por GÉNERO TARSO*
La detención del general es la culminación del cambio de calidad de la crisis de alta intensidad, que se remonta a la inquisición medievalista lanzada por la república de Curitiba.
El libro de mi amigo Nicolás Sartorius (Democracia expansiva, Anagrama) llegó a mis manos el 14 de diciembre de 2024. La llegada del libro despertó en mi memoria política las coincidencias características de una época: la transición del franquismo a la democracia en España –con el intento de golpe de Estado del coronel Tejero– en febrero de 1981 ; la crisis final de las dictaduras en América Latina, que maduró a principios de la década de 1980; y hoy también la detención del general Braga Netto –aquí en Brasil– que podría ser un impulso para la transición del sórdido militarismo de la Guerra Fría a la profesionalización de nuestras Fuerzas Armadas, como ocurrió en España en los años 1980.
Nicolás Sartorius, abogado y ensayista, pertenece a una generación política que le permitió cofundar la “Trabajadores de Comisiones”, diputado del PCE y del Izquierda Unida, en tres legislaturas, que tiene trabajos sobre la transición española, sobre la crisis de la idea marxista que se afianzó en el proyecto socialista por la influencia de la URSS y también sobre el nuevo lenguaje en la política democrática, sobre la transición climática y la Nuevas declaraciones para el socialismo democrático.
Aprendí mucho de Nicolás Sartorius, en la Fundação Alternativas, sobre la dictadura franquista (que lo arrestó y condenó en varias ocasiones), sobre Europa y la crisis de la socialdemocracia, en los diversos coloquios que organizamos juntos, con personalidades europeas y brasileñas, en los debates sobre democracia, paz, socialismo y Estado de Bienestar.
Nicolás Sartorius narra (de la página 232) que cuando el presidente del Gobierno, Adolfo Suárez (un cuadro franquista que emergió como “centro” en la transición española) recibió en La moncloa (en agosto de 1977) dos años después de la muerte de Franco, los representantes de los sindicatos acordaron un “pacto social”, la propuesta del presidente del Gobierno fue rechazada por los sindicalistas. Entendieron que la solución economicista propuesta por el régimen no contaría con la aprobación de los partidos políticos, que podrían apoyar un proceso constituyente que efectivamente democratizara el país, lo que ocurrió más tarde, en 1978.
El 23 de febrero de 1981 un hecho político-militar en España recuerda los hechos del 8 de enero de 2023 aquí en nuestro país. El episodio vincula al general Braga Netto como uno de los organizadores del nuevo golpe nacional, que fue detenido por orden del Tribunal Supremo Federal, hecho que da esperanzas de que, de forma análoga a lo ocurrido en España, el golpe de Braga y Bolsonaro se repetirá. correrá la misma suerte que el intento de golpe del coronel Tejero.
Tejero invadió el Parlamento gritando histéricamente -apoyado por una falange de soldados y ametrallando el techo-, para que todos se tiraran al suelo. Dos se niegan: Santiago Carrillo, diputado comunista y Adolfo Suárez, exfranquista que representaba al centro, que entonces se había sumado sin restricciones al proyecto democrático en construcción. En aquel acto, ambos simbolizaron la decisión democrática de la sociedad española de avanzar hacia Europa, como ya había hecho Portugal en 1975, en la Revolución de los Claveles. Para el archivo de las ironías de la Historia, es la misma Europa que los países que hoy silencian o apoyan el genocidio palestino.
Este sábado 14 de diciembre de 2024, “acusado de formar parte de la articulación de un plan golpista” y de intentar obstruir las investigaciones sobre el proceso golpista, el general de ejército Braga Netto fue detenido por la Policía Federal. No se sorprendan: Walter Braga Netto es un general cualquiera, no es un Golberi do Couto e Silva –un derechista culto que elabora políticas para el Estado Nacional brasileño– ni un Jarbas Passarinho, un senador erudito y negociador calificado del intereses de la corporación militar en la transición. ¡Braga Netto es un Tejero sin tiros! Su arresto es el arresto de un líder de una pandilla, que expuso a sus colegas uniformados y a sus familias, de manera sórdida y enfermiza, deshonrando -con su servilismo hacia Jair Bolsonaro- los principios más elementales de la vida social corporativa.
El lento aislamiento político de Jair Bolsonaro en el país se sustenta en tres fundamentos, que han agotado su encanto, tanto en las bases de los desheredados sociales de la democracia, como en los sectores lumpen-burgueses más evidentes del país: la falta de lucidez psicótica del Líder es uno de los fundamentos; la erosión de su política de daño al Estado Nacional, por su gestión destructiva -incluso durante la pandemia- es otro fundamento; y el principal (y tercero) es su irreverencia hacia el mundo político tradicional, incluidos aquellos sectores de las clases dominantes que no simpatizan pragmáticamente con el protofascismo que él representa.
El arresto del general es la culminación del cambio en la calidad de la crisis de alta intensidad, que se remonta a la inquisición medievalista lanzada por la república de Curitiba. Apoyada por el golpe “parlamentario” contra el mandato de la presidenta Dilma Rousseff, la inquisición de la República de Curitiba reforzó a la extrema derecha, ya globalmente estimulada en las redes sociales, y acentuó la disolución de la democracia liberal, ya rodeada de más desigualdades y más suntuarias. tisis: ¡los pequeños “mussolinis” espirituales que dormían en la periferia de las grandes fortunas del mundo, luego, salieron furiosamente a la superficie!
Este mismo día 14 de diciembre, el Presidente Javier Milei, en el Festival de la Juventud”Fratelli D'Italia”, un cónclave de la juventud italiana de extrema derecha, agradeció a la presidenta del Consejo de Ministros, Giorgia Meloni, la honorable invitación recibida. En su discurso dijo lo siguiente: a él no le importa”un rábano picante” (“No me importa”) la opinión de los políticos y que “escuchar a los políticos es lo mismo que dar la espalda a los ciudadanos”.
Javier Milei fue más allá: que “nunca hay que renegar de las propias ideas para conseguir votos” y que la única manera de “combatir el mal organizado” (el enemigo) es con los “bien organizados” (el partido, para él, carismático) parte”) y, finalmente, que “a diferencia de la economía”, la política (burguesa tradicional) es un “juego de suma cero”.
Estos argumentos de Javier Milei, teniendo en cuenta sus especificidades históricas, tienen hoy –para la derecha fascista subversiva de la democracia liberal– el mismo peso que tuvieron los discursos revolucionarios de la izquierda contra la “democracia” en la época dorada de la lucha por el socialismo marxista. .burgués.”
El viejo canto fascista, sin embargo, entrelazado con el libertarismo posmoderno, viene a hacer política con gran estilo e, igualmente, a negar la política que, para Javier Milei, siempre resulta en “suma cero”. Por lo tanto, al afirmar que la economía debe romper con lo que queda de la política liberal, promueve el apocalipsis de la democracia política en un país culto, como Argentina, derrotando a la cultura como indicador civilizacional, que no necesariamente está vinculado al humanismo burgués. Y que todo, como siempre, está impulsado por los intereses más pequeños que están en disputa, en un terreno muchas veces llamado lucha de clases.
El propósito más evidente de la acción canina de Javier Milei, quien siempre cretinamente se autodenomina “apolítico”, es uniformar la opinión a través del Estado (al que califica falsamente de “apolítico”) para criminalizar cualquier política divergente. Es un fascismo sustentado en la socialización de la demencia, que se transforma en morbilidad popular, activada de forma geométricamente progresiva por las redes sociales.
Javier Milei es el Coronel Tejero de la posmodernidad, con una diferencia sustancial: su discurso capta los corazones y las mentes de las bases de la revolución socialista, que se encuentran en una tendencia a la baja. Resistir también significa reformar las instituciones democráticas para devolver a la mayoría de la gente la esperanza de una vida mejor, más libre y más abierta basada en la igualdad.
* Tarso en ley fue gobernador del estado de Rio Grande do Sul, alcalde de Porto Alegre, ministro de Justicia, ministro de Educación y ministro de Relaciones Institucionales de Brasil. Autor, entre otros libros, de utopía posible (Arte y Artesanía).[https://amzn.to/3DfPdhF]
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