por LEANDRO MORGENFELD*
Prefacio al libro recientemente publicado de Claudio Katz
Este libro de Cláudio Katz resume y actualiza la investigación del autor sobre el imperialismo en un contexto de creciente desorden global y escalada de tensiones, incluidas las militares, entre Estados Unidos, China y Rusia. Diálogos con una de sus obras anteriores, Bajo el imperio de la capital (Ediciones Luxemburgo, 2011), obra fundamental en la que el autor analiza cómo funciona el imperialismo en el siglo XXI, pero que se remonta a los orígenes del fenómeno clásico, el analizado por Kautsky, Luxemburgo, Hilferding y Hobson.
En esa obra, Cláudio Katz retomó a estos autores, los hizo discutir, los diseccionó y discernió lo que seguía siendo útil o no en cada uno de ellos. En ese trabajo, así como en La teoría de la dependencia 50 años después (Batalla de ideas, 2018), la preocupación de este reconocido economista argentino no se centró en resolver el debate histórico sobre el imperialismo, sino, desde una perspectiva marxista, dilucidar hasta qué punto y en qué sentido es válido hablar de él hoy. . Esta manera de abordar los problemas, retomando, sin dogmatismos, los debates centrales en las ciencias sociales y en el marxismo en particular, pasa a primer plano en La crisis del sistema imperial.
A diferencia de lo que ocurrió hace poco más de una década, cuando el concepto de “imperialismo” todavía parecía marginal, hoy, gracias a la guerra fría que Estados Unidos libra contra Rusia y China, está presente en gran parte de las discusiones en el ámbito de la geopolítica, aunque muchos analistas internacionales todavía lo omiten constantemente. Somos, entonces, testigos de un saludable resurgimiento de los debates sobre el imperialismo. Basta mencionarlo, subraya el autor, para dejar claro que las potencias dominantes ejercen su primacía por la fuerza.
Sin alusiones a la situación particular de Nuestra América, que son abordadas en otra obra de Katz de inminente publicación, La encrucijada de América Latina: Derecha, progresismo e izquierda en el siglo XXI (Batalla de ideas, 2023), este libro, publicado por Jacobin, está compuesto por una serie de artículos, publicados entre 2021 y 2023, que siguen la compleja situación global, al tiempo que actualizan debates teóricos y polemizan con diferentes exponentes de la izquierda y otras versiones.
La crisis del sistema imperial Está dividido en 22 capítulos, que conforman seis secciones. En el primero se define el sistema imperial, vigente desde la segunda posguerra, y que, como insiste Cláudio Katz, debe distinguirse de su precedente clásico. Esto tiene una dimensión económica (confisca recursos de la periferia), una dimensión política (lucha contra la insurgencia popular) y una dimensión geopolítica (muestra las rivalidades entre diferentes poderes). Los escenarios de enfrentamientos bélicos interimperialistas que sacudieron la primera mitad del siglo XX no se han repetido en los últimos 75 años.
En cualquier caso, además de que la temida Tercera Guerra Mundial no se desató –y que, para Cláudio Katz, hay varias circunstancias que mitigarían esa posibilidad, al menos en el futuro inmediato–, hay, efectivamente, elementos de continuidad resaltada por el autor: el elemento coercitivo sigue siendo central. La ausencia, hasta ahora, de enfrentamientos bélicos frontales entre las potencias no ha supuesto una disminución del gasto militar, sino todo lo contrario. Los múltiples enfrentamientos bélicos, para analistas como Gabriel Merino, forman parte de una guerra mundial híbrida y fragmentada. Y tampoco podemos descartar por completo, en el futuro, la posibilidad de una confrontación bélica a escala global.
En la segunda sección del libro (capítulos 2, 3 y 4), Cláudio Katz analiza uno de los temas más debatidos hoy: la decadencia estadounidense. Esta parte estudia la fallida recuperación imperial de Estados Unidos –desde que fracasaron las diferentes estrategias impulsadas por Trump y Biden, las fracturas internas en el país comienzan a aumentar–, la discusión entre decadencia, supremacía o transnacionalización y la incertidumbre imperial contemporánea. El autor es cauto a la hora de hacer predicciones, entre otras razones porque enfatiza acertadamente que no hay caminos predeterminados ni tendencias inmutables, sino que las resoluciones de las contradicciones dialécticas tienen que ver con cambiar las correlaciones de fuerzas y, especialmente, con la lucha social.
Cláudio Katz analiza los aciertos y errores de las teorías de sucesión hegemónica (China sustituiría a Estados Unidos, como antes reemplazó al Reino Unido) y de imperio global, mostrando las diferencias significativas entre el actual sistema imperial, liderado por Estados Unidos, y su predecesor británico. A la hora de entender cómo funciona el sistema, se analizan casos de alterimperialismo en Reino Unido y Francia, así como las variantes de coimperialismo que encarnan Australia, Canadá o Israel.
En la tercera parte del libro, Cláudio Katz comienza a presentar un mapeo muy detallado de las potencias que orbitan fuera del sistema imperial. Los cinco capítulos de esta sección están dedicados al estudio de China: la rivalidad con Estados Unidos (observando que no es una competencia entre iguales), la situación única del gigante asiático (no es una potencia imperial como Estados Unidos , pero tampoco forma parte del Sur Global), los dilemas entre disociación e integración a través de la Ruta de la Seda, el debate sobre el carácter del sistema económico-social y político que prevalece en China (restauración capitalista incompleta junto con un régimen político singular ) y los proyectos en disputa dentro del principal rival del sistema imperial.
Utilizando el concepto de “desarrollo desigual y combinado”, Cláudio Katz critica las opiniones indulgentes sobre el gigante asiático (no cree que promueva una “globalización inclusiva”) y pone la lupa sobre los desequilibrios que ya pone de relieve como economía desarrollada y como un acreedor muy grande, importante, principalmente de países latinoamericanos y africanos. Esto sin olvidar, por supuesto, las características particulares de China, que tiene un capitalismo muy avanzado (pero que no domina toda la economía), una inserción internacional única (expansión productiva, pero con prudencia geopolítica) y la ausencia de neoliberalismo y financiarización. , lo que ha permitido un desarrollo acelerado en las últimas décadas, a partir de las transformaciones logradas tras la revolución de 1949.
Los cuatro capítulos de la siguiente sección están dedicados al otro protagonista exclusivo de las tensiones actuales en el escenario global: Rusia. Katz, a diferencia de muchos otros analistas, prefiere caracterizarlo como un imperio no hegemónico en ciernes. Analiza el legado de Lenin, las continuidades, reconstrucciones y rupturas desde la caída de la Unión Soviética y refuta los argumentos de quienes, abordando cuestiones exclusivamente geopolíticas, tienen una visión benévola del gobierno de Moscú. Rusia sufre visibles debilidades económicas y una inserción internacional semiperiférica, basada básicamente en la exportación de bienes primarios (aunque también de armas). Sin embargo, esta debilidad económica contrasta con su muy activa intervención geopolítica externa, que incluye incursiones militares.
Las acciones actuales de Rusia, bajo el mando de Vladimir Putin, difieren tanto de la acción imperial zarista como de la expansión soviética, que nunca fue imperialista. Además del enfrentamiento con el sistema imperial liderado por Estados Unidos y la OTAN, el actual gobierno de Moscú, según el autor, está completamente alejado del universo progresista, con políticas que promueven los intereses de la oligarquía, equilibran las tensiones entre chovinistas y liberales y atacar las expresiones de izquierda.
La quinta parte está íntegramente dedicada, en sus cuatro capítulos, al análisis de la región que ha sido un polvorín en las últimas décadas: Oriente Medio. Rescatando la categoría de “subimperialismo”, se analizan los casos de Turquía, Irán y Arabia Saudita. También se analiza la acción coimperial de Israel. La tragedia que vive esta región del planeta no se debe a cuestiones religiosas o culturales, como afirma Estados Unidos, sino a los intentos de esta potencia por recuperar su primacía. Las acciones del Pentágono, como explica Cláudio Katz, tienen como objetivo controlar el petróleo, sofocar rebeliones y disuadir a los rivales. Sin embargo, los resultados fueron negativos para Washington en las últimas incursiones en Afganistán, Irak, Libia y Siria. La creciente presencia económica de China en la región está alterando las alianzas que Estados Unidos supo construir en décadas anteriores.
La sexta sección aborda las consecuencias políticas de los conflictos que atraviesa todo el sistema imperial. Sin embargo, las derrotas de Estados Unidos en el Gran Medio Oriente no implican necesariamente victorias populares. Afganistán, Irak, Libia y Siria ofrecen ejemplos claros de este enfoque que evita el maniqueísmo. Cláudio Katz propone el antiimperialismo como principal brújula para posicionarse en la izquierda frente a los conflictos. Es fundamental, sostiene, analizar cómo el protagonismo de las luchas populares gravita hacia la confrontación con el sistema imperial. No debemos absolutizar los alineamientos geopolíticos ni caer en el neutralismo.
Los capítulos 20 y 21 están dedicados a la guerra de Ucrania, definiendo responsabilidades, proponiendo un análisis conjunto de los factores geopolíticos y de la lucha de clases y la autodeterminación de los pueblos. Al mismo tiempo, se propone cuáles podrían ser las posiciones adecuadas para la izquierda. Cláudio Katz critica la invasión rusa (que ignora el derecho del pueblo ucraniano a la autodeterminación nacional), destacando, al mismo tiempo, que fue provocada por las acciones imperialistas de la OTAN y la política de ataques a la población rusa en el este de Ucrania. Bajo esta perspectiva, están surgiendo llamados internacionales para reiniciar negociaciones urgentes para detener la tragedia humanitaria causada por la guerra.
En el último capítulo, Katz refuta a los críticos de sus tesis, en particular a aquellos que defienden, desde una perspectiva economista y dogmática, un análisis de la situación actual como si fuera equivalente a la descrita por Lenin hace más de un siglo. El autor concluye que el escenario actual no puede entenderse como si fuera similar al anterior, cuando surgió el contraste entre imperialismos y semicolonias.
Este libro forma parte de la vasta obra de Cláudio Katz, que aborda los debates más importantes de la actualidad desde una perspectiva marxista, pero sin desconocer los aportes de otras escuelas de pensamiento. Durante las últimas dos décadas, este miembro de EDI – Economistas de Izquierda Argentina – ha publicado libros sobre el futuro del socialismo y la izquierda en América Latina, los dilemas entre el ALCA, el MERCOSUR y el ALBA, la corriente teórica de la economía marxista, el imperialismo y teoría de la dependencia, entre otros temas.
El autor siempre realiza estudios exhaustivos sobre el tema, lo que permite al lector orientarse aunque no sea experto en los temas abordados. Este es uno de sus grandes éxitos, que también se repite en este libro. Sobre cada tema, Cláudio Katz organiza y presenta las diferentes corrientes y posiciones, tratando de no distorsionarlas, incluso cuando está totalmente en desacuerdo con ellas. Este enfoque, alejado del dogmatismo habitual, permite al lector reconstruir sistemas problemáticos, conocer los debates más actuales e incluso llegar a síntesis que no son las del autor. Además, gracias a su vasta experiencia como docente y periodista, Katz presenta de manera sencilla y didáctica temas y cuestiones que tienden a parecer lejanos e incluso incomprensibles para el lector no especializado.
El tema específico de este trabajo, la crisis del sistema imperial, proporciona interesantes reflexiones sobre hacia dónde se dirige el capitalismo y el (des)orden mundial actual. Después de todo, ¿existe una mutación emergente que apunte en la dirección de un sistema multipolar? ¿Es la decadencia del imperio estadounidense tan real como se cree? ¿Es el siglo XXI un siglo de hegemonía china? ¿Es Rusia una potencia imperial? ¿Qué pasará con los subimperialismos? ¿Existe el Sur Global? ¿Qué papel juegan Europa, Turquía, Irán, Irak, Arabia Saudita, Canadá, Israel y Australia? ¿Podría haber otra guerra mundial como las del siglo pasado? ¿Cuál es la naturaleza de los conflictos armados de los últimos años? ¿Cómo verán las principales potencias las confrontaciones y tendencias actuales?
Si bien, respecto a cada tema, Cláudio Katz explica su propia hipótesis, en muchos casos no propone una respuesta clara a las preguntas planteadas. Quizás a veces sea más fructífero explicar las contradicciones y tensiones latentes. El autor se muestra cauteloso con las predicciones y advierte contra las visiones circunscritas a meras circunstancias y contra quienes predicen permanentemente, a veces sin fundamentos sólidos, qué tendencia prevalecerá sobre otras.
En su trabajo anterior sobre el tema, Bajo el imperio de la capital, Katz se distanció tanto de las visiones ortodoxas que proponen la continuidad de los esquemas leninistas, casi sin modificaciones, como de las tesis globalistas que simplemente descartan el problema del imperialismo. Ni un enfoque ni el otro, afirmó, permiten comprender las contradicciones actuales. No estamos en un contexto como el descrito por Lenin, pero tampoco estamos en un mundo en el que los Estados nacionales estén prácticamente disueltos. El capital nos empuja hacia la globalización, pero las mediaciones estatales siguen vigentes.
Hablando con y con los fundadores del marxismo-leninismo, Cláudio Katz no tuvo problemas en rechazar hipótesis o análisis que consideraba incorrectos. Puede parecer una obviedad, pero superar un enfoque dogmático es un punto de vista fundamental para mantener viva y útil la tradición de pensamiento crítico que cultiva el autor.
Cláudio Katz no adopta una posición definitiva en muchos de los debates que plantea. No tiene una visión leninista ni una visión antileninista o posleninista. A Katz no le interesan las calificaciones ni Slogans, sino más bien centrarse en las tensiones, en las contradicciones dialécticas. Es alguien que está más preocupado por ver operar –jerárquicamente– las diferentes tendencias que por arriesgarse a decir cuál de ellas prevalecerá sobre la otra. Y esto sucede, en parte, porque la dinámica de la lucha social, para él un factor clave en el análisis, no es fácil –por no decir imposible– de predecir. El sistema imperial, en crisis, no caerá por su propio peso; su destino dependerá de las luchas sociales.
Este libro es esencial para comprender la actual crisis global. Cláudio Katz afirma que el imperialismo contemporáneo (el sistema imperial) es claramente diferente de su predecesor clásico, en las esferas bélica (actualmente no hay guerras interimperialistas), económica (creciente globalización del capital) y política (gestión colectiva conjunta, liderada por por Estados Unidos). Es necesario resaltar estos cambios, que significan que las contradicciones de la opresión imperial en el siglo XXI no son las mismas que las de principios del siglo pasado. Los enfoques leninistas ortodoxos no tienen en cuenta esos cambios, mientras que los globalistas exageran las mutaciones y actualmente descartan la noción de imperialismo, en cualquiera de sus significados.
Para Cláudio Katz, hay una tendencia hacia la integración de las clases burguesas, aunque la constitución de una clase dominante global sin anclajes locales y sin la mediación de los Estados nacionales está lejos de haber sido completada. Las nuevas organizaciones multinacionales (OTAN, ONU, OMC, FMI, G8, G20) ostentan poderes que, en el pasado, eran exclusivos de los estados nacionales, pero no los reemplazan. La organización militar, por ejemplo, ya no es un atributo exclusivo de cada Estado. En cambio, existe una gestión global coordinada y jerárquica, en la que Estados Unidos ejerce un liderazgo singular.
Las crecientes tensiones entre Estados Unidos, China y Rusia obligan a precisar la caracterización de la época. Los análisis geopolíticos no deben ignorar, como directriz fundamental para las clases populares y la izquierda, que el foco debe estar siempre en apoyar las luchas antiimperialistas. Esta obra de Cláudio Katz, entonces, puede leerse como un mapa para comprender el desorden global, desde la perspectiva de quienes quieren derrotar al sistema imperial.
*Leandro Morgenfeld Es profesor de la Universidad de Buenos Aires (UBA). Autor, entre otros libros, de Relaciones peligrosas. Argentina y Estados Unidos (Capital intelectual).
Traducción: Natalia Scalvenzi
referencia
Claudio Katz. La crisis del sistema imperial. Buenos Aires, Jacobino, 2023.
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