La dimensión de la tragedia brasileña

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por GIL VICENTE REIS DE FIGUEIREDO*

Lo que hemos visto pasar en los últimos cinco meses ha sido una explosión de irresponsabilidad en los más diversos ámbitos, especialmente en el manejo político, ideológico, sanitario y económico de la crisis por parte del gobierno federal.

Introducción

En abril de este año publiqué en el sitio web la tierra es redonda un artículo titulado medidas de restricción, en el que presenté escenarios para la pandemia de COVID-19 en Brasil, utilizando en gran medida, como referencia, el trabajo de un grupo de investigadores del Imperial College[i] (Londres), publicado unos días antes; Mostré que, según ese estudio, una gestión cuidadosa de la crisis limitaría el número de muertos en nuestro país a unos 40.000.

Lo que vimos pasar en los últimos cinco meses, sin embargo, fue una explosión de irresponsabilidad en los más diversos ámbitos, especialmente en el manejo político, ideológico, sanitario y económico de la crisis por parte del gobierno federal. Hoy, aún lejos de un desenlace trágico de la pandemia en tierras brasileñas, la pérdida de vidas ya supera las 127.000.

Señalamos tres medidas básicas que podrían haber evitado este camino: mantener, hasta que se defina lo contrario, las medidas de restricción de contactos sociales entonces adoptadas; transferencia rápida y suficiente de recursos a los sectores más frágiles de la sociedad brasileña – desempleados, trabajadores informales, micro-pequeños-medianos empresarios sin capital de trabajo capaz de enfrentar la gravedad de la situación, entre otros; y un enfoque que, desde el punto de vista de la salud, consideró el conocimiento difundido por la comunidad científica y sus organizaciones, sin contrainformación capaz de producir un efecto boomerang, y fue el polo organizador de una política coordinada de testeo, seguimiento y monitoreo masivo de los contagiados, y el debate sobre modelos técnicos que permitan definir, más adelante, qué protocolos y en qué secuencia temporal-geográfica levantar progresivamente el confinamiento.

Lo que se vio que sucedió fue precisamente lo contrario, en casi todos los aspectos. La presión por el fin del confinamiento fue constante, alentada criminalmente desde la cúpula del gobierno federal, a través de reiterados pronunciamientos descalificando el impacto de la enfermedad, afirmando -falsamente- la existencia de medicamentos curativos y, así, desalentando la continuidad del aislamiento; el traslado de las ayudas económicas necesarias, por su parte, era ineficiente y lento, requiriendo largas colas que constituían nuevos riesgos de contaminación; y, finalmente, se ignoraron las pautas sanitarias y científicas.

Más preocupante aún es el hallazgo de que, casi medio año después, no se ha construido aquí una red efectiva de testeo y seguimiento de casos para controlar efectivamente la pandemia y garantizar un retorno relativamente seguro a la 'nueva normalidad'. La publicación "Coronavirus (COVID-19) Pruebas, estadísticas e investigación: nuestro mundo en datos”[ii]da testimonio de esta lamentable realidad: según la información contenida en la Tabla 1 a continuación“solo se incluyeron países para los que se dispone de datos, lo que corresponde al 66% de la población mundial” – en otras palabras, Brasil está, junto con el tercio restante, fuera de la base estadística confiable correspondiente, relegado al espacio en blanco de “No hay datos.

Tabla 1 – Porcentaje de casos confirmados sobre el total de pruebas de COVID-19 aplicadas Fuente: https://ourworldindata.org/coronavirus

Además de registrar la falta de información sobre los porcentajes en cuestión, el diagnóstico que sigue (misma fuente) evalúa los países que han demostrado mejor y peor capacidad de testeo, a nivel mundial:

“Los datos de Eslovaquia, Tailandia, Nueva Zelanda, Corea del Sur y Alemania muestran que estos países monitorearon bien la pandemia desde el principio y rápidamente la controlaron después del brote inicial y pudieron reducir el número de casos” […] “La datos de la Brasil, México, Estados Unidos, Panamá, India, Pakistán, Sudáfrica y Nigeria muestran que allí se realizan pocas pruebas, en comparación con el tamaño de los respectivos brotes. Además, estos países lamentablemente informan que todavía hay una gran cantidad de casos nuevos a diario”.

Más grave aún es el hecho de que Brasil se encuentra entre los ocho países del mundo con mayor incidencia global de casos por cada 1.000 habitantes.[iii] y que, entre estos, es el que tiene la menor capacidad de prueba para el nuevo coronavirus, como se muestra en la Tabla 2 y el Gráfico 1, a continuación.

Quadro 2 – Casos y pruebas por cada 1.000 habitantes en los ocho países con mayor incidencia de COVID-19 Fuente: https://www.worldometers.info/coronavirus/[iv]Elaboración del autor * USA = Estados Unidos de América

Gráfico 1
Brasil: el menos probado entre los ocho países con más casos de COVID-19 en el mundo

Fuente: https://www.worldometers.info/coronavirus/ Elaborado por el autor

La correlación entre pruebas altas y mortalidad baja es fuerte, con consecuencias nefastas: entre los ocho países mencionados, Bahrain, que mas pruebas, tiene hoy 72 muertes por millón de habitantes, mientras que en brasil, el que prueba menos, el número de muertes es 593 por millón de habitantes

1 – Evolución comparativa de la pandemia: Brasil, Francia, Alemania, Italia y EE.UU.

Como resultado del inmenso desprecio aquí, combinado con la descalificación de principios elementales a cumplir en la actual crisis sanitaria, como el referente al uso de mascarilla, muchas veces violado por el propio presidente, Brasil vive un escenario anunciado. de angustioso caos e incertidumbre que la pandemia de la COVID-19 ha tenido un gran impacto en el planeta – sin embargo, una comparación entre algunos países de Europa, EE.UU. y Brasil muestra, en este sentido, diferencias esenciales.

1.1 Curvas de muerte comparativas

El gráfico 2 a continuación revela que, en Brasil, la pandemia se ha comportado de manera bastante atípica: aquí ha habido un aumento constante en el número de muertes acumuladas en los últimos cuatro meses, sin reducción en la pendiente de la curva, a diferencia de lo que sucedió en la gran mayoría de otros países, como Francia, Alemania, Italia y EE. UU., donde, después de aproximadamente 1,5 a 2 meses, comenzó un proceso de enfriamiento progresivo de la enfermedad.

Gráfico 2

Fuente: https://ourworldindata.org/coronavirus Elaborado por el autor[V]

Esta realidad se vuelve aún más clara cuando se consulta el promedio móvil de 7 días de nuevas muertes (Gráfico 3).

En EE. UU. y en los países europeos analizados, la meseta que precede a la caída de muertes es corta, con una duración de menos de 15 días, mientras que en Brasil hay una estabilización en el rango de 4 a 5 muertes por millón (entre 800 y 1000 personas, diariamente) por un período cercano a los 120 días, lo que provocó pérdida adicional de alrededor de 100.000 vidas, en relación a lo que hubiera sucedido si la enfermedad se hubiera controlado de manera similar a lo que sucedió en la mayoría de los demás países del mundo.

Gráfico 3

Fuente: https://ourworldindata.org/coronavirus Elaborado por el autor

1. 2 Respuesta a la pandemia

Hay otros indicadores que se pueden analizar para evaluar la idoneidad de las respuestas de varios países a la pandemia. Una de ellas es el conjunto de proyecciones señaladas en el estudio pionero de investigadores del Imperial College que, teniendo en cuenta un importante conjunto de factores, presentaron en marzo de este año, país por país, una evaluación de dimensiones y escenarios de pérdidas de vidas futuras resultantes del nuevo coronavirus, incluida la 'supresión temprana', considerada lo menos peor posible[VI]. Hoy, casi seis meses después, comparamos, en la Tabla 3, las proyecciones de ese estudio con lo que realmente sucedió.

Fuentes: Estudio del Imperial College. paginas oficiales[Vii]

Estos números, resumidos en el Gráfico 4, son llamativos: en Alemania el número de muertes no llegó a la mitad de las proyecciones realizadas, mientras, en Brasil, que presentó las cifras más negativas entre los cinco países, era casi tres veces más grande.

Gráfico 4


 

2 – COVID-19 en Brasil

Si bien el sesgo político-ideológico-sanitario es un parámetro importante para comprender las discrepancias señaladas en relación con otros países, cabe señalar que no es el único, ya que la dimensión continental de Brasil propició –como también ocurrió en EE.UU. – a la existencia de distintas trayectorias del COVID-19 en distintos estados y municipios, con distintas intensidades y temporalidades.

2.1 La evolución del número de muertes

En la segunda quincena de marzo de 2020, la ciudad de São Paulo se convirtió en el epicentro inicial de la pandemia en Brasil, traída por viajeros que regresaban de Europa. De ahí la enfermedad se propagó rápidamente a Río de Janeiro, donde a partir de mayo se aceleró aún más.

Gráfico 5

Fuentes (Gráficos 5, 6, 7, 8 y 9): https://covid.saude.gov.br/

Del eje São Paulo – Río de Janeiro, el COVID-19 avanzó, desde mediados de abril en adelante, hacia Amazonas y, posteriormente, a Pará y al resto de la región norte (Gráfico 6), donde el impacto fue inmenso, debido a la condiciones precarias de los sistemas locales de salud y, adicionalmente, por la escasa distribución de los recursos de salud existentes, generalmente concentrados en las capitales.

Gráfico 6

La siguiente región afectada fue el Nordeste, especialmente después de finales de abril/principios de mayo, y los principales puertos de entrada fueron Ceará y Pernambuco.

 Gráfico 7

En el Medio Oeste (y en el Gráfico 8 también incluimos a Minas Gerais y Bahía, donde la enfermedad tuvo una trayectoria similar) la pandemia se afianzó efectivamente a partir de junio. Con excepción de Mato Grosso, donde hay una reducción en la tasa de mortalidad, la COVID-19 aún no está en un descenso claro en esos estados.

Gráfico 8

La última región afectada fue el Sur (Gráfico 9); la peor fase aparentemente ocurrió en agosto.

Gráfico 9

Los gráficos 5, 6, 7, 8 y 9 están en la misma escala, lo que permite observar que la pandemia, además de haberse intensificado en diferentes regiones en diferentes momentos, afectó al Norte y Noreste del país de manera diferenciada y grave. forma,

2.2 Evolución del número de casos

Mientras las nuevas curvas de muerte, en Brasil y en el mundo, esbozan signos de retracción global de la COVID-19, el Gráfico 10 (de nuevos casos[Viii]) presenta tendencias contradictorias, especialmente en países -como Francia, entre otros- donde el número de muertes diarias ya se ha reducido considerablemente, y en los que el reciente aumento del número de casos podría parecer -preocupantemente- el comienzo de un 'segundo ola' '.

Gráfico 10

Sin embargo, no ha habido más aumento en el número de muertes. Se han planteado algunas hipótesis explicativas, entre las que destacan: el cambio en el perfil etario de los nuevos contagios, que hoy se concentran en los grupos de edad más jóvenes, en particular como consecuencia de la mayor circulación de jóvenes y turistas en el verano europeo; el aumento de las pruebas de casos asintomáticos y la evidencia de que COVID-19 genera un grado importante de inmunidad, aunque aún no se comprende completamente, en los lugares previamente más afectados.

Todavía sería precipitado anticipar lo que nos deparan los próximos meses, específicamente para Brasil. Las consideraciones que siguen, por lo tanto, deben verse como simples y meras proyecciones de lo que parece ser un curso decreciente de la enfermedad que, a pesar de la irresponsabilidad de nuestros líderes, sigue su propia dinámica.

2.3 Modelos y proyecciones, que NO son predicciones

En los últimos meses se han publicado numerosos trabajos científicos sobre la COVID-19 y, en particular, se han revisado varios modelos epidemiológicos y sus respectivas proyecciones.

Existen varios enfoques, como el que presenta la pandemia como un objeto complejo, a partir de una propuesta de modelado heurístico guiado por planes de ocurrencia e interfaces jerárquicas[Ex]; o el que utiliza sistemas de ecuaciones diferenciales lineales[X]; o la que acompaña la evolución de la enfermedad, buscando aproximar los valores de cierto tipo de función a los datos observados. En esta última línea, Se Yoon Lee propuso recientemente[Xi]el uso de curvas logísticas generalizadas[Xii] (Modelo de curva de crecimiento de Richards[Xiii]). La aplicación de este último método a la COVID-19, en el caso brasileño, da como resultado los gráficos del ANEXO (elaboración del autor).

3 – Conclusión

Es importante reafirmar, finalmente, que no se puede asumir, ni mucho menos creer, que las proyecciones aquí señaladas se confirmarán automáticamente, lo que sería un gravísimo error, ya que dependen -mientras no haya vacuna- de la continuidad y profundización de las medidas y cuidados que necesitan y deben ser tomados.

En particular, es fundamental: que se mantenga la distancia social, sin aglomeraciones como las que se han visto recientemente en Brasil; que el uso de todos los equipos de protección personal es cada vez más difundido y fomentado por las autoridades públicas; y que, sobre todo, en nuestro país, en el menor tiempo posible, se estructure un programa integral y eficiente de testeo de casos, localización de contactos, aislamiento y seguimiento de pacientes.

Sin una conciencia colectiva firme de que todas estas medidas son imprescindibles y necesarias, la pandemia de la COVID-19 no retrocederá solo para refrendar algunos modelos matemáticos.

Anexo

Indicamos a continuación proyecciones -en lila- para el comportamiento de la pandemia de COVID-19, considerando los parámetros que mejor se ajustan a las curvas logísticas generalizadas a los datos oficiales (https://covid.saude.gov.br/) disponible hasta el 4 de septiembre de 2020, por estado brasileño. En cada gráfico, la curva naranja representa los promedios móviles de 7 días (casos) y la curva negra los promedios móviles de 14 días.

Insistimos, una vez más: 'proyecciones' no pueden ni deben confundirse con 'pronósticos', por varias razones, entre las cuales: 1) la información disponible puede no ser confiable (reporte incorrecto); 2) y, sobre todo, el futuro puede no reflejar el pasado, en particular porque el comportamiento de la población y un conjunto de otros parámetros pueden no corresponder a la historia anterior.

*Gil Vicente Reyes de Figueiredo es profesor jubilado del Departamento de Matemáticas de la UFSCar.

 

Notas


[i]El impacto global de COVID-19 y las estrategias de mitigación y supresión. 26 de marzo 2020. Patrick GT Walker*, Charles Whittaker*, Oliver Watson, Marc Baguelin, Kylie EC Ainslie, Sangeeta Bhatia, Samir Bhatt, Adhiratha Boonyasiri, Olivia Boyd, Lorenzo Cattarino, Zulma Cucunubá, Gina Cuomo-Dannenburg, Amy Dighe, Christl A Donnelly, Ilaria Dorigatti, Sabine van Elsland, Rich FitzJohn, Seth Flaxman, Han Fu, Katy Gaythorpe, Lily Geidelberg, Nicholas Grassly, Will Green, Arran Hamlet, Katharina Hauck, David Haw, Sarah Hayes, Wes Hinsley, Natsuko Imai, David Jorgensen, Edward Knock , Daniel Laydon, Swapnil Mishra, Gemma Nedjati-Gilani, Lucy C Okell, Steven Riley, Hayley Thompson, Juliette Unwin, Robert Verity, Michaela Vollmer, Caroline Walters, Hao Wei Wang, Yuanrong Wang, Peter Winskill, Xiaoyue Xi, Neil M Ferguson , Azra C. Ghani, colegio Imperial Equipo de respuesta de COVID-19. Disponible: https://www.imperial.ac.uk/mrc-global-infectious-disease-analysis/news–wuhan-coronavirus/?fbclid=IwAR0GeexFNu6ezOVclPBVW5x3Z3yOn5N1X6siDO5P7ezUOm_UwOUu31RBoAY Consultado el 27 de marzo de 2020.

[ii]Accesible en la página https://ourworldindata.org/coronavirus, que lleva el sello de la Universidad de Oxford y es un referente para los trabajos de investigación sobre la COVID-19.

[iii] Entre los 156 países del mundo que tienen una población de más de un millón de habitantes.

[iv]Esta es la página de referencia de las publicaciones de la USP-Ribeirão Preto publicadas enhttps://ciis.fmrp.usp.br/covid19/analise-brasil-e-mundo-testes/, con respecto a la capacidad de prueba para COVID-19. Consultado el 8 de septiembre de 2020.

[V]El gráfico 2 se elaboró ​​de la siguiente manera: el registro de defunciones acumuladas se registró, para cada país, a partir del día en que ocurrió la quinta defunción, fecha que corresponde al 'día 1' de cada país. Así, se comparan fases similares (en el tiempo) de la epidemia en diferentes países.

[VI]En este escenario, se supone que se toman las medidas adecuadas de distanciamiento social antes de que el número de muertes llegue a 2 por millón, con respecto a la semana inmediatamente anterior.

[Vii] Las fuentes de los datos presentados anteriormente son los valores contenidos en el estudio del Imperial College, por un lado, y, por otro, las siguientes páginas oficiales (consultadas el 9 de septiembre de 2015), respectivamente, con respecto a la actual cantidad de muertes: https://covid.saude.gov.br/; https://www.zeit.de/zustimmung?url=https%3A%2F%2Fwww.zeit.de%2Fwissen%2Fgesundheit%2Fcoronavirus-echtzeit-karte-deutschland-landkreise-infektionen-ausbreitung; https://coronavirus.1point3acres.com/en; https://www.gouvernement.fr/info-coronavirus/carte-et-donnees; y http://www.salute.gov.it/nuovocoronavirus

[Viii] La fuente utilizada es, como antes, la página https://ourworldindata.org/coronavirus

[Ex]Modelado de la pandemia de Covid-19 como un objeto complejo (notas de Samajian) Naomar de Almeida Filho, en http://orcid.org/0000-0002-4435-755XInstituto de Estudios Avanzados, Universidad de São Paulo, São Paulo, Brasil. 2020 (26 de junio)

[X]¿Cuál es la estimación de camas de UTI para la atención de pacientes adultos en el pico de la pandemia de COVID-19 en Porto Alegre? Estudio con modelo matemático SEIHDR, Cristiano Lima Hackmann, Carlos Schonerwald, Jair Ferreira y Maurício Guidi Saueressig, UFRGS, Brasil. 2020 (09 de julio)

[Xi] Estimación de las curvas de propagación de COVID-19 que integran datos globales e información sobre préstamos, Se Yoon Lee, Bowen Lei, Bani Mallick, Universidad de Texas, emhttps://journals.plos.org/plosone/article/authors?id=10.1371/journal.pone.0236860, MÁS UNO. 2020 (29 de julio)

[Xii] Es una función del tiempo con cuatro parámetros: F(t; ϴ1, ϴ2, ϴ3, ε) = ϴ1.[1+ε.exp {-ϴ2 .(t-ϴ3 )}]^(-1/ε); La propuesta de modelación, en el caso específico de la pandemia del COVID-19, es encontrar, en una fecha determinada (en este caso, el 04 de septiembre de 2020) los valores de los parámetros que, para valores sucesivos de t, en todas las fechas anteriores, más se ajustan a los datos observados empíricamente.

[Xiii] Richards F. Una función de crecimiento flexible para uso empírico, Journal of experimental Botany. 1959; 10(2): 614-616.

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