Nuevos y viejos poderes

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por GÉNERO TARSO*

La subjetividad pública que infesta a Europa del Este, Estados Unidos y Alemania, y que en mayor o menor medida afecta a América Latina, no es la causa del renacimiento del nazismo y del fascismo.

"Regresé al libro de Walter Benjamin y leí al azar en un capítulo titulado Teoría del Progreso la siguiente línea: el conocimiento siempre aparece en un instante. El texto es la larga secuencia de truenos que le siguen”.
(Tomás Eloy Martínez, El cantante de tango).

1.

El regreso de las guerras, la búsqueda de nuevas fuentes de energía y la imposición de la cuestión climática, como principales factores de crisis y también de acumulación de capital – en los diferentes espacios geopolíticos globales – han revelado la necesidad de un nuevo pacto político-organizativo, en la “cima” del sistema-mundo. Este nuevo pacto debe buscar establecer, tanto al interior de los Estados –en los países capitalistas más desarrollados– como en las formas de organización política de sus grupos internos, clases y estamentos, la formación de grupos de gobierno con nuevas formas de organización y de mando político.

Este proceso se replica en todas las regiones del mundo occidental, parcial o totalmente, como se replica también –en todo el mundo– la ausencia, “en la base” del sistema mundial, de nuevos lazos orgánicos capaces de resistir el embate estratégico del nuevo tipo de gobierno que los muy ricos están diseñando en el mundo.

Es fuera y por encima de los partidos tradicionales que esto ocurrirá, pues los instrumentos de difusión de las ideas y su control deberán contar tanto con el apoyo militante de los medios conservadores tradicionales, como con las “big-techs” que controlan la formación de la opinión, además de buscar apoyo en los canales de la criminalidad global, organizados en los sótanos “alternativos” de las redes. Es a partir de estas nuevas formas de organización que se están formando, una vez más, nuevos grupos de liderazgo que disputarán la hegemonía política y el control del aparato estatal dentro y fuera de los nuevos gobiernos que vendrán.

Con la transmisión de señales y datos, valores culturales y bienes materiales, información en tiempo real en un mundo que funciona a través de flujos financieros por bytes e información política en red con sus transacciones instantáneas, se hace posible, incluso con lentes inapropiados –que distorsionan el proceso–, visualizar que lo que es esencial en algún lugar del planeta puede ocurrir simultáneamente en todas partes. En “cada lugar del mundo”, ya sea a través de espejos planos, cóncavos o convexos, también es posible estar en “otro lugar”, ya sea como mímesis, en el templo de las derivadas y estilos subjetivos, o como semejanzas trágicas o patéticas, en los territorios del miedo.

La globalización mercantil-financiera, que siguió a la globalización de las formas tradicionales de intercambio, fue el camino unificador de las mentes con el modo de vida mercantil y neoliberal, en los principales espacios sociales del globo. La ironía de la historia actual, sin embargo, es que la humanidad no respira por los mismos poros en todas partes. Lo local y lo global en los distintos lugares son siempre uno y otro, tanto en el modo de vida del fascismo, cuando consigue exponerse como una novedad seductora, como en los modos de vida de la democracia liberal, pues ambos renuevan no sólo la apariencia de los viejos conflictos extremos en la democracia política. Aquí es donde la libertad y la sumisión en formas específicas se convierten incesantemente una en otra. [i]

2.

La subjetividad pública que infesta a Europa del Este, Estados Unidos y Alemania, y que en mayor o menor medida afecta a América Latina, no es la causa del renacimiento del nazismo y del fascismo. Se trata de un efecto determinado por bases nuevas y también viejas –económicas y culturales– que produjo los impulsos y las reglas de los regímenes totalitarios modernos. La desigualdad social, las desigualdades regionales, los odios sociales incitados, la industria militar que emplea a millones de personas en todos los niveles de producción y las políticas de desorganización consciente del Estado, promovidas por las políticas de los ricos y muy ricos, comprometidas en la derecha “liberal”, aumentan “la persistencia de los supuestos que producen los (nuevos) tipos de fascismo (típicos) de cada época”.[ii]

El gobierno de Donald Trump pretende así formar un nuevo dogma en la geopolítica de las subjetividades, tanto para ampliar los apetitos privados del actual sistema liberal-rentista como para negar el concepto de Estado y de territorio soberano. Su ultraliberalismo combina, con su proteccionismo de gran potencia, tantos momentos dirigidos a sus bases políticas internas, que le dan la fuerza para gobernar de acuerdo con las “big tech”, así como -si su estrategia funciona- para organizarse mundialmente para imponer un gobierno “total” de los ricos.

La crisis es el pulmón del sistema y la reconstrucción de las ciudades, destruidas por las guerras sucesivas, hace que la oxigenación de los medios de producción, que se reconstruyen rápidamente, transforme los desastres en negocio. Sin embargo, las diferencias entre las dos eras modernas también se caracterizan por el hecho de que sus fenómenos están interconectados y sus movimientos, con sus flujos de información y comunicación, crean las normas. En las nuevas formas de vida del mercado y también en las agresivas condiciones de la crisis ambiental, que también impulsan los negocios, las normas se crean en la vida misma para convertirse tanto en nuevas leyes como en jurisprudencia complaciente.

Tras la derrota del nazismo, “cada mención loable de una gran empresa en la destrucción de ciudades (durante la guerra) contribuyó a su renombre, gracias a lo cual obtuvieron los mejores pedidos durante la reconstrucción”.[iii] La crisis, hoy, una vez más, es el pulmón del sistema, maximizada por la suma de tiempos de guerra, combinados con la totalidad de desastres naturales. Señalemos algunos discursos simbólicos, en diferentes espacios geopolíticos, que muestran la reflexión sobre nuevos flujos materiales e inmateriales, que reproducen –incesantemente– las condiciones políticas para el gobierno global de los ricos.

3.

En la fragmentación de la estructura de clases dejada por la Segunda Revolución Industrial, con los planes económicos de recuperación de la posguerra, con sus relaciones internacionales aseguradas por el Pacto de Yalta, los grupos y las clases se acercan y se diferencian, reestructurándose gradualmente en nuevos organismos formales e informales. En la cima, hoy en día, los conglomerados de las grandes “big tech” y sus empresas asociadas organizan su poder ideológico directo y reflexivo de manera unificada. En este escenario, nuevos discursos y nuevos tipos de políticos (o “expertos”) se preparan para enfrentar los nuevos desafíos del nuevo capitalismo que surge de las cenizas de la socialdemocracia.

El reciente discurso del vicepresidente norteamericano en Munich demuestra que la verdad ideológica y cultural del fascismo, ya sea en su forma nacionalsocialista o simplemente como forma de poder hiperautoritario (políticas deshumanizadoras hacia un vasto sector de la sociedad global) –esa verdad– permanece intacta en las nuevas formas que asume el fascismo. Respecto al discurso de DJ Vance, la prensa dominante informa: “(...) ochenta años después de que los soldados estadounidenses liberaran Dachau, altos funcionarios alemanes acusaron este fin de semana a DJ Vance –y por extensión, al presidente Donald Trump – promover un partido político que muchos alemanes consideran descendiente del nazismo.[iv] Los hitos son de una nueva era económica, estética y comunicacional que, aunque fragmentaria, se unifican como una nueva estructura de poder en el mundo posmoderno.

Los nuevos mensajes en red han subyugado a la razón moderna, sedienta de leyes, pero bloqueada por el desierto de instituciones formales (legales) para el control de crímenes conexos, políticos y ambientales, en serie, a través de internet. En los países afectados, es casi imposible establecer la verdad frente al plan del nuevo “gobierno global de los ricos”, que fue creado además con las condiciones de sumisión de los “pocos ricos”, hegemonizados para someterse al imperio de un solo gobierno mundial.[V] Para enfrentar la nueva unidad en la “arriba”, las escasas organizaciones de la “base”, así como los políticos de izquierda en general, fueron incapaces de buscar nuevos significados unitarios para el discurso reformista o revolucionario.

Un gobierno corporativo de los ricos sobre todo el planeta avanza entonces en cuatro zonas de disputa, principalmente en Europa y el continente americano, territorios fundamentales tanto para la revocación de la cultura de la ilustración democrática como para borrar la memoria de las libertades políticas.

El primer terreno es el de la “ocupación” geopolítica de subjetividades, en territorios con alta densidad poblacional; El segundo terreno es aquel en el que el gobierno corporativo de los ricos se propone dominar las nuevas tecnologías, para el control psíquico de todos aquellos que puedan ser sumisos; El tercer terreno, que los ricos ya dominan plenamente, es el control de las grandes finanzas privadas y de los presupuestos de los Estados militarizados, para financiar guerras; y el cuarto ámbito, todavía en proceso de definición, es la apropiación de espacios de soberanía, para que allí se construyan templos de seguridad contra el crimen organizado, a todo nivel, en un modelo que favorezca prioritariamente los intereses de los países ricos.

4.

8 de enero de 2024 el periódico El Estado de S. Pablo Impreso en su primera página, sin perder su naturalidad, que el “El dueño de Facebook se rinde ante Trump y quita los frenos” noticias falsasUn titular que llama la atención sobre uno de los hechos clave que presagia el inicio de una nueva era. No debería ser un nuevo marco institucional para el Estado, como se conocía en la modernidad madura, sino un "no marco" institucional de regulación privada, que diseña no predominantemente normas, sino comportamientos normativos, en una guerra de todos contra todos, observada desde arriba por el cártel global del gobierno de los ricos.

En ella se forman los nuevos sistemas materiales y formales de hegemonía política del nuevo sistema-mundo, que viene atravesando un “devenir” que puede configurarse, sin necesidad de golpes de Estado, sino a través de un conjunto de momentos seriales de un cierto tipo de excepción. El proyecto no es el de un Estado, sino el de un aparato sin ninguna función pública relevante, ocupado por los muy ricos y componiendo así un nuevo gobierno privado, exclusivamente de los ricos y sus asociados en un cártel global.

En este nuevo mundo político rodeado de la aceleración de las nuevas capacidades hegemónicas de los muy ricos –que ya ocupan directamente el Gobierno de Estados Unidos–, ya se puede apreciar que el embudo global de las grandes economías capitalistas drena su fuerza para alimentar las alianzas de la extrema derecha protofascista con la derecha tradicional, y también estimula cientos de miles de cuerpos irregulares de acción criminal, tanto en los sótanos de las redes como en las selvas conservadoras más tradicionales de las religiones del dinero.

5.

En los lugares más remotos del globo se generan aparentemente espontáneamente grupos de liderazgo de ese nuevo poder, donde pequeños, medianos y grandes empresarios locales (y también de los sectores más tradicionales de la economía) imitan a los políticos fascistas y neofascistas de los países más avanzados. En este proceso mimético ya clásico, expresan no sólo su admiración o su comprensión “por las guerras” que están devastando los capitalismos locales –concentrando el poder y difundiendo el odio contra los más débiles–, sino también socavando la mínima coexistencia de pertenencia social, que ayudaría a la propia sociedad de clases a mantenerse estable. Éstas son las señales totales de la guerra.

La imitación de todo lo que ocurre en los países capitalistas más desarrollados, sin embargo, se expresa en todas partes, no de manera idéntica, sino de manera disfrazada y condicionada. Un prestigioso periódico económico regional (para dar ejemplo de líderes que podrían orientar al sector público) incluso menciona los nombres de cuatro grandes empresarios de Rio Grande do Sul como maestros ejemplares para enseñar a los políticos del estado. Estos no los nombramos porque nuestro objetivo con este texto no es una disputa con empresas o empresarios en particular, sino con una empresa política compacta y homogénea, que ya está presente en el estado de forma atenuada y en la capital del estado, de forma transparente.

En este contexto, y con sus alianzas específicas, se está instaurando un sistema de poder total en la ciudad: gentrificación radical del espacio urbano, ausencia total de participación ciudadana en las grandes decisiones públicas, negacionismo del clima y de la salud y, como mínimo, una actitud indulgente de las empresas de comunicación ante las denuncias e investigaciones de corrupción. En estos casos, el mantra al final del artículo, cuando la situación se acercaba al centro del poder, a través de relaciones parentales y de subordinación administrativa directa, se convertía en: “al alcalde no se le investiga”.

Como era de esperar, el discurso del periódico se centra en idealizar al sector privado y al gobierno de los ricos, cuando afirma de forma casi religiosa: «Todo gestor o empresario público debería detenerse unos instantes a escuchar lo que piensan. Los cuatro empresarios, referentes en sus respectivos segmentos, son algunas de las mentes más lúcidas del estado (...)».[VI] Son algunas de estas mentes lúcidas las que, en diferentes grados y formas, están presentes en los legados del negacionismo climático y sanitario del bolsonarismo, a veces moderado, a veces radical, pero siempre patético, que domina la cultura política del Estado.

En Porto Alegre, durante el período más crítico de asistencia a la población, en la “tragedia climática”, mientras la Policía Civil, el Cuerpo de Bomberos, la Brigada Militar, la Guardia Municipal y el aparato institucional del Estado, en varios niveles, incluidos contingentes de las Fuerzas Armadas, creaban una formidable red de apoyo a los afectados, una “falange” de empresarios liberales de RGS desdeñó la acción estatal y distribuyó algunos bienes (dada la escala de la catástrofe) repitiendo una conocida fórmula negacionista: “solo el pueblo ayuda al pueblo”.[Vii]

6.

Desde la elección de Donald Trump, las conquistas de la socialdemocracia, vigentes como rastros de la ilustración democrática en un determinado período histórico en todos los continentes, siguen siendo señaladas como provenientes del “marxismo cultural”, cuyos mensajes están siendo reemplazados –en nuestro espacio regional y en el mundo– por la propuesta de otro tipo de Estado.

Este “Estado”, cuyo modelo universal debe ser el refugio (o cueva) que albergue coherentemente un gobierno “total” de los ricos, viene con una propuesta de confianza primordial en el poder burocrático de los ricos y muy ricos, que distorsiona así su politización con la naturalización del fascismo “dentro” de la democracia liberal. Se trata de una forma suave, incluso, que permite combinar, en todos sus mensajes, “el realismo mágico de las metas de inflación, que inculca terrorismo fiscal (…) con la “imposición de una tasa Selic impracticable”,[Viii] que bloquea el Estado Social en todos sus poros y obliga a todas las fuerzas políticas a incluir al capital financiero en cualquier sistema de alianzas.

Los fundamentos filosóficos de este movimiento global se expresan en el lenguaje coloquial de los talentos neoliberales, que mezclan un sentido común abstracto anticomunista con ataques a quienes no gobiernan, principalmente para las empresas locales, y se atreven a formular programas para proteger a los pobres y excluidos. “Los seres humanos tienen tendencia a buscar un control más fácil (…) – dice el columnista – (y luego vienen) las altas tasas de interés, la desconfianza política y las maniobras populistas para alimentar el ego de los gobernantes” (…) “así que visualicemos con más claridad el camino a seguir.

La falacia del Estado niñera, que cuidará de todos, se hace cada día más visible, porque la factura está llegando. Y ella es alta”[Ex]. Aquí también hablamos del ego de los futuros (eventuales) gobernantes, si su proyecto, que exige la privatización total del Estado y del modo de vida, se implementa en algún momento. Esta posibilidad también existe allí. Y ella también es alta. Ya llegó a la Argentina, a través de un psicópata que habla con perros muertos.

* Tarso en ley fue gobernador del estado de Rio Grande do Sul, alcalde de Porto Alegre, ministro de Justicia, ministro de Educación y ministro de Relaciones Institucionales de Brasil. Autor, entre otros libros, de utopía posible (Arte y Artesanía). Elhttps://amzn.to/3DfPdhF]

Notas


[i] (…) Los líderes, incapaces de idear “una línea de política económica alternativa” (no lo hicieron), tampoco pudieron concebir una política alternativa, de modo que ni las tensiones federativas, ni la crisis de seguridad pública, ni las enormes carencias de infraestructura, ni la baja tasa de inversión, ni la desorganización de la vida urbana, ni los inminentes desastres ecológicos, ni los agudos problemas como el transporte aéreo, ni las bajas tasas de crecimiento, ni los escándalos y la consecuente desmoralización de las instituciones parecen ser suficientes para sostener una política de oposición digna de ese nombre. (…) TORRES, João Carlos Brum. SITUACIÓN BRASILEÑA Y EL MAL DE SÃO PAULO. Revista UFG, 2025.Disponible aquí.

[ii] ADORNO, Theodor W. Aspectos del nuevo radicalismo de derecha. Traducción de Felipe Catalani. Nueva York: Oxford University Press, 2020, pág. 31.

[iii] Ibid.

[iv] Pero después de que el vicepresidente estadounidense Habló en Munich al día siguienteLos dirigentes alemanes se preguntaron si realmente había entendido lo que acababa de ver. TANKERSLEY, Jim , en The New York Times-Munich. Funcionarios de la administración Trump atacan el consenso alemán sobre el nazismo y el discurso de odio. El Globo, Río de Janeiro, 2025.

disponible aquí.

[V] (…) La propuesta presentada por los capitalistas woke, sin embargo, es diferente. (Cf. C. Rhodes, Capitalismo despierto, Turín, 2023). Su consideración es que, como la política democrática ya no es capaz de responder a las expectativas de bienestar de los ciudadanos y como las entidades del Tercer Sector no tienen la fuerza, aunque tienen la voluntad, para atender la necesidad, los ricos y superricos deben sustituir al Estado en el cumplimiento de sus tareas en materia de bienestar, siempre y cuando no estén gravados con un impuesto a la renta superior al 15%.(…). ZAMAGN, Stefano. Los superricos en lugar del Estado: una amenaza para la democracia. Instituto Humanitas Unisinos, 2025, Disponible aquí.

[VI] (...) Resumen de RS, resumieron iniciativas capaces de generar un círculo virtuoso: sus empresas no lograron el éxito y luego implementaron ESG. Alcanzaron tal nivel de excelencia también gracias a estas prácticas. LOPES, Rodrigo. RS tiene una oportunidad histórica de cambiar su relación con el medio ambiente. GZH, Porto Alegre, 2025.Disponible aquí.

[Vii] El profesor Marcelo Kunrath afirma, tras un estudio esclarecedor sobre este momento: «Creo que se trata de la disputa ideológica. No se trata solo de intereses económicos o políticos, porque ya los tienen. También tienen mucho poder sobre el Ayuntamiento, gracias a las donaciones de campaña. De hecho, tienen un control casi total. No hay proyecto de ley que les interese que no se haya aprobado durante el gobierno de Melo. Cambios en el Plan Director, cambios en la legislación urbanística para permitir la construcción en zonas prohibidas, la autolicencia [de obras]. Es curioso porque los grandes empresarios no suelen querer presumir cuando tienen influencia en la política. Ahora, la generación más joven de familias está tomando la iniciativa, están más comprometidas políticamente, no necesariamente en la política partidista, sino en la disputa política en la sociedad. Es una generación que participó en el proceso de destitución de [la expresidenta] Dilma Rousseff, que ayudó a financiar el MBL [Movimiento Brasil Libre], Brasil Paralelo». KUNRATH, Marcelo. Inundaciones en Rio Grande do Sul consolidan a los conservadores en Porto Alegre, dice sociólogo. Publica Agencia de Periodismo de Investigación, 2025. Disponible aquí.

[Viii] Uno de los mayores problemas del país son las fallas en el mercado de la información. Hay un país pujante que se está diseñando en la investigación académica, en algunos sectores de punta, en el diseño de una política de tierras raras, con foco en la transición energética, en los programas de la Nueva Industria Brasileña (NIB).(…).

NASSIF, Luis. Un gobierno anodino bajo unos medios terroristas. GGN-El periódico de todos los Brasiles, 2025. Disponible en:https://jornalggn.com.br/coluna-economica/um-governo-anodino-sob-uma-midia-terrorista-por-luis-nassif/

[Ex] MAGNANI, Paola Coser. El pensamiento fácil ya no convence. GZH, 25.02.25. Disponible aquí.


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