por BENÍCIO VIERO SCHMIDT*
Comentario sobre hechos recientes.
Los posgrados brasileños están, una vez más, en peligro. Además de la desinversión récord (CAPES, CNPq y FNDCT), la gestión de la CAPES actúa abiertamente a favor de la educación a distancia, a nivel de posgrado; así como presionar por el reconocimiento de nuevos cursos, sin la debida y cuidadosa evaluación. Esto motivó la renuncia de tres coordinadores de área, seguidos de los consultores que llamaron para la evaluación. Actualmente existen más de 40 áreas entre ciencias exactas, de la vida y humanas.
Cabe señalar, a modo ilustrativo, que la educación superior privada –con una fuerte presencia de actividad virtual a través de centros de educación a distancia– ya cubre alrededor del 80% de las matrículas existentes. Por otro lado, como atestiguan reconocidos investigadores, algunas áreas (como la física experimental) requieren de una enseñanza presencial, dadas sus características de laboratorio. También tenga en cuenta el alto número de becas recortadas por la administración actual.
La injerencia judicial ahora se manifiesta nuevamente al “liberar” el proceso de evaluación de cursos, pero manteniendo la suspensión de la publicación de resultados. Es decir, siempre que los resultados se mantengan en secreto. Se vulnera directamente el principio de publicidad e igualdad de acceso a los criterios de evaluación y sus consecuencias. Otro desastre institucional más, que apunta al desprecio de las autoridades federales por la educación superior. Es fundamental que el área científica lleve al Poder Judicial la forma de realizar una evaluación científica entre pares: si los parámetros macro normativos se realizan desde el inicio de la evaluación, el proceso de evaluación es dinámico y requiere la incorporación de mejoras propuestas y consensuadas. en grandes seminarios intermedios de cada área con todos los coordinadores de posgrados. La evaluación es parte de toda la política nacional de posgrado.
La PEC de precatorios fue aprobada por el Senado. Regrese a la Cámara para detalles de la operación. Además del default, Auxilio Brasil está garantizado hasta fines de 2022, extendiendo recursos al gobierno por cerca de R$ 106 mil millones. Auxílio Brasil fue disciplinado para evitar el crecimiento en el número de beneficiarios, a partir de 2022. Como fue creado por una Medida Provisional, necesita la aprobación de ambas Cámaras del Congreso hasta el 7 de diciembre para ser válido. El Senado, en la práctica, solidifica la existencia de una lista de espera (hoy 1,4 millones) para los próximos años, dada la previsible falta de recursos a los ya sugeridos (R$ 80 mil millones). La Ayuda comenzará a pagarse a finales de este mes a 17,4 millones de beneficiarios.
Las reformas presupuestarias del relator y su asignación secreta abren una nueva área de confrontación entre parlamentarios sedientos de recursos políticamente maniobrables por las próximas elecciones y el STF; cuyo plenario ratificó (8 x 2) la medida cautelar de la ministra Rosa Weber debido a la plena divulgación del origen y destino de las enmiendas (R$ 16 mil millones) bajo control de la relatora. Es decir, en última instancia, bajo el control de Arthur Lira y Rodrigo Pacheco, presidentes de la Cámara y el Senado. Los dos cabecillas están manipulando opiniones, con base en la supuesta imposibilidad de identificar a los tenedores de estos cheques al portador real. Prometen, además, más aclaraciones a partir de ahora para el futuro. Cerca de R$ 8 mil millones en las enmiendas del relator aún no se comprometieron, a la espera de una posición del STF para su publicación en 2021.
El Senado aprobó la conducción de André Mendonça al STF. Ante el Senado defendió la laicidad del Estado. En una entrevista posterior, defendió públicamente su ascenso como un “salto de evangelización”. Sus posiciones estarán tácitamente alineadas con la Presidencia de la República y ciertamente no es algo bueno para los defensores del laicismo y el Estado democrático de derecho.
Técnicamente, con dos trimestres de crecimiento económico negativo, estamos en recesión. Además de las dificultades que enfrenta la industria (tipo de cambio, falta de insumos, problemas logísticos, etc.), se destaca la caída del sector agropecuario (-8,0% en el trimestre). Los problemas ambientales supuestamente son en gran parte responsables de la recesión económica. El medio ambiente pasa factura, mientras que las presiones sobre las materias primas brasileñas en el exterior aumentan debido al origen de los productos obtenidos de la devastación de los bosques.
Lula, con un buen desempeño mediático, está reuniendo apoyo en la opinión de varios segmentos. El diálogo con Alckmin, cuyo destino partidista aún es incierto, está alimentando proyecciones de victoria con la posible composición, aún en primera vuelta. Datos, por cierto, confirmados por algunas de las investigaciones en circulación.
*Benicio Viero Schmidt es profesor jubilado de sociología de la UnB y consultor de Empower Consult. Autor, entre otros libros, de El Estado y la política urbana en Brasil (LP&M).