por BENÍCIO VIERO SCHMIDT*
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En el Congreso se discute y vota, por partes, la nueva legislación electoral. El proyecto del relator de la diputada Renata Abreu, (Podemos/SP) proponía el fin del sistema proporcional de lista abierta, vigente desde 1945, y su sustitución por el distrito y, a partir de 2022, un cuasi retorno a la fórmula de distrito mixto, en qué mitad de la Cámara sería elegida en distritos uninominales, siendo elegida la otra mitad por el actual sistema proporcional
Con el Distrito, los escaños serían ocupados por los parlamentarios con más votos en cada Estado, requiriendo, aún, una nueva cláusula barrera por la cual los partidos deberían tener un mínimo de votos en cada distrito.
Otra propuesta es el proyecto de ley complementario (PLP) 112/2021 que establece un código electoral que reemplaza la legislación fragmentada en la materia. El asunto está pendiente en la Cámara, antes de pasar al Senado. El perdedor en la Cámara Federal (primera votación) fue el Distrito, pero con un apoyo masivo a las coaliciones partidarias, lo que permitirá la federación de partidos en las próximas elecciones proporcionales.
Otros temas involucrados: (a) las encuestas electorales requerirían una tasa de aciertos del instituto en las últimas cinco elecciones; (b) se limita la capacidad de control de la Justicia Electoral y se reducen las obligaciones de rendición de cuentas por parte de los líderes de los partidos; (c) las cuotas de género no avanzan; (d) no hay provisión para cuotas para negros en el financiamiento electoral; (e) se dificulta la revocación de mandatos por parte de la Justicia Electoral y se transforman los delitos electorales en infracciones civiles, como el transporte de electores a la urna; (f) Las decisiones del TSE deben tomarse con un año de anticipación para aplicar a las elecciones. Todas estas medidas, sin embargo, todavía dependen de la aprobación en la Cámara y el Senado.
Mientras tanto, se propone una minireforma laboral, sumada a beneficios de emergencia contra el desempleo y apoyo a los trabajadores informales. La precariedad de las relaciones laborales y el impedimento al libre acceso a la Justicia Laboral son las características más dramáticas. Con un costo de R$ 41 mil millones, el MP fue aprobado por la Cámara Federal y enviado al Senado.
El Ministerio de Educación sigue destacándose por su inactividad. Además del fracaso de las convocatorias al ENEM (49% de los ausentes), el ministro hace nuevas altisonantes revelaciones de su pensamiento primario (“la universidad no es para todos”). Sigue asombrado por el alcance de las políticas educativas y la magnitud de su ministerio. Un desastre y una conversión privatizadora galopante de los criterios que deben regir la educación nacional. Aún en el ámbito del MEC, el acto de la presidenta de la CAPES de designar como directora de cooperación internacional a su propia alumna, con un doctorado inconcluso en Derecho en la universidad de su familia, en el interior de São Paulo. ¡Una aberración!
Además, con la ilustrativa detención de Roberto Jeferson (presidente del PTB), siguen las acusaciones contra el presidente de la república, que llegan hasta la acusación de brujería. Pese a ello, el Banco Santander cobija a un consultor de Brasilia que propone un “golpe de Estado” contra las intenciones de Lula. También se publicó un artículo en Estadão, el 13 de agosto, por tres grandes industriales contra la polarización actual (Lula x Bolsonaro); sin embargo, con fuertes argumentos en contra de un cambio en el marco político actual. ¡Vida que sigue!
*Benicio Viero Schmidt es profesor jubilado de sociología de la UnB y consultor de Empower Consult. Autor, entre otros libros, de El Estado y la política urbana en Brasil (LP&M).