La búsqueda – memorias de resistencia

Imagen: Fábio Miguez / Jornal de Resenhas
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por MARCELO RIDENTI*

Comentario al libro de Liszt Vieira

En 1977, Renato Tapajós publicó en cámara lenta, que le costó la cárcel. Dos años después, en el contexto de la amnistía, O que é isso, compañero?, de Fernando Gabeira. Se inauguró la temporada de testimonios de exguerrilleros. Desde entonces, ha habido casi 30 memorias de militancia en la izquierda armada, a veces con recursos de ficción literaria. También se publicaron obras que recopilan testimonios de varios militantes y reportajes biográficos, además de numerosas memorias de comunistas y otros que no llegaron a tomar las armas en las décadas de 1960 y 1970.

Em La busqueda, Liszt Vieira relata su militancia política contra la dictadura y, posteriormente, su periplo en el exilio: Argelia, Cuba, Chile, Argentina, Francia, Portugal y pasos por otros países. Narra en primera persona, basada en hechos reales. Algunos personajes -siempre con nom de guerre- son fácilmente identificables para quienes conocen la historia de la izquierda armada. El propio autor aparece bajo el seudónimo de Bruno. Otros, no tanto, porque algunos son ficticios, empezando por Ulisses, su alter ego ficticio, presentado como el mejor amigo de Bruno.

Memoria y ficción se mezclan, en un juego que es menos o más interesante según avanza el texto. Menos atractivo cuando se reproducen aspectos de la historia de los grupos armados, con poca densidad frente a otros testimonios, y en el relato burocrático de ciertos pasajes de la trayectoria del autor.

La narración se vuelve más provocativa cuando los recuerdos van un poco más allá, como en el pasaje sobre la estancia de Liszt en Cuba. Sus observaciones ayudan a reflexionar sobre las contradicciones de la isla. Allí se implementaron políticas públicas de calidad en educación y salud, conviviendo con problemas crónicos de transporte y comunicación. Por un lado, estaría el “sentimiento de dignidad nacional rescatado” tras el derrocamiento de la dictadura de Batista, por otro lado, se impondría una estructura política “centralizada y autoritaria”. A veces aparece cierto anacronismo, por ejemplo, al referirse a una Cuba “diferente a la que conocían los turistas brasileños”, esto en la década de 1970, cuando no había relaciones diplomáticas entre Brasil y Cuba, donde nuestros turistas no entraban, entre otras cosas porque serían arrestados a su regreso.

Cuando la ficción gana terreno, puede aumentar el interés por la lectura, menos por sus cualidades literarias y más para comprender la subjetividad de los ex guerrilleros, el deseo de venganza coexistiendo con la reincorporación al orden. Es el caso de la construcción del personaje de Ulises, desgarrado por la pérdida de su amada, obsesionado por ajustar cuentas con su verdugo, un tal Adolpho –cuyo nombre evidentemente nos recuerda a Hitler. Adolpho se basa en el cabo Anselmo, el archi-traidor de la izquierda armada, cuya historia se reproduce brevemente. Sin embargo, encuentra un final diferente en el libro al que tenía, cumpliendo el deseo de muchos a los que traicionó.

En suma, el libro es parte del ejemplo más reciente de una expresiva literatura memorialística, producido en los últimos treinta años, sobre el período de la lucha armada. Em Tiempo pasado – Cultura de la memoria y giro subjetivo (Companhia das Letras/ UFMG), al tratar un fenómeno similar en Argentina, donde los testimonios memorialísticos son aún más variados y difundidos que en Brasil, Beatriz Sarlo hace reflexiones que merecen atención. Señala la necesidad de “una crítica del sujeto y su verdad, una crítica de la verdad de la voz y su conexión con una verdad de experiencia que emergería en el testimonio”. Es decir, los informes de las víctimas de las dictaduras son muy importantes, incluso para sancionar a los responsables. Pero esto no los exime del análisis crítico.

El punto principal planteado por Sarlo no se trata de cuestionar la subjetividad de los afectados, que suele marcar la pauta en los libros memorialistas, sino de resaltar que la subjetividad también es histórica. Para ella, “una utopía revolucionaria cargada de ideas recibe un trato injusto si se presenta única o fundamentalmente como el drama posmoderno de sus partidarios”.

Tampoco sería justo hacer una tabula rasa de toda la literatura de memorias jamás producida. Sería caricaturizado resumirlo como el drama subjetivo posmoderno de los exmilitantes. Pero es innegable que hay problemas en cierta cultura de la memoria que pueden alejarla de la objetividad. Aquí radica un desafío para la continuidad de este tipo de literatura.

El libro de Liszt Vieira es de particular interés para compartir su experiencia de vida, propia de su juventud, con las nuevas generaciones. También, quizás, para comprender la psicología de los excombatientes, además de abordar más componentes de la sexualidad entrelazados con la política que otros informes. Pero el salto cualitativo que se espera revitalice el abordaje memorialístico de esta época oscura de la historia brasileña aún está por llegar.

*Marcelo Ridenti es profesor titular de sociología en la Unicamp. Autor, entre otros libros, de En busca del pueblo brasileño (Unesp).

Publicado originalmente en Revista de reseñas no. 3, julio de 2009.

referencia

Liszt Vieira. La búsqueda – memorias de resistencia. São Paulo, HUCITEC, 204 páginas.

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