Las medidas cosméticas anunciadas por el gobierno no evitarán el colapso de la economía brasileña, en un escenario donde se espera que millones de brasileños caigan en la pobreza. El resultado será el caos social.
por José Luis Oreiro*
En la noche del 16 de marzo, su majestad, el zar de la economía brasileña, anunció su plan para enfrentar la crisis del coronavirus. Su presentación de unas increíbles seis, sí, seis diapositivas (donde la primera es la portada) ya muestra el grado de despreparación del slider más grande de la historia de la República. En la primera diapositiva vemos “medidas estructurantes” que incluyen “pacto federativo”, “PL da Eletrobrás” y “Plano Mansueto”, sea lo que sea.
Me interesó particularmente un billete con el objetivo de vender Eletrobrás en un momento en que las bolsas de valores de Brasil y del mundo acumulan una caída de más del 40% en los últimos dos meses. Sólo puede ser un plan para vender, en la cuenca de las almas, lo que queda del patrimonio del pueblo brasileño, quién sabe qué intereses. Qualquer gestor minimamente responsável diria que este não é o momento adequado para se desfazer de ativos, mas o czar da economia quer aproveitar esse momento para fazer a privatização de uma empresa estratégica para os interesses nacionais (Esperar o que de uma pessoa que diz que ama ¿los Estados Unidos?).
Las siguientes diapositivas dicen "hasta 147,3 mil millones en medidas de emergencia". Cuando uno lee en detalle lo que está proponiendo el Ministerio de Economía, queda claro que las medidas propuestas se limitan a anticipaciones de gastos que se realizarían a lo largo de 2020, pero que se anticiparán para el primer semestre de 2020. Según un vocero del senador José Serra, el paquete Guedes prevé un aumento del gasto presupuestario de apenas R$ 3 mil millones a lo largo de 2020. Para tener una idea de los montos, es como intentar detener un tren bala disparando un revólver. .
Mientras el ministro Guedes sigue engañando a la sociedad brasileña con medidas cosméticas, los países desarrollados están poniendo en marcha colosales programas para aumentar el gasto público, entre los que destacan el programa francés para cancelar las facturas de alquiler, luz y agua (que debe pagar el estado) o la propuesta del senador Mitt Rommey del Partido Republicano de EE. UU. a donar 1.000 dólares estadounidenses por cada adulto estadounidense. El enorme contraste entre la chorrada de Paulo Guedes y las medidas radicales que están poniendo en práctica los países desarrollados muestra el grado de falta de preparación y amateurismo del Ministro de Economía.
La propuesta de Rommey podría y debería ser adoptada en Brasil. Las medidas restrictivas a la circulación de personas y realización de eventos afectarán fuertemente a los trabajadores informales y por cuenta propia quienes se verán, de la noche a la mañana, privados de sus ingresos y no tendrán acceso a los beneficios sociales que se brindan a los trabajadores formales como seguro de desempleo, FGTS, etc. . Una posible alternativa – sugerida por los asesores económicos del PSDB, PT y PSOL – sería la implementación de un Programa de Renta Universal de Emergencia, en el que todo brasileño adulto, sin empleo formal y con edad entre 14 y 65 años, tendría derecho a retirar una monto equivalente a un salario mínimo por mes, durante tres meses, en cualquier Caixa Econômica Federal, Banco do Brasil o agencias de lotería, presentando solo su identidad y CPF.
Un programa de ese alcance podría costar el equivalente a R$ 300 mil millones en un año. Considerando un valor de 1.5 para el multiplicador del gasto público, el aumento del PIB generado por este programa sería de R$ 450 mil millones. Como el sector público en su conjunto recauda alrededor del 33% de los ingresos en forma de impuestos y contribuciones, la recaudación adicional (relativa al escenario en el que no se hace nada) sería de R$ 150 mil millones, por lo que el déficit primario aumentaría, coéteris paribus, a BRL 150 mil millones o 2% del PIB. Teniendo en cuenta la gravedad de la crisis que enfrentará Brasil, como ya están enfrentando otros países, es un programa barato con una cobertura muy amplia.
La alternativa a este programa es continuar con la mierda de Paulo Guedes y esperar que la economía brasileña se derrumbe, sin tener una red de seguridad social capaz de evitar que millones de brasileños, nuestros hermanos, caigan en la pobreza absoluta. El resultado será el caos social, saqueos de supermercados y miles de muertos. La elección es bastante clara. Corresponde al pueblo brasileño llevarlo a cabo.
*José Luis Oreiro es profesor de economía en la UnB
Artículo publicado originalmente en el blog. José Luis Oreiro Economía, Opinión y Actualidad.