la economia del tiempo

Imagen: Francesco Ungaró
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por GUILHERME PREGER*

La fuerza de la teoría marxista residía en sentar las bases del valor social en el empleo del tiempo.

Según la teoría de sistemas, la economía es un sistema social autopoiético[i] cuyo medio (mediano ) es el trabajo, es decir, el trabajo del tiempo.[ii] La distinción de empleo medio para la economía es entre tiempo libre/ocupado. Esta concepción hace compatible la teoría de sistemas con la teoría marxista, ya que es posible probar que, para Karl Marx, el “trabajo” (Trabajar) como fundamento de la economía es básicamente una variable temporal (horas trabajadas).[iii]

Sin embargo, Marx ve el capitalismo como un sistema cuya forma principal es la mercancía (y no el dinero, que es solo una de las “metamorfosis” de la mercancía). La mercancía para Marx es una forma de dos caras. El interior (capitalista) es el “valor de cambio”; el lado exterior (no capitalista) es el “valor de uso”. Así, entendemos la producción técnica en Marx como una interfaz entre el sistema capitalista y el “mundo exterior” del sistema capitalista, que es el mundo de la vida del trabajador, ya que la técnica es lo que regula los valores de uso de los objetos producidos. Karl Marx también asoció el valor de uso con el tiempo a través de su “consumo”, pero con una temporalidad diferente.

Según la ideología del sistema capitalista, todo “valor de cambio” (el lado interno de la forma mercancía) corresponde al intercambio de equivalentes. La equivalencia de los intercambios es el principal argumento clásico de la tendencia del mercado hacia el equilibrio económico y la equidad de las transacciones. buena parte de La capital trata de refutar esta tesis. Por eso Marx elabora el concepto de “plusvalía”, señalando precisamente que no hay equivalencia en los intercambios del sistema capitalista.

La razón es que el “tiempo” es una variable que no permite la equivalencia de intercambio. Según la segunda ley de la termodinámica, el tiempo no admite reversibilidad, lo que significa que “no se conserva”; por tanto, el capitalismo como sistema económico basado en el empleo del tiempo no puede basarse en un intercambio de equivalentes. Marx prueba entonces la “falsedad” de la tesis liberal del equilibrio económico a través de la no equivalencia de los intercambios.

La plusvalía se entiende en Marx de forma absoluta (explotación directa del trabajo) o relativa (explotación a través de la productividad del trabajo) absorbiendo el valor de las horas realmente trabajadas por el trabajador. Este valor refleja la resolución entre “tiempo libre/ocupado” observada por el lado del trabajador (es decir, por el lado del mundo de la vida). Sin embargo, el sistema capitalista solo reconoce la mercancía y sus respectivas “metamorfosis” como sus formas básicas (BELLUZZO, 2013). Como se supone que el valor de cambio es el mismo desde la producción hasta el consumo, la cuestión temporal interna del sistema debe ser observada desde otra perspectiva, la del capitalista.

La cuestión temporal desde la perspectiva del sistema capitalista entra por la consideración de la duración del circuito económico (DMP-M'-D'),[iv] es decir, el circuito va desde la inversión de capital (D) hasta su realización en efectivo (D'). Al capitalista le interesa reducir la duración de este circuito tanto como sea posible. Al mismo tiempo, la reinversión de capital (D'-D) inicia otro ciclo. Por tanto, la reducción de la duración del circuito individual permite un mayor número de ciclos anuales. Si antes un ciclo duraba un año, pero por el desarrollo productivo ahora se realiza en seis meses, eso quiere decir que en el mismo período de un año que había un ciclo, ahora hay dos. Reduciendo el tiempo del circuito a la mitad se duplicó la frecuencia de los ciclos. Cuanto mayor sea el número de ciclos, mayor será la plusvalía acumulada, ya que sólo después de la finalización completa del circuito, el capitalista obtiene un retorno de su inversión (D').

Sin embargo, este proceso tiene su “contradicción”. Precisamente porque la reducción temporal de un solo circuito aumenta la frecuencia de los ciclos, esto genera una sobrecarga en el sector de realización, que es básicamente el sector terciario de comercialización. Es esta contradicción la que genera los problemas de “sobreproducción”. Un ciclo no debe comenzar antes de que termine otro, y la superposición de ciclos satura (“estresa”) al sector terciario responsable de su realización.

En el actual giro digital de la economía por su “plataformización”, la duración temporal de un ciclo individual se ha visto sustancialmente reducida por el ahorro de tiempo obtenido por la racionalización de la logística digital, y por la mayor adecuación entre oferta y demanda de productos.[V] La consecuencia de este avance técnico es el aumento de la frecuencia de los ciclos, generando mayores sobrecargas en el sector retail.

Es posible especular que el aumento en la intensidad de la reproducción de ciclos en el sector minorista y su saturación es una de las principales causas del resurgimiento de la extrema derecha en términos políticos globales, ya que este movimiento, como demuestran muchos estudios, está compuesta principalmente por la llamada clase “pequeñoburguesa”, que es básicamente la clase mercantil. En el caso brasileño, el ascenso de la burguesía minorista en el bolsonarismo es un caso notable y pacífico. No desarrollaré esta tesis en este artículo; sin embargo, observo que este sector del capitalismo solía ser el menos privilegiado en términos de acumulación de capital, pero ganó mayor importancia sistémica precisamente por el aumento en la frecuencia de los ciclos productivos.

Otra consecuencia previsible del aumento de la “rotación” de ciclos es simplemente lo que entendemos por “aceleración” del sistema. El sistema está “corriendo” más rápido. Pero esta aceleración tiene un costo de entropía que socava el tema del “calentamiento global”. Cuanto más rápida sea la rotación del sistema capitalista por la frecuencia de sus ciclos de producción, mayor será la entropía vertida al medio ambiente por este proceso. Como el sistema se “alimenta” mayoritariamente de combustibles fósiles, esto se traduce en calentamiento global. Tal es una preocupación ecológica derivada de la aceleración del sistema que merece un artículo exclusivo.

Lo que es importante señalar aquí como conclusión es que el sistema capitalista literalmente “consume el tiempo social”. Si la economía es en efecto la organización del uso del tiempo, como argumenté al inicio de este artículo, la repetición continua y más acelerada de los ciclos económicos capitalistas mantiene la “ocupación” permanente del tiempo de trabajo. La productividad técnica debería reducir el tiempo ocupado y aumentar el tiempo libre de los trabajadores, pero esto no es lo que sucede. A través de la plusvalía absoluta, el tiempo libre se transforma en desempleo; debido a la plusvalía relativa (aumento de la productividad), el tiempo ocupado del trabajador sigue siendo el mismo mientras aumenta la producción.

El desempleo se convierte en el problema central del sistema económico, ya que significa que la sociedad no está asignando racionalmente sus recursos temporales, que son finitos al estar limitados por la jornada de veinticuatro horas. El trabajador no tiene la opción de determinar la forma de su tiempo libre; todo su tiempo está “ocupado” por el paro (es decir, en la lucha por la subsistencia).

Karl Marx entendió el llamado “reino de la libertad” a partir de su concepción del tiempo libre. Friedrich Engels dijo célebremente que la libertad es el conocimiento de la necesidad. La fuerza de la teoría marxista residía en colocar el fundamento del valor social en el uso del tiempo, es decir, en la capacidad de distinguir entre el tiempo de libertad y el de necesidad. Por eso sostengo que, contrariamente a la moda “aceleracionista”, el comunismo en la concepción marxista no significa el aumento irrestricto de la riqueza social y la justa distribución de los mayores excedentes productivos mediante el control del aparato técnico por parte de los trabajadores.

El comunismo preferiría representar una sociedad sin excedentes, en la que sólo se produce lo necesario. En otras palabras, sería la reducción por ganancia de productividad técnica del “tiempo ocupado” en la vida de los trabajadores. La ausencia de desempleo en una sociedad comunista sería el derecho social de cada trabajador a gestionar su tiempo libre, minimizando su tiempo ocupado, es decir, su tiempo de trabajo socialmente necesario.

*Guillermo Preger Es Doctor en Teoría de la Literatura por la UERJ. es el autor de Fábulas de la ciencia: discurso científico y fábulas especulativas (Ed. abuela).

Referencias


BACHUR, Juan Pablo. A las puertas del laberinto. Para una recepción crítica de la teoría social de Niklas Luhmann. Río de Janeiro: Beco do Azougue, 2010.

BELLUZZO, Luis Gonzaga. El capital y sus metamorfosis. São Paulo: Unesp, 2013.

DANTAS, Marcos et al. El valor de la información. De cómo el capital se apropia del trabajo social en la era del espectáculo e internet. São Paulo: Boitempo, 2022.

HARVEY, David. La producción capitalista del espacio. San Pablo: Annablume, 2005.

LUHMANN, Niklas. Sistemas sociales. Stanford, California. Prensa de la Universidad de Stanford, 1995.

MENDONÇA DA SILVA, Edson. Por una constitución de la categoría del capital: comentarios sobre las metamorfosis y ciclos del capital en el Libro II de El Capital de Marx. Anales del XXIII Encuentro Nacional de Economía Política, 2019. Disponible en https://sep.org.br/anais/2019/Sessoes-Ordinarias/Sessao1.Mesas1_10/Mesa1/013.pdf.

PREGER, William. De la economía circular a la ecología de redes: las ventajas comparativas de la transformación digital para la Economía Solidaria. Anales del XVIII Coloquio Habermas y IX Coloquio de Filosofía de la Información, 2022🇧🇷 Disponible https://www.academia.edu/93413690/DA_ECONOMIA_CIRCULAR_%C3%80_ECOLOGIA_DAS_REDES_AS_VANTAGENS_COMPARATIVAS_DA_TRANSFORMA%C3%87%C3%83O_DIGITAL_PARA_A_ECONOMIA_SOLID%C3%81RIA.

Notas


[i] La teoría de los sistemas sociales es una teoría amplia, generalmente atribuida al nombre de Talcott Parsons. Su versión autopoiética remite particularmente a la extensa obra de Niklas Luhmann (1995).

[ii] Esta afirmación, por mi parte, resulta heterodoxa y controvertida en la recepción de la obra de Luhman. Luhmann caracteriza el subsistema funcional de la economía teniendo como mediano dinero y la distinción básica pago/falta de pago. En mi opinión, esto reduciría el sistema económico al sistema monetario. Además, no considero que la variable dinero sea “autopoiética”, capaz de autorreproducirse. La caracterización del sistema económico como sistema monetario hace incompatible la obra de Luhmann con la perspectiva marxista. Esta relación es estudiada por João Paulo Bachur (2010). Bachur considera que la diferenciación funcional y el capitalismo son equivalentes como descripciones históricas. Este artículo es un desafío a esta posición. Si el mediano del sistema económico, sin embargo, se considera como el empleo del tiempo, en este caso se hace posible reconciliar a Luhmann y Marx. La variable tiempo es naturalmente autorreferencial, ya que la distinción por el uso del tiempo consume tiempo. Por lo tanto, es posible distinguir un sistema autopoiético basado en la distinción entre tiempo libre y ocupado, que es precisamente la distinción de empleo.

[iii] Esta tesis la desarrollo en un artículo reciente (PREGER, 2022). Aunque no de manera explícita, Marx considera el trabajo como la principal variable de la economía de una manera diferente al modelo ricardiano en el que se basaba. Para David Ricardo y la teoría clásica, el trabajo es observado por la primera ley de la termodinámica como una transformación de energía y, por tanto, es una variable que se conserva a lo largo del proceso productivo. Pero Marx considera que el trabajo es más bien una relación y no una sustancia. Esta relación es temporal (basada en las horas trabajadas). Con esto, Marx llegó a la conclusión de que el valor del trabajo no se conserva en la producción. A pesar de no haber explicitado la dependencia de su concepción de la segunda ley de la termodinámica (que aún se formulaba mientras Marx escribía su magnum opus), el trabajo se observa en la teoría marxista como fuente de organización social y, por tanto, como reducción de entropía Como sabes, por la segunda ley de la termodinámica, la entropía no se conserva, solo aumenta. El trabajo contrarresta así la tendencia al aumento de la entropía. El tiempo es la variable de entropía por excelencia, cuanto más tiempo pasa, mayor es la entropía.

[iv] Descripción del circuito clásico de la teoría marxista, donde D es el dinero invertido en la adquisición de bienes (D). P es el proceso de producción que realiza la transformación M-M'. D' es el incremento de dinero obtenido en la realización del circuito. D-D' es la transformación relativa a la plusvalía, como acumulación de capital. Echa un vistazo a MENDONÇA DA SILVA, 2019.

[V] Consulta el análisis de DANTAS, 2022 sobre los efectos de la digitalización de las plataformas en la reducción del circuito económico capitalista.

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