por RONALDO TADEU DE SOUZA*
Comentario al libro de Giorgio Agamben.
Disrupción de identidades. Profanación de las gramáticas estáticas. Colapso de las instituciones. Crítica material-negativa de la representación (política). En efecto, el objetivo de este texto es presentar una brevísima lectura –solo una chispa, que se enciende, busca despertar y se apaga– filológica del ensayo La comunidad que viene de Giorgio Agamben, filósofo italiano con fuerte presencia en el campo de las ciencias humanas contemporáneas (con trabajos en las áreas de literatura, derecho, política, teología, artes y también filología).
Mi apropiación toma este ensayo de Agamben como documento o como expresión cultural-civilizatoria de una posible comunidad de iguales, de una comunidad de libertad contingente, no representativa. De los seres humanos en su pura igualdad. Intentaré, en particular, interpretar la noción que estructura el documento agambeniano de una comunidad política que viene: la noción de Qualquer. Así, y a partir de la parte sustancial del texto, la construcción lo que ou lo que sea es fundamental en el vislumbre de una comunidad (política) de iguales – que quiere expresarse como una existencia igual y no como dispositivos formales, normativos y sustantivos de iguales.
De hecho, la estructura filológica de la Qualquer es la posibilidad contingente que tiene como condición política el ser que viene, su forma apolítica (e institucional), pero de copertenencia política. Es decir, que la política de la igualdad se fragua en la pertenencia a un lenguaje que se abandona, se lanza, en la experiencia de las mediaciones ausentes. ¿Sobre qué quiere llamarnos la atención Agamben en La comunidad que viene es por la circunstancia de que cuando imaginamos una forma de vida en una supuesta sociedad de iguales -y libres- debemos pretender que ésta no es una sociedad como tal, sino una comunidad en la que la lengua adquiere el significado de la tener lugar en absoluta inmanencia.
Pensar en una comunidad de iguales es pensar el lenguaje como la materialidad que se toca; es como si en la comunidad venidera superáramos el lenguaje como dispositivo sagrado que se abstrae del ente por reglas y normas de diferenciación, hacia un lenguaje de pertenencia. Frente al cual el hablar estalla como el lenguaje como. (Este es un requisito de la generación política actual...) De esta manera, en la comunidad venidera (de iguales...) lo que sea agambeniano está desprovisto de singularidades. La filología de los iguales, y ahora cito a Agamben: “es la cosa con todas sus propiedades, ninguna de las cuales [sin embargo] la constituye” (2013, p. 27).
es que la noción lo que como un lenguaje de iguales expresa la politicidad de sin clase – o cualquier propiedad en absoluto. Aquí la filología política de Agamben actúa como un documento presentificado de la Manifiesto… de Marx. En el que las identidades construidas por la diferenciación-capitalista hacen inviable el lenguaje-ser-común. Pero el classless agambeniano es el lenguaje común de (cito a Agamben) “la nueva humanidad planetaria […] que se comunica sólo consigo misma” (Idem, p.64). Como Fanon: Agamben quiere salvar al hombre: mujeres, negros, homosexuales, trans. Es la vida la que debe emerger en la desviación insumisa-profana de las representaciones sociales.
Para finalizar estas breves reflexiones: expongo la noción de lo que sea como figura de fuera y cómo la hipótesis de Bloom (referencia que Agamben toma de Ulisess de James Joyce) pensando en la acción política como filología política, y en este punto termino la comunicación. la figura de fuera es la no representación del lenguaje. Si la singularidad impone a las sociedades humanas y civilizadas un discurso de diferenciación y, en consecuencia, de desigualdad, esto ocurre porque aquí el “ser” transita entre los dispositivos en general, los dispositivos del lenguaje limitado por el concepto determinado, en el que la pertenencia se revela deviene un confinamiento de la lengua. Significa, por tanto, que el afuera en la filología agambeniana es la exterioridad del ser-tal, es el lanzamiento del ser en el co-compartir, en la co-pertenencia de un lenguaje común de la política.
Citando a Agamben, de nuevo; “El afuera no es otro espacio que está más allá de un espacio determinado […] [es] el pasaje, la exterioridad que […] da acceso […] a la experiencia de […] lo mismo” (Ídem, p. 64) de la política común. O Qualquer como figura de fuera es el acceso a la pura capacidad de exteriorización del ser – en oposición y resistencia a los dispositivos estandarizados que constituyen la singularidad limitada. Se abre así, hipótesis de la floración como posibilidad que propone el documento escrito por Agamben como filología política que estructura la acción política en la actualidad. Me refiero a la necesidad de ser Florecer (bloom), es decir, ser un hombre ajeno a sí mismo y sin resistencia de su condición frente al lenguaje singular del dominio estatal, mercantil y social del espectáculo, para que al mismo ritmo nos convirtamos en cualquier flor y negar las singularidades identitarias de los dispositivos y alcanzar el ser-en-el-lenguaje-común como política de igualdad.
como si en comunidad que viene podríamos decir, como hace Bloom en el Ulises (antes no podemos olvidar recordar al poeta Augusto de Campos que enunciaba el “bolchevismo literario”, la extinción del “fascismo” – el paso de la negatividad a la comunidad contingente y libre) “cuando caminando a través y a través de nosotros mismos, podríamos decir “yo. Él. Viejo. Joven […] el hombre [la no idéntica-negra-gay-negra-blanca-indígena] […] el lenguaje del amor” (2004, pp. 279, 352, 357).
*Ronaldo Tadeu de Souza Es investigador posdoctoral en el Departamento de Ciencias Políticas de la USP.
referencia
Giorgio Agamben. La comunidad que viene. Belo Horizonte, Auténtico, 104 páginas.