C. LAVAL, “La fabrique du sujet neoliberal”, in idem, La Nueva..., op. cit., págs. 402-54; ídem, « El tejido del sujeto neoliberal », en ídem, El nuevo…, op. cit., págs. 321-76.
[xxxi] Ver ídem, “Conclusión/ L'épuisement de la démocratie libérale », en ídem, La Nueva..., op. cit., págs. 457-81; ídem, «Conclusión – El agotamiento de la democracia liberal», en ídem, El nuevo…, op. cit., pp. 377-402.
[xxxii] traducción brasileña: Los 120 días de Sodoma: o la escuela del libertinaje, trad. Rosa Freire Aguiar, Sao Paulo, Pingüino, 2018.
[xxxiii] “De dentro de este laboratorio viviente surgió el primer Estado de la Escuela de Chicago [Chile], y la primera victoria de su contrarrevolución mundial (De este laboratorio vivo surgió el primer estado de la Escuela de Chicago [Chile], y la primera victoria en su contrarrevolución global)”. Véase N. KLEIN, El susto…, op. cit., pág. 87; ídem, La Doctrina…, op. cit., p. 88.
[xxxiv] En la primera mención (a la nota 4 de la p. 268, del subcapítulo “L'État fort gardien du droit privé [Estado fuerte, guardián de los derechos privados”]), los autores se centran de paso en una entrevista a Friedrich von Hayek ( 1899-1992), en abril de 1981, al diario El mercurio (Santiago), en el que el economista austriaco aseguraba preferir un “dictador(o) liberal [ura] (…) a un gobierno democrático sin liberalismo”. Dardot y Laval solo señalan que la declaración data del período de la dictadura de Pinochet. Cf. P. DARDOT y C. LAVAL, La Nueva..., op. cit., n. 4, en la pág. 268; ídem, El nuevo…, op. cit., n. 101, en la pág. 184. En conclusión, Dardot y Laval vuelven, en otra nota, a la citada entrevista, para resaltar que en ella “se aclara una vez más la actitud de Hayek y Friedman frente a la dictadura de Pinochet”. Cf. ídem, La Nueva..., op. cit., n. 3, en la pág. 463; ídem, El nuevo…, op. cit., n. 17, en la pág. 383.
[xxxv] Contrariamente a la visión de Gunder Frank –a quien ni siquiera se refieren–, así como al revés de Naomi Klein –a quien, a su vez, replican haciendo objeciones y reservas explícitas sobre la noción de “estrategia de choque” como dispositivo fundamental para la implantación de regímenes neoliberales–, Dardot y Laval afirman: “es necesario ver en esta estrategia menos el fruto de una conspiración mundial que el desarrollo, por vía autónoma y de autofortalecimiento, de una lógica normativa que conformó irreversiblemente las conductas y las mentes de todos aquellos que tienen algo que ver con los poderes políticos y económicos”. Cf. P. DARDOT et C. LAVAL, « Le retour de la guerre sociale [El retorno de la guerra social] », en idem et al., Tous dans la Rue: el Movimiento Social de l'Automne 2010, prefacio Gérard Mordillat, París, Seuil, 2011, disponible en:http://1libertaire.free.fr/PDardotCLaval21.html>, consultado el 22.01.2019. Esta afirmación retoma y resume el contraste entre la «nueva lógica normativa» y la «trama» que se desarrolla, a favor de la primera, en el preámbulo del capítulo «Le grand tournant [El gran giro]», de P. DARDOT y C. LAVAL, La Nueva..., op. cit., págs. 274-6; ídem, El nuevo…, op. cit., pp. 189-90.
[xxxvi] Véase, por ejemplo: P. DARDOT, C. LAVAL et El Mouhoub MOUHOUD, Sauver Marx? Imperio, Multitud, Travail Immateriel, París, La Découverte, 2007, y P. DARDOT et C. LAVAL , Marx, Prenom: Karl, París, Gallimard, 2012.
[xxxvii] Cf. AG FRANK, “Crisis Económica, Tercer Mundo y 1984”, en ídem, Reflexiones sobre la crisis económica, trad. Ángeles Martínez Castells et. al., Barcelona, Editorial Anagrama, 1977, p. 44.
[xxxviii] Véase, por ejemplo, Enrico BERLINGUER, “Riflessioni sull´Italia dopo i fatti del Cile [Reflexiones sobre Italia tras los acontecimientos de Chile]”, serie de tres artículos: 1) “Imperialismo e coesistenza alla luce dei fatti cileni [Imperialismo e coexistence a la luz de los hechos chilenos]”; 2) “Via democratica e violenza reazionaria [Camino democrático y violencia reaccionaria]”; 3) “Alleanze sociali e schieramenti politici [Alianzas sociales y coaliciones políticas”, publicados respectivamente el 28.09.1973, 05.10.1973 y 12.10.1973, en renacimiento, números 38, 39, 40 y disponibles :http://www.sitocomunista.it/pci/documenti/berlinguer/berlinguercile.htm>, consultado el 22.01.2019; ídem, “Réflexions sur l´Italie, après les événements du Chili”, en Mariangela Bosi et Hugues Portelli (introducción, traducción y notas), Les PC Espagnol, Français e Italien face au Pouvoir, París, Christian Bourgois, 1976.
[xxxix] Sobre la fecha, “finales de 1973-principios de 1974”, en que Pasolini comenzó a trabajar en el guión, junto con Pupi Avati y Sergio Citti, véase Hervé Joubert-Laurencin, Salò ou les 120 Journées de Sodome/ de Pier Paolo Pasolini, Chatou, La Transparence/ Cinéphilie, 2012, p. 114. Debo subrayar que la información de Laurencin es puramente fáctica, sin establecer correlación alguna con otros hechos. La responsabilidad por la hipotética oposición que sugerí, entre el argumento de la película y los hechos descritos arriba y abajo, es solo mía.
[SG] El juicio pesimista de Pasolini sobre el triunfo de la “revolución de derechas” y la victoria del Capital lo llevó a ver la revuelta de 1968 –como el ocaso de una época y de sus esperanzas–, y en ese sentido afirmó: “Hoy es Claro que todo esto fue producto de la desesperación y de un inconsciente sentimiento de impotencia. En un momento en que se perfilaba una nueva forma de civilización en Europa y se programaba un largo futuro de 'desarrollo' por parte del Capital –que así realizaba en su propia revolución interna, la revolución de las Ciencias Aplicadas (…) se sentía que toda esperanza de una revolución obrera se estaba perdiendo. Por eso se gritó tanto la palabra Revolución”. Cf. PP PASOLINI, “Marzo 1974. Gli intellettuali…”, op. cit., PAG. 36; ídem, “Los intelectuales…”, op. cit., págs. 57-8 .
[xli] Como corolario de esta lógica, véase Enrico Berlinguer, Austerità, Occasione Per Trasformare L'italia: Le Conclusioni Al Convegno Degli Intellettuali (Roma, 15.01.77) y Alla Assemblea Degli Operai Comunisti (Milán, 30.01.77). Roma, editori Riuniti, 1977.
[xlii] Ya en marzo de 1974, es decir, unos cinco meses después de los citados textos propositivos de Berlinguer, Pasolini afirmaba que el compromiso histórico se presentaba como “ayuda a los hombres en el poder a mantener el orden” Cfr. PP Pasolini, “Marzo 1974. Gli intellettuali…”, op. cit., PAG. 37; ídem, “Los intelectuales…”, op. cit., P. 59.
[xliii] Pasolini denunció con insistencia a los líderes de la Democracia Cristiana en seis textos candentes, publicados en el transcurso de apenas un mes (28.08 a 28.09.1975) en varios periódicos y revistas, aproximadamente un mes antes de su asesinato (02.11.1975). Véase ídem, « Le Procès [El Proceso] » (Corriere della Sera, 24.08.1975), en ídem, Letras…, Op. cit., págs. 135-46; ídem, « Il faudrait juger les hiérarques de la DC [Habría que juzgar a los jerarcas de DC] » (Il Mondo, 28.08.1975), en ídem, Letras…, Op. cit., págs. 125-33; ídem, « Réponses [Respuestas] » (Corriere della Sera, 09.09.1975), en ídem, Letras…, Op. cit., págs. 147-54; ídem, « Votre entrevista confirme que le Procès est nécessaire [Su entrevista confirma que el Proceso es necesario] » (Il Mondo, 11.09.1975) en ídem, Letras…, Op. cit., págs. 155-62; ídem, « Il faut intenter un Procès à Donat Cattin aussi [También es necesario procesar a Donat Cattin] » (Corriere della Sera, 19.09.1975), en ídem, Letras…, Op. cit., págs. 163-70; ídem, « Pourquoi le Procès [Por qué el proceso]» (Corriere della Sera, 28.09.1975), en ídem, Letras…, op. cit., pp. 171-8.
[xliv] Quien destacó el liderazgo del PCI en la nueva estrategia fue el secretario general del Partido Comunista de España (PCE), Santiago Carrillo (1915-2012): “Togliatti supo tocar el punto crítico: el problema estaba en el sistema politico (el problema estaba en el sistema politico). (…) Desde el VIII Congreso del PCI ya se perfila una línea autónoma, que Togliatti explicitó de una u otra forma en la Conferencia Mundial de 1969 (…) una línea autónoma que luego se afirmó bajo la dirección de Luigi Longo [ 1900-80] y que culminó en la concepción del 'compromiso histórico' con Berlinguer” (cursiva del autor). Cf. Santiago CARRILLO, “Eurocomunismo” y el Estado, Barcelona, Editorial Crítica, 1977, pp.142-3. Para testimonios de los propios hombres del PCI, véase G. Amendola, P. Ingrao, L. Magri, A. Reichlin, B. Trentin (entretiens avec/recueillis et presentés par Henri Weber), Le Parti communiste Italien: aux Sources de “l'Eurocommunisme”, París, Christian Bourgois, 1977. Para el agudo análisis crítico de Weber, que precede a las entrevistas, véanse las págs. 7-68. Para la función de contención del movimiento obrero ejercida por el PCI, a juicio de Weber, ver nota 58 infra.
[xlv] El llamado “eurocomunismo” ganó un nombre público a partir de una reunión conjunta de los secretarios generales del PCI, Berlinguer, y del PCE, Carrillo, en julio de 1975 en Livorno, ciudad de origen del PCI.
[xlvi] Para un resumen del programa “eurocomunista”, ver Santiago CARRILLO, “Eurocomunismo” y el Estado, Barcelona, Editorial Crítica, 1977, pp. 134-43; sobre cuestiones de economía en particular, véase el inicio del Capítulo 4 “El Modelo de Socialismo Democrático”, p. 99; sobre cuestiones políticas, véase el inicio del capítulo 5 “Las raíces históricas del 'Eurocomunismo'”, p. 141; sobre la discusión del papel del capital extranjero, véase el inicio del subcapítulo, “La influenza del envio sobre nuestro proceso”, pp. 134-5.
[xlvii] El novelista valenciano Rafael Chirbes (1949), una de las voces más autorizadas de la época, resumía la trama que se denominó Transición: “Franco murió en la cama y las partidas españolas de la Transición se armaron desde el exterior, con agentes y dinero de en el extranjero. . No fueron el resultado de una ola democrática incontenible, desencadenada por la voluntad del pueblo español”. Cf. R. CHIRBES, “Franco murió en la cama y los partidos de la transición se escenificaron desde fuera. Entrevista [Franco murió en la cama y los partidos de transición se armaron desde afuera. Entrevista]" (mundo del trabajador, 24 de abril de 2013), republicado en sinpermiso y disponible :http://www.sinpermiso.info/textos/franco-se-muri-en-la-cama-y-los-partidos-de-la-transicin-los-montaron-desde-el-exterior-entrevista>, 30/06/2013, consultado el 22.01.2019/XNUMX/XNUMX. Véase también sobre la Transición como trama, su trama y los hechos internos del franquismo, el papel de Fernández de Miranda y la complicidad de Santiago Carrillo, el reportaje de investigación de Gregorio Morán a Antonio YELO, “Los curas de la Transición eran absolutamente impresentables. Entrevista [Los padres de Transition eran absolutamente impresentables. Entrevista]" (Anotar, diciembre de 2013), republicado en sinpermiso y disponible : , 7, consultado el 05.01.2014; véase también el testimonio del exsecretario general del PCE (22.01.2019-1982) Gerardo Iglesias (8), miembro del CC del PCE durante la Transición, a Álvaro Corazón RURAL, “Estamos dando un paso de gigante a la frontera de lo que fue el franquismo. Entrevista [Estamos dando grandes pasos hacia la frontera de lo que fue el franquismo]” (Anotar, diciembre de 2013), republicado en sinpermiso y disponible : , 29.12.2013, consultado el 22.01.2019.
[xlviii] Los consejos, al menos desde octubre de 1972, del politólogo de Harvard y especialista en contrainsurgencia, Samuel Huntington (1927-2008), a la dictadura brasileña, primero junto al ministro Leitão de Abreu (1913-1992), del gobierno de Medici ( 1969-74), y más tarde junto al general Golbery (1911-1987), ministro del gobierno de Geisel (1974-79), sugiere, por defecto y de una forma u otra, una lectura comparativa, a veces paralelismos y anticipaciones, a veces retomada que tal vez no sean, al fin y al cabo, meras coincidencias, sino signos de un proyecto estratégico básico, ensamblado en otro lugar, como sugiere Rafael Chirbes (ver nota arriba), para una salida negociada –y principalmente por la calle– de los regímenes dictatoriales. Véase Samuel HUNTINGTON, 'Aproximaciones a la descompresión política', 1973, disponible en: http://arquivosdaditadura.com.br/documento/galeria/receita-samuel-huntington#pagina-1. Ver también sobre su consejo al próximo gobierno, ídem, 'Carta al General Golbery do Couto e Silva' [Carta al General….], 28.02.1974, disponible en: http://arquivosdaditadura.com.br/documento/ galería/samuel-huntington-receta#página-17>. Más tarde, como asesor de la administración Carter, Huntington se jactó del papel que desempeñó en Brasil. Ver ídem, American Political Science Review [1988], Cambridge, Cambridge University Press, vol. 82(01), marzo, págs. 3-10.
[xlix] Sobre el primer hecho ver: 1) Discurso de Franco, en “1969 Discurso de Navidad de Francisco Franco: Todo Está Atado y Bien Atado. Rey Juan Carlos [1969 Discurso de Navidad de Francisco Franco: Todo se ata y se ata bien. el rey Juan Carlos]”, en retroclips, 1969/2014, disponible :www.youtube.com/watch?v=bUfI18rCZPM>, consultado el 22.01.2019; 2) “Juan Carlos I: juramento y memoria de Franco [Juan Carlos I: juramento y memoria de Franco (22-11-1975)”, en País y política de España, disponible :https://www.youtube.com/watch?v=Dhj6SaEy4sQ>, consultado el 22.01.2019. Sobre la segunda memoria véase: “Los Pactos de la Moncloa” (25 de octubre de 1977), en
Jesús Fernández, disponible :https://www.youtube.com/watch?v=e_ok34307QQ>, consultado el 22.01.2019.
[l] Véase Anónimo, “Nota editorial”, en AG FRANK, Capitalismo…, op. cit., pp. 6-7.
[li] Al proponer la “reconciliación nacional”, el llamado se dirigía al “sector empresarial dirigente de la nueva sociedad industrial (…), para los cuales la continuidad del Régimen frenaría sus posibilidades de desarrollo y modernización”. Y más adelante afirmó: “La sociedad española quiere que todo cambie para que se pueda asegurar, sin sobresaltos ni convulsiones sociales (…) la continuidad del Estado exige (…) la no continuidad del Régimen”. El documento titulado “Declaración de la Junta Democrática de España” fue presentado oficialmente por Santiago Carrillo y Rafael Calvo Serer (1916-1988) en París, En el día 29 julio de 1974. Posteriormente, la propuesta incorporaría la Partido Laborista Español (PTE), el partido carlista dirigido por Carlos Hugo de Borbón-Parma (1930-2010), el Partido Popular Socialista (PSP) de Enrique Tierno Galvan (1918-1986) y Raúl Morodo (1935), un Alianza Socialista de Andalucia, la Union Trabajadores de Comisiones (CCOO), el colegio de abogados Justicia democrática y una serie de notables, como el intelectual José Vidal Beneyto (1927-2010) y el aristócrata y actor José Luis de Vilallonga (1920-2007).
[lii] Sobre la desaparición de De Gaulle del palacio, dejando atónitos a los restos del gobierno, y sobre sus consultas en los distintos cuarteles, véase Daniel SINGER, “How not to take power (May 27 – May 31) [Como not take power (may 27 – 31 de mayo)]” en ídem, Preludio de la revolución: Francia en mayo de 1968, Chicago, Haymarket Books, 2013, págs. 186-205.
[liii] Véase ídem, “Los trabajadores toman el relevo (14 de mayo – 27 de mayo)”, en ídem, pp. 14-27.
[liv] “Siendo portador de la legitimidad nacional y republicana, he considerado en las últimas veinticuatro horas [es decir, en el tiempo pasado en consulta en los diferentes cuarteles, incluido el de las fuerzas francesas estacionadas en Baden-Baden (Alemania)] , sin excepción, todas las eventualidades que me permitan conservarla (…) Si entonces, esta situación de fuerza se mantiene, tendré que tomar, conforme a la Constitución y para mantener la República, caminos distintos a los del inmediato (propuesta) escrutinio del país [cuya convocatoria para junio ya había sido lanzada, 6 días antes, el 24.05, sin efecto, sin embargo, de calmar las hostilidades] [(...) Si donc, esta situación de fuerza se mantiene, je devrais pour maintenir la République prendre, conformément à la Constituition, d´autres voies que le scrutin immediat du pays] " Ver Charles de Gaulle, “Alocution radiodiffusé, 30 de mayo de 1968 [Discurso de radio, 30 de mayo de 1968]” transcripción disponible : , consultado el 2017/03/3; disponible en audio : , consultado el 00366.
[lv] Aunque poco recordado por los ideólogos liberales, por contradecir concretamente el universalismo de los derechos proclamado en el orden escénico de la democracia burguesa, el uso de las fuerzas armadas nacionales para reprimir las protestas obreras fue un factor decisivo y recurrente en la Francia del siglo XIX, a partir de por la masacre de la insurrección obrera de 1834, en Lyon, pasando por el fusilamiento masivo sumario de junio de 1848, en las Tullerías, etc., sin olvidar la culminación, la llamada Semana Sangrienta (21 – 28.05.1871) que puso fin a la experiencia de la Comuna. La formación en 1944 de las Compagnies Républicaines de Sécurité (CRS) [Fuerzas de Seguridad Republicanas], lanzadas ya en 1947 contra los mineros y trabajadores ferroviarios en huelga (muchos de los cuales todavía tenían armas de la Resistencia en sus manos), no escapó a esta regla.
[lvi] Véase Paul Dwyer, “The Plot Against Harold Wilson, BBC 2006”, en Mark Knight, 90', Reino Unido, BBC, 2006, disponible en: , consultado el 3. Una observación de Gunder Frank, durante una conferencia en Papúa Nueva Guinea en 7 –que tuvo lugar poco antes de la callada denuncia de Wilson– muestra que la posibilidad se había convertido en un tema de actualidad en la prensa británica de la época: “(...) habrá será simplemente un golpe militar que impondrá un “2” directamente, sin pasar por un proceso largo y extenso. En Inglaterra, esta perspectiva ya se está discutiendo en la prensa”. Para la metáfora orwelliana y la mención del golpe, que sirve como ejemplo del razonamiento de Gunder Frank, véase la nota 22.01.2019 a continuación. Cf. AG FRANK, “Crisis económica…”, op. cit., P. 55.
[lvii] Sobre una posible conspiración dentro del Partido Conservador Inglés contra el liderazgo de Edward Heath (1916-2005), orquestada a favor del ascenso de Margaret Thatcher, y que involucró a las fuerzas británicas ocupando Irlanda, véase la trama ficticia -pero aludiendo abiertamente a la realidad hechos – de la película de Ken Loach, Hidden Agenda, Inglaterra, Hemdale Film Corporation/Initial (II), 1990, 108'.
[lviii] Cf. PP PASOLINI, “Marzo 1974. Gli intellettuali…”, op. cit., pág. 37; ídem, “Los intelectuales…”, op. cit., PAG. 59. Véase también la nota 42 supra. Cabe señalar que, aunque sin ningún parentesco político o señal de contacto con Pasolini, la investigación sobre el papel del PCI en la formación del “eurocomunismo”, realizada por el futuro diputado y senador del Partido Socialista Francés –el el entonces profesor Henri Weber (1944-2020, Université de Paris-VIII), en ese momento miembro de la trotskista Ligue communiste Révolutionnaire (LCR)– compartía rasgos similares con la conclusión de Pasolini respecto a su análisis del partido. Así, Weber afirmó: “Al menos en dos ocasiones, en 1968-1969 y en 1975-1976, esta situación prerrevolucionaria se condensó en una crisis aguda, susceptible de profundizarse en una situación de doble poder (…) y en otra , el PCI puso todo su poder político al servicio de la estabilización del sistema. Siguiendo el ejemplo de la socialdemocracia alemana anterior a 1914, ofreció simultáneamente un marco de expresión y centralización nacional al ascenso de los trabajadores (...) y encauzó este ascenso hacia los fines de racionalizar el orden establecido”. Cf. Henri WEBER, “Introducción”, en G. Amendola et al., op. cit., Pp 25-6.
[lix] Véase Anónimo, “Nota editorial”, en AG FRANK, Capitalismo…, op. cit., pp. 6-7.
[lx] Mira las espeluznantes imágenes de Carlos MENDOZA, en "Tlatelolco Las Claves de la Masacre. México 1968"en señor azhar, documental, México, Canal 6 de Julio/ La Jornada, 2003, 58′, disponible : , consultado el 1.