por CRISTIANO ADDARIO DE ABREU*
Los derechistas pobres se identifican con funk ostentoso de figuras mediocres como Pablo Marçal, soñando con un consumo ostentoso que les excluya
Contexto progresista
Entre el siglo XIX y el XX, Estados Unidos experimentó un profundo crecimiento económico (en 1900 superó a los británicos como mayor productor industrial del mundo), en un desarrollo industrial constante y seguro que se había mantenido sólido desde la Guerra Civil ( 1861-1865). Tal crecimiento económico en el país se produjo bajo el liderazgo del sector industrial, que creció al amparo de los mayores aranceles proteccionistas del mundo en ese momento, practicados por Estados Unidos desde la Guerra Civil, con el arancel Morrill, el Ley Arancelaria, de 1862.[i]
Este proteccionismo arancelario crónico de Estados Unidos ha fomentado su alcanzando sector industrial, junto con la consolidación de los grandes monopolios productivos de Edad dorada (Término americano para el mismo período y equivalente a, el Belle Epoque europeo), de estos “años dorados” de elitismo y consolidación del capitalismo monopolista norteamericano (Baran-Sweezy).
Pero esta situación trajo serios problemas sociales y políticos, debido a una creciente desigualdad, con profunda injusticia social, que generó un creciente cuestionamiento público de la validez de estas estructuras económicas monopólicas por parte de diversos grupos sociales, siendo los tres principales: (i) los pequeños agricultores productores, unidos en el movimiento populista;[ii] (ii) los trabajadores industriales urbanos, unidos en el creciente sindicalismo de perfil especialmente socialista (este era el más combativo, pero no sólo este sindicalismo crecía en ese momento); (iii) los sectores medios regulacionistas/antimonopolistas, influyentes en el mundo jurídico, en el mundo académico y en la prensa estadounidense de la época.
Este cuadro de crisis social, con cuestionamientos generales sobre el modelo económico, encontró una abrumadora crítica académica, económica, social y política en una obra en particular, en la obra de 1899 de Thorstein Veblen: La teoría de la clase ociosa (La teoría de la clase ociosa.). En esta obra, el autor estudia las clases más ricas de EE.UU. con la mirada de un antropólogo que estudia a personas originarias de América, o de islas aisladas en el Pacífico, describiendo analíticamente los comportamientos de la élite estadounidense de forma cruda y sin juicios morales. , pero buscando retratar científicamente a tal clase, lo que resultó en una imagen final embarazosa para esta élite.
Thorstein Veblen es el economista y científico social norteamericano más representativo del institucionalismo, y su trabajo tuvo un impacto duradero en la autoimagen de la élite norteamericana de esa época. Edad dorada, romantizado por el ultraliberalismo económico (¡que no se practicaba en EE.UU.!), pero fuertemente desaprobado por el pensamiento crítico que apalancó su obra, generando una crítica fuerte y duradera a esa élite derrochadora y ostentosa de consumo conspicuo, habilitada por una concentración del ingreso. y producción de capacidades promovidas por el Estado, en detrimento de la comunidad, la mancomunidad. Incluso los liberales consecuentes criticaron la situación en ese momento.
Esta obra supuso una imagen crítica muy fuerte de esta élite, que repercutió en varias obras artísticas, como las películas de Chaplin, dolorosamente poéticas sobre los “vagabundos” muy pobres (el vagabundo) de esa sociedad rica y desigual. Las críticas a esta situación y a esta élite proliferaron en la cultura norteamericana, siendo el personaje del Tío Scrooge un ejemplo icónico de la crítica de la cultura pop a tal situación de capitalismo monopolista desregulado en ese momento (al menos desregulado en los deberes del capital: porque en las protecciones porque había regulación, con mucha protección).
Todo este malestar social resultó en una ola de crítica social, que culminó en una primera ola de mayor regulación estatal de los monopolios en Estados Unidos bajo el gobierno de Woodrow Wilson (1912-1920), y luego culminó en el propio gobierno. New Deal de Roosevelt, quien creó un capitalismo llamado “civilizado”, “moderno”… porque estaba regulado. Pero cuyas bases regulatorias serán destruidas con las desregulaciones del neoliberalismo, a partir de los años 1980, con Ronald Reagan: ¿qué ha hecho retroceder al capitalismo central a ese estado salvaje de Edad dorada, estudiado por Thorstein Veblen.
Guerra cultural de las grandes tecnologías
Esta descripción del impacto del trabajo académico de Veblen en la lucha social del pueblo estadounidense contra la opresión de su capitalismo monopolista sirve aquí para mostrar la fuerza de los estudios e investigaciones para el mejoramiento y la evolución social, económica y política de las sociedades. Porque las dificultades y trampas (legales, conceptuales, económicas…) contra las clases populares son cada vez más sofisticadas en este mundo digital, que exige un mayor estudio y comprensión de las fuerzas sociales victimizadas (el Pueblo) en este proceso. Lamentablemente, en Brasil hoy está sucediendo lo contrario.
Para que tales trabajos académicos tengan, a su debido tiempo, una reverberación tan receptiva en la sociedad, es necesario leer y estudiar un segmento social en crecimiento. La difusión más popular, realizada a través de filtros por parte de los editores que han leído las obras, es un camino honesto hacia la difusión académica. En el siglo. En el siglo XX, en Estados Unidos, las emisoras de radio locales y mucha prensa sindical popular repartida por todo el país, así como grupos de teatro, desempeñaron este papel heroico. Lo que hoy ocurre en los sitios web independientes en Internet, pero sobre todo en las plataformas editoriales monopolistas globales (estadounidenses), como YouTube (de Google), donde los editores independientes publican sus trabajos, muchos de ellos de excelente calidad.
Pero esto muestra la generalizada y creciente sumisión de la sociedad a los monopolios de la comunicación digital, lo que dificulta hoy la popularización de la producción intelectual y académica, como ocurrió en la descrita crítica social a los injustos excesos del capitalismo estadounidense en el período ya mencionado aquí. Hoy la situación en Brasil es desesperada, dado lo absurdo de las regresiones implementadas, tanto sociales (en las regresiones de los derechos laborales y de seguridad social, mientras que la productividad sólo aumenta), como de los derechos productivos: con las privatizaciones, que son la entrega de recursos productivos públicos. activos construidos durante generaciones, de capital fijo, entregados al altar de monopolios privados estructuralmente irresponsables de cualquier deber social/ecológico/o tecnológico, de las ramas productivas que se apropian de estas privatizaciones criminales.
Contexto regresivo
Hoy en Brasil vivimos un proceso histórico opuesto al que revirtió el Edad dorada de los adinerados del capitalismo monopolista en los EE.UU. hacia New Deal. Allí las fuerzas sociales populares lograron popularizar ideas y críticas al capitalismo monopolista y forzaron una reforma del capitalismo. Hoy en Brasil, Internet es utilizado por las clases populares al estilo Tiktokiano: videos de máximo cinco minutos (si eso...), sólo imágenes, y todo lo que se ve en plataformas monopólicas de las Big Tech... El medio hace el mensaje, y el mensaje siempre tiene una forma regresiva: simplista debido a la brevedad estructural y manipulado/dirigido por algoritmos de las grandes tecnologías siempre en acción...
El hecho de que Internet sea una biblioteca infinita de textos e imágenes, películas y libros, sólo ocurre en la mente de personas que fueron educadas sabiendo cómo utilizar una biblioteca. Quienes nunca han sido formados en el uso de una biblioteca utilizan Internet como aprendieron a ver la televisión: siempre yendo a los mismos enlaces (Facebook, WhatsApp, G1, R7, etc…). Por lo tanto, utiliza Internet no de forma activa e interactiva, sino pasiva/reactiva, como siempre lo hacía cuando veía televisión: la televisión era la escuela de deseducación del uso popular de Internet.
En otras palabras: la absoluta mayoría de los brasileños utiliza Internet de la manera más estúpida, incluso más que la televisión. La capacidad lectora de las generaciones nacidas con el móvil en la mano es tan antigua como TikTok: no soportan leer tres páginas.
Así, los problemas aumentan, la realidad se complica y la capacidad de los jóvenes para estudiar y comprender la realidad retrocede hacia un analfabetismo crónico, un analfabetismo patológico, incapaz de abstracciones intelectuales que sólo son alcanzables a través de la palanca de la lectura.
Estas personas sumergidas y creadas en la digitalidad crónica de los vídeos rápidos no sólo son analfabetos crónicos en libros y textos: son cada vez más incapaces y poco dispuestos a ver una película completa. ¡Ya está surgiendo un creciente analfabetismo cinematográfico en estas nuevas generaciones! ¡¡¡Estas personas no sólo no leen ningún libro sino que ya ni siquiera pueden ver películas!!! ¡Así que la situación del analfabetismo crónico es más grave de lo que parece! Porque la propia narrativa, cuenta la historia, resulta cada vez más insoportable para quienes son incultos con el móvil en la mano, y lo utilizan siempre de forma visual, con un límite de tiempo de cinco minutos (¡si es que!).
Esto nos lleva a la realidad crónica de nuestros días. Por tanto, si el analfabetismo crónico es un tema cada vez más problematizado hoy por autores como Michel Desmurget,[iii] El analfabetismo filmográfico es un concepto que me atrevo a lanzar aquí, pues el concepto de agority está tomado de João Cezar de Castro Rocha, y es también el resultado regresivo, que ya venía del uso de la televisión, hecha hoy de medios ultravisualizados, rápidos. , uso discontinuo, de vídeos en plataformas digitales.
¡El pasado y el futuro no existen en esta forma de utilizar las plataformas digitales! La construcción de la linealidad temporal, así como la construcción intelectual acumulativa, es cada vez más negada y borrada en esta forma de uso de la digitalidad: el eterno presente es una dictadura del olvido obligatorio en un mundo sin historia. El fin de la historia es una obsesión neoliberal... Obviamente esto tiene una razón: la única salida a la ratonera neoliberal, neofascista, a esta digitalidad distópica, es a través del estudio sistemático de la historia.
La creciente dificultad de concentración y de abstracción, de formación en la comprensión de una construcción narrativa (¡por no hablar de una construcción de tesis!), ha generado personas intolerantes, incapaces de escuchar, impacientes e irritables, incapaces de tener la resiliencia para estudiar, leer o para cualquier retorno placentero a largo plazo de la dedicación (como estudiar, leer y cada vez más incluso una película!).
La agoridad es el resultado de esta situación general de impaciencia inducida, pereza intelectual totalitaria, incapacidad de concentración, que desemboca en un analfabetismo crónico: analfabetismo literario, analfabetismo digital, analfabetismo cinematográfico.
Esta creciente falta crónica de educación, que no prepara a las personas para el estudio, la lectura, la acumulación intelectual y las asociaciones temporales y causales, ha generado una creciente imbecilidad colectiva, en una sociedad cada vez más infantilizada, regresiva, pero que se enfrenta cada vez más a problemas más complejos y angustioso.[iv] Pero para abordar problemas de complejidad creciente, la capacidad intelectual promedio ha retrocedido rápidamente en nuestro país. Un mundo feliz Redes digitales controladas por algoritmos de Big Tech. En la era de AI la maquinaria avanza, plagiando nuestro trabajo intelectual, y los humanos retroceden a la mecanización binaria digital.
La mediocridad triunfante del idiota Pablo Marçal
¿Resultado de esto? Es la victoria del grito contra la política, de la canalización histérica de fuerzas frustradas contra cualquier diálogo constructivo. Porque el objetivo de estas fuerzas no es la mejora colectiva, ni la solución de nada, sino la imposición de lo mejor, ciegamente, para la valorización del capital monopolista: pasar el rebaño es siempre el objetivo de este “nuevo derecho”, sin medir cualquier coste colectivo, social o ecológico.
Pueden quemar todo Brasil, pueden fomentar las muertes en pandemias, pueden destruir la seguridad hídrica (privatización de Sabesp), pueden destruir las estructuras mínimas de seguridad alimentaria (como en el fin de los cepos regulatorios con Temer), o la seguridad contra las inundaciones. (como las que fueron desechadas en Porto Alegre por el neoliberalismo: estructuras construidas desde los años 1940 con Getúlio Vargas, y que no funcionaron debido al desmantelamiento programado del neoliberalismo...): todos los costos sociales y ambientales no valen nada para el capital monopolista ciego en general, no hay Maori Además, no hay República, para los sinvergüenzas que defienden este neoliberalismo regresivo.
Brasil vive un proyecto capitalista opuesto al de New Deal: estamos bajo una “élite” (como enseñó FHC: Brasil no tiene élite. ¡Tiene razón!) que continúa bajo el delirio neoliberal, destruyendo cualquier pacto civilizacional constructivo. De ahí el odio a la industrialización: sólo la agricultura es pop… (agricultura financiada tecnológica y científicamente por la estatal Embrapa). Pero la campaña de los grandes medios de comunicación y de los algoritmos de las Big Tech para legitimar proyectos tan destructivos es el camino de la locura colectiva, del celebrado autosabotaje, de la imbecilidad infantilizante, que encuentra su representante definitivo en el sinvergüenza de Pablo Marçal en este momento (Este momento será pasa, pero no importa: el proyecto de un loco oportunista de turno seguirá rediseñándose).
El odio a la política, la criminalización de la política, es un proyecto del capital monopolista contra las fuerzas civilizadoras, que ya surgió de los viejos medios tradicionales, pero que se amplifica en los algoritmos de las Big Tech: el círculo repetitivo de la imbecilización binaria para “resolver” todos los problemas. (que son cada vez más complejos) se difunden en grupos de WhatsApp y canales de extrema derecha, aprovechados por los algoritmos ocultos de las Big Tech.
“Respuestas” tan simplistas y deshonestas seducen por su cruda y mentirosa sencillez, por la ilusión de poder que desprenden y “proponen”: poner la ruta en la calle, escuela cívico-militar, “te voy a romper la cara”. ”, “Me armaré”, edificio de 1 km… La mayoría de las “soluciones” son individuales, venden una ilusión de empoderamiento personalizado, para personas que siempre han sufrido tal violencia y están muy lejos de cualquier poder…
Los adultos más humillados y sufrientes, infantilizados y revoltosos, son los que más caen en esta conversación absurdamente mentirosa, de la Sabiduría de Oz Estafadores: el ejemplo más extremo de los cuales en este momento es el estafador condenado Pablo Marçal. Un hombre que ya miente al exhibir el mayor símbolo del laborismo vargasiano, la tarjeta de trabajo, como si la defendiera, y sólo se alía políticamente con los mayores enemigos de toda la tradición obrera en Brasil.
Este señor fue condenado en 2010 por participar en una banda especializada en estafas digitales, enviando pornografía con virus para robar datos, acusado de crear sitios web falsos para bancos públicos con el fin de malversar dinero de los titulares de cuentas (especialmente personas mayores): según la acción, el El grupo envió cargos por defecto a las víctimas, manipulando mentiras y estafas para robar a las personas, en su mayoría personas mayores.[V] El grupo restó los datos, pero las entidades financieras reembolsaron a los cuentahabientes y cargaron con las pérdidas (de ahí: Pablo Marçal robó del erario público). Fue condenado en 2010 por estos delitos, pero la condena expiró y no cumplió su condena. Pablo Marçal en esta ocasión denunció a sus asociados criminales ante la policía federal.[VI]
Pablo Marçal se fugó de prisión por prescripción de la pena, pero la sentencia nunca fue revisada ni retirada, sigue más confirmada que nunca y la justicia electoral sigue sin volcar la legalidad de esta candidatura criminal.[Vii]
Criminal, casi, lo confieso.[Viii], y burlonamente, su estrategia en estas elecciones es elevar la abdicación de la política a la milésima potencia, ya anticipada por el candidato cura de Festa Junina en las elecciones de 2022: la destrucción de la política, del discurso serio y constructivo es el objetivo de la gusano Pablo Marçal. Como resultado, gana vistas y monetización en Internet (su negocio...), y las elecciones se convierten en una palanca monetizada para su programa de terror en Internet, en el que se beneficia alimentando todo lo peor del planeta.
Pero si todas estas tonterías por sí solas no son suficientes para que el Tribunal Electoral revoque tal candidatura, no habría razón para tener un Tribunal Electoral: los partidos serios necesitan realizar un IPC sobre la inacción del Tribunal Electoral en este caso. Porque los crímenes de este señor parecen no tener fin: la calumnia que perpetró contra Guilherme Boulos, abiertamente de mala fe, utilizando a un homónimo de Boulos para difundir mentiras contra el candidato del Psol, es una de las pruebas de que todo en la candidatura del El gusano Pablo Marçal es un sinvergüenza de quinta.
Nuevamente: que la sociedad (y la Justicia) brasileña acepte el circo de horrores, mentiras y crímenes de esta vergonzosa candidatura, será abrir la caja de Pandora del colapso político, será la miliciaización de la política en Brasil. A este ser se le debe revocar su candidatura, así como sus derechos políticos. Casación que, de hecho, debe ocurrirle a todos los que participaron en la cloaca del 08 de enero de 2023: Brasil debe aplastar a quienes destrozan la política y tratar de matar el debate público.
Pero ¿qué pasa con el éxito de un Pablo Marçal tan canalla, precisamente, con tantos de los más humildes? Como dijo Simone de Beauvoir: la opresión sólo tiene éxito gracias al apoyo que encuentra en los oprimidos... El problema actual en Brasil es que dicho apoyo ha alcanzado niveles asombrosos: creo que la señora Beauvoir se sorprendería por la absurda situación brasileña actual.
Es como el esclavo descrito por Machado de Assis en Memorias Postumas, Prudêncio, que sirvió de “caballo” a Brás Cubas, siendo azotado al principio del libro, y que al final del libro, ya liberado, adquirió un esclavo y lleva a cabo torturas mucho peores que las que él mismo sufrió. al principio[Ex]: Este es el proyecto para seducir a los brasileños pobres que vende la extrema derecha digitalizada, personificada por Pablo Marçal.
El éxito de estos cuadros descalificados en la política es el caso de este proyecto de estimulación del odio, del autodesprecio y de la imbecilidad propagado por Big Tech no regulado: de nuevo, sólo uno Nuevo acuerdo regulador de internet[X] puede salvar las democracias. Esto sucede en todo el mundo: no sólo en Brasil.
Desafortunadamente, estos pobres derechistas se identifican con la funk ostentoso de figuras mediocres como Pablo Marçal, soñando con el consumo ostentoso que les excluye. El Brasil actual necesita un Thorstein Veblen para escribir el libro La teoría de las clases imaginarias, para tratar de describir y comprender el ridículo absurdo que ha sido el resultado político, de tantas personas, más conectadas con sus ilusiones y onanismos proyectados, que con sus realidades concretas.
*Cristiano Addario de Abreu Tiene un doctorado en historia económica de la USP..
Notas
[i] CHANG, Ha-Joon. Levantando la escalera: estrategia de desarrollo en perspectiva histórica. Unesp, 2004., pág. 56
[ii] POSTEL, Carlos. La visión populista. Oxford University Press, 2007.
[iii] DESMURGET, Michel. ¡Hazles leer!: Para evitar crear idiotas digitales. Vestígio Editora, 2023.
[iv] MORÍN, Edgar. Introducción al pensamiento complejo. trans. Eliane Lisboa, vol. 4, 2015.
[V] https://oglobo.globo.com/politica/eleicoes-2024/noticia/2024/08/09/pablo-marcal-ja-foi-condenado-por-furto-entenda-o-que-pesa-sobre-o-candidato-a-prefeito-de-sp.ghtml
[VI] https://www.em.com.br/politica/2024/08/6928230-marcal-e-x-9-policia-federal-aponta-que-ele-delatou-comparsas-em-esquema.html
[Vii] https://www.brasildefato.com.br/2024/08/26/relembre-acusacoes-contra-marcal-candidato-a-prefeitura-em-sp-e-associado-ao-crime-por-adversarios
[Viii] https://noticias.uol.com.br/eleicoes/2024/08/26/sakamoto-condenado-por-furto-pablo-marcal-denunciou-seus-comparsas.htm
[Ex] DE ASSIS, Machado. Las memorias póstumas de Bras Cubas. Estudio Editorial, 1998.
[X] https://www.brasil247.com/blog/a-inteligencia-artificial-e-a-estrada-da-servidao-voluntaria
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