por MARCOS SILVA*
Comentario al libro organizado por Carlos Guilherme Mota
La reimpresión de este libro, en 2022, sin alteraciones con relación a la primera edición de 1972, recuerda debates eruditos de aquella época sobre la Independencia de Brasil, cuando una dictadura cívico-militar conmemoró el tema y celebró, a bombo y platillo, su Sesquicentenario. .
Para los historiadores, la Independencia fue y es un problema de conocimiento. El perfil académico de los colaboradores allí reunidos aleja el volumen de celebraciones fáciles y laudatorias de hace 50 años o del presente, lo que no impide su incorporación, pirateada, al acervo conmemorativo de entonces y de ahora: Arthur Cezar Ferreira Reis, colaborador en el volumen, fue interventor en Amazonas (1964/1967), designado por el dictador Humberto de Alencar Castelo Branco, y dirigió el Consejo Federal de Cultura en 1967 y 1968. La colección debió circular en sus espacios políticos y académicos.
La nueva edición carece de un ensayo conjunto actualizado, escrito por su organizador o un invitado, como balance de la ópera (sobre los análisis fechados en 1972) y reflexión sobre las nuevas discusiones de tal universo, surgidas desde entonces. Cuestiones consideradas poco conocidas relacionadas con la Independencia en 1972, como la demografía y las formaciones ideológicas, ¿siguen en la misma situación 50 años después? Esto también se aplica al debate de la dependencia, concepto que designa parte del libro: ¿se piensa todavía como una etapa de la sociedad capitalista a superar? ¿Los africanos y los indígenas se convirtieron en brasileños en esa fecha o quedaron casi vinculados a sus naciones?
Una lectura crítica de este material, por lo tanto, es muy necesaria.
Si los autores de 1972 revisaran sus textos hoy (desgraciadamente, casi la mitad de ellos ya han fallecido: Arthur Cezar Ferreira Reis, Augustin Wernet, Emília Viotti da Costa, Fréderic Mauro, Helga Picolo, Jacques Godechot y Joel Serrão), probablemente producir otros escritos frente al estado del arte sobre la Independencia, la revolución y las relaciones sociales, entre otros temas, después de tantas décadas. Basta evocar a mujeres, indígenas, esclavos africanos, pobres más o menos libres… Si estos grupos humanos no hicieron esa Independencia, existieron durante ella, sufrieron sus consecuencias, tal vez tenían otros proyectos para su futuro. . El libro Vida cotidiana y vida privada en la América portuguesa enseñó que no hubo Brasil, con algún tipo de unidad e identificación, antes de la Independencia.[i] Y después de 1822, ¿qué Brasiles nacieron? ¿Todo fue Brasil?
Su relectura, cincuenta años después, es un ejercicio historiográfico (a lo que la mayoría del público lector no está acostumbrado) y una posible proyección de nuevos temas. En torno y dentro del proyecto político victorioso en 1822, ¿qué más quiere indagar el historiador sobre ese hito? Después de todo, no todo, históricamente, fue la política institucional o los intereses generales de las élites económicas y sociales. ¿Dónde están otros hombres y mujeres, que hicieron y pasaron? ¿Hablaremos de esclavitud sin esclavos? Es mejor ir más allá de esa fecha obligatoria.
La invención de Brasil como estado nacional quizás corrió paralela a otras elaboraciones de nación y las naciones indígenas sobrevivieron, en ese universo, con dificultades, sin reconocimiento como tal, además de que las naciones africanas se pelearon en el campo cultural, resistiendo duras penas. .
La continuidad de la esclavitud, luego constitucionalizada, y la acción social de estos esclavos en la invención de sus derechos no son los menores de los dilemas que enfrenta el nuevo Estado nacional. Artistas e intelectuales preguntaron qué nación era esa. Y las idealizaciones indigenistas o lusófilas albergaban tensiones, junto con africanidades más que excluidas. 1822 va más allá del hito del calendario.
La colección nos enseña que tal Independencia fue el proyecto de ciertos grupos sociales, en un momento histórico específico. ¿Cuáles eran los otros grupos estructurales en esa sociedad, tenían diferentes perspectivas históricas y acciones, en ese momento, de la nación brasileña que se había convertido en Estado?
Así figura el debate sobre las revoluciones en perfiles económicos y políticos comparados, siguiendo la estela de Godechot (presente en el libro como colaborador, por cierto).[ii] Vale la pena recordar la revolución como invención y objeto de crítica, de Burke a Michelet, Tocqueville, Arendt y Furet,[iii] Entre muchos otros.
El volumen reúne a autores experimentados de la época, así como a investigadores en el inicio de sus carreras, una mezcla dotada de potencial, entre saberes instituidos y otras palabras. Algunos de estos escritos habían sido publicados previamente en revistas especializadas. Los textos de Fernando Novais (fin del Antiguo Sistema Colonial) y Maria Odila Silva Dias (interiorización de la metrópolis) anuncian estudios agrupados allí. También se hace un esbozo del debate historiográfico, en forma de bibliografía comentada, liderado por Gizelda Mota, que incluye aspectos políticos de aquel 1972, dignos de especial atención.
Gizelda muestra vínculos con un momento de consolidación de la investigación histórica universitaria en Brasil, especialmente en los centros de posgrado, momento mezclado con tensiones políticas generales en oposición a la entonces actual dictadura brasileña.
Sería aterradoramente simplista caracterizar a esta oposición como “de izquierda” en bloque, aunque un blanco privilegiado de la crítica, en Gizelda Mota, es el PCB (a través de Werneck Sodré y, más sutilmente, Prado Jr.),[iv] también disputada en el espacio político general por nuevas “izquierdas”. Este fue un perfil político severamente reprimido por la entonces dictadura; el mismo Werneck Sodré y Prado Jr. fueron arrestados por los dictadores, como ustedes saben. Dicha oposición abarcó desde sectores del Poder Legislativo y la Prensa hasta la lucha armada, pasando por organizaciones religiosas y sindicales.
Más vale priorizar, en el libro, el énfasis en el rigor documental y argumentativo (es decir: metodológico), exigido por Gizelda a partir de aquellos criterios de posgrado cada vez más institucionalizados, faltando aún, en esta guía, análisis sobre distintos géneros de la escritura histórica. (académica, literaria y, posteriormente, de mercado, pedagógica, periodística, etc.). No existe una jerarquía automática de calidad entre estos géneros de escritura, cada material merece un análisis detallado.
La crítica a los historiadores marxistas, en 1972, pudo, involuntariamente, proporcionar argumentos eruditos a los dictadores, que querían descalificar, intelectual y políticamente, a tales estudiosos. La justa indicación de sus errores descuidó los aciertos, lo que irritó mucho la lógica dictatorial: tirar al niño, junto con el agua del baño.
La apelación a un análisis estructural de la Independencia tiene el mérito de superar las visiones fácticas y personalistas de 1822, tan presentes en las conmemoraciones habituales, pero pierde de vista hacer historia en condiciones que van más allá de la voluntad de hombres y mujeres, como recuerdan clásicamente Carlos Marx[V]: sólo pueden permanecer las condiciones, sin hacedores, que hacen estructuras personajes y eventos. Esta perspectiva, consolidada mientras existía una dictadura que quería acotar drásticamente el espacio para hacer y hacer Historia, ofrecía el riesgo de alimentar a quienes ideológicamente conmemoraban el Sesquicentenario de 1822, con el dictador del momento equiparado a Pedro I y Deodoro da Fonseca. – Quienes hacen historia son estos “grandes nombres”. La ideología construyó modelos deductivos, donde no había lugar para los hacedores de historia más que para los héroes establecidos: dueños de grandes fortunas, líderes políticos, comandantes militares, líderes religiosos.
Hablar de Revolución, Liberalismo, Occidente y Atlántico, aun con fundamentos empíricos, puede ser también ocultar a los artífices de la Independencia ya quienes en ella se guardaron como mercancías y objetos de administración, pero fueron más que eso. La esclavitud sin esclavos que actúan de diferentes formas, es una estructura que se mueve automáticamente. Hay un regreso sutil a eventos socialmente seleccionados y personajes individuales en el libro, especialmente en los escritos sobre ejemplos de capitanías.
El libro fue, en 1972, un esfuerzo historiográfico por problematizar la Independencia de Brasil, dentro de ciertos parámetros metodológicos – teóricos, técnicos y políticos. Su reedición, en 2022, sin revisiones, invita a nuevos esfuerzos e indagaciones historiográficas sobre la obra y sus objetos, más que a meras celebraciones.
El Bicentenario de 1822 sirvió de escenario para una campaña electoral en la línea del fascismo contemporáneo.
Bien, ¿para los historiadores críticos de hoy?
Pienso que no.
*marcos silva Es profesor del Departamento de Historia de la USP..
referencia
Carlos Guilherme Mota (org.). 1822 – Dimensiones. 3ra ed. São Paulo, Perspectiva/Ediciones SESC, 2022.
Notas
[i] SOUZA, Laura de Mello e (Org.). Vida cotidiana y vida privada en la América portuguesa. São Paulo: Companhia das Letras, 1997 (Historia de la vida privada en Brasil – 1).
[ii] GODECOT, Jacques. Las Revoluciones 1770/1799. Traducción de Erothildes Milan Barros da Rocha. São Paulo: Pioneer, 1976.
[iii] BURKE, Edmundo. Reflexiones sobre la Revolución en Francia. Traducción de Herculano
MICHELET, Julio. Historia de la Revolución Francesa. Traducción de Maria Lúcia Machado. Sao Paulo: Cía. De Letras, 1989.
TOCQUEVILLE, Alexis de. El Antiguo Régimen y la Revolución. Traducido por Yvonne Jean. Brasilia: EdUNB, 1997.
ARENDT, Hannah. Sobre la Revolución. Traducido por Denise Bottmann. Sao Paulo: Cía. De Letras, 2011.
FURET, François. Pensando en la Revolución Francesa. Traducido por Luiz Marques y Martha Gambini. Río de Janeiro: Paz e Terra, 1989.
[iv] WERNECK SODRÉ, Nelson. Las razones de la independencia. 2ª ed. Río de Janeiro: Civilización Brasileña, 1969, 266 pp. 3ra ed. Río de Janeiro: Civilización Brasileña, 1978 (Retratos de Brasil – 39). [1ª edición: 1965]
PRADO JR., Caio. “Evolución Política de Brasil”, en: Evolución Política de Brasil y Otros Estudios. 4ª ed. São Paulo: Brasiliense, 1963, pp 5/94 (1ª ed. de este ensayo: 1933).
[V] MARX, Carlos. "El Dieciocho Brumario" in: El Dieciocho Brumario y Cartas a Kugelman. Traducción de Leandro Konder y Renato Guimarães. Rio de Janeiro: Paz y Tierra, 1997, pp 9/159
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